CRISIS DEL CORONAVIRUS
Se reconoce el 9 de marzo que hay 1.508 contagiados confirmados por test PCR y que el número de ingresados en UCI hospitalarias se había duplicado en un sólo día hasta alcanzar los 120 casos
Pedro Sánchez, con mascarilla antes de visitar una fábrica de respiradores en Móstoles. (Francisco Toledo)
27/05/2020 06:45
Mientras la juez Rodríguez Medel sigue adelante con la investigación judicial del 8-M, no dejan de salir a la luz nuevas trampas realizadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez con el objetivo de ocultar el estallido previo del coronavirus en España y permitir, de ese modo, la celebración de la manifestación feminista de aquel día. Sánchez negó en sus estadísticas oficiales que hubiera ni un sólo hospitalizado en Madrid para permitir el 8-M. Pero lo cierto es que tenía 61 enfermos de Covid-19 en UCI, según los propios datos comunicados por los hospitales.
La Justicia va a tener mucho material que revisar. Y es que las estadísticas oficiales que atesora el Ministerio de Sanidad son todo un festival de trampas. El Gobierno quería ofrecer una fotografía de que todo el estallido del coronavirus se descubrió pasado el 8-M.
El pequeño problema de esta versión es que va en contra de la realidad: incluso de la que se puede ver en las bases de datos oficiales, pese a los intentos de manipulación.
De este modo, los datos del 8-M en Madrid -principal plaza en la que se celebraba la manifestación feminista- revelan innumerables datos que contradicen la versión oficial.
Ese día, las bases de datos del Ministerio de Sanidad del Gabinete de Pedro Sánchez recogen un número de hospitalizados en toda la Comunidad de Madrid igual a cero. Y ello, con un total de 1.003 casos de contagio reconocidos por test PCR. Sin embargo, en los archivos a los que ha podido acceder OKDIARIO y que hoy reproduce, se puede leer que en la casilla contigua figura otro dato: el de hospitalizados directamente en grado de unidad de cuidados intensivos. Y en ese dato figuran nada menos que 61 personas.
Imagen de los archivos de Sanidad donde figuran los 1.003 casos de contagio reconocidos por test PCR y los 61 hospitalizados en UCI el 8 de marzo.
También es llamativo que el número de hospitalizados en Madrid permanece en cero durante el 9 de marzo: y ello pese a reconocer en esa misma fecha 1.508 contagiados confirmados por test PCR, 21 fallecidos por coronavirus, y admitir que el número de ingresados en UCI hospitalarias se había duplicado en un sólo día hasta alcanzar los 120 casos.
De pronto, el 10 de marzo surgen de golpe todos los hospitalizados reconocidos hasta esa fecha por el Ministerio de Sanidad: 571 casos de ingresos en centros hospitalarios, con 184 en UCI.
Se trata del último capítulo de unas manipulaciones estadísticas del Gobierno de Sánchez que han llegado ya al esperpento. Y es que los datos oficiales elaborados por el Ministerio de Sanidad desvelan también que el Ejecutivo ha atrasado la anotación de los primeros 28 muertos por coronavirus para hacerlos aparecer de golpe el mismo 8-M en el que se celebró la manifestación feminista.
La movilización se celebró por la tarde, pero los datos del conjunto del día, obviamente, no llegaron hasta haber finalizado la jornada y poder comunicar el recuento de víctimas.
Traducido: al anotarlos el mismo 8-M, el Gobierno puede justificar que no tenía conocimiento en los momentos previos a la manifestación estrella del PSOE y Podemos, con lo que se cubre frente a reclamaciones judiciales derivadas de la negligencia oficial de haber permitido la concentración multitudinaria feminista en plena pandemia.
El problema es que todos esos muertos fueron comunicados a la prensa previamente, día a día, desde la jornada del 3 de marzo, con lo que el engaño estadístico se convierte en la manipulación más tosca y burda que nadie se pueda imaginar.
Los datos oficiales agregados del Ministerio de Sanidad del Gobierno de Pedro Sánchez reflejan una aparición de golpe de 28 muertos.
Los primeros 28 causados por el coronavirus. Y esos documentos oficiales fechan esa aparición justo el mismo día 8-M. Se trata de víctimas que fallecieron desde el día 3 de marzo y cuya cifra fue creciendo paulatinamente día a día, tal y como reflejó toda la prensa porque todos ellos se fueron comunicando de forma oficial y desde el mismo Ministerio de Sanidad.
La directora de Salud Pública admitió 6 días antes del 8-M que estaban alertados del Covid desde Nochevieja
Pilar Aparicio asegura en unas conferencias grabadas el 2 de marzo que "la preocupación para el Ministerio desde que se declaró el 31 de diciembre esta epidemia del nuevo coronavirus es fundamentalmente hacer que no se instale entre nosotros"
Sanidad recomendó dos días antes del 8M que no se celebrara un congreso religioso por riesgo de contagio
Sanidad recomendaba no realizar eventos de masas con participación de personas que venían de países de riesgo, no de España.
LD/Agencias
2020-05-26
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, antes de comparecer en la Comisión de Sanidad del Congreso. | EFE
Los representantes de los evangélicos españoles que se reunieron en dos ocasiones con responsables de Sanidad salieron de ambos encuentros "convencidos" de que debían suspender el congreso Unlimited 2020 que iba a reunir del 18 al 21 de marzo en Madrid a unas 8.000 personas de distintos países.
Representantes evangélicos acudieron a una reunión con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que tuvo lugar el 5 de marzo, y a otra reunión posterior, el 6 de marzo —en la que también estaba la entonces directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, Yolanda Fuentes, que después dimitió—.
Según ha explicado a Europa Press el responsable de Comunicación de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), Jorge Fernández, que participó en ambas reuniones, los responsables de Sanidad les hicieron una "recomendación" para que suspendieran el evento ya que "reunía todos los riesgos" que estaban intentando evitar: alta presencia de personas procedentes del extranjero reunidas en un espacio cerrado.
"Entendimos en esa primera reunión que era imposible celebrarlo", ha explicado Fernández. Si bien, al no ser ellos los organizadores del congreso, propusieron invitar a una reunión posterior —que se celebró al día siguiente, el 6 de marzo— al presidente de la Federación de Asambleas de Dios de España, Juan Carlos Escobar, que era quien coordinaba el evento.
A pesar de los problemas que conllevaba la suspensión del congreso, a 15 días de su celebración, aseguran que, desde Sanidad les convencieron de que era una "actividad de máximo riesgo", por lo que lo cancelaron.
Además, el coordinador del evento pidió a Sanidad una carta con dicha recomendación por escrito para que todos los colaboradores del congreso entendieran que existían "argumentos de peso" para su cancelación.
Una "decisión propia", no una prohibición
En todo caso, los evangélicos insisten en que el Ministerio de Sanidad no les prohibió la celebración del evento sino que fue una "decisión propia" a raíz de la recomendación de las autoridades sanitarias, "tomada con responsabilidad y con un coste personal muy alto".
Además, desde FEREDE destacan que, a partir de ese momento, mantuvieron "una buena colaboración" con las autoridades sanitarias para dar seguimiento y evitar posibles casos de contagio en su colectivo. La Federación agradece la información que les facilitaron en dichas reuniones pues les permitió "actuar tempranamente".
En todo caso, FEREDE no quiere entrar a valorar "polémicas" como el hecho de que el fin de semana posterior a que les recomendaran suspender su congreso, se celebrara la manifestación del 8-M o el mitin de Vox. De hecho, precisan que no les gusta que se esté "utilizando de alguna manera" la suspensión de su evento, no para resaltar su "responsabilidad" al decidir cancelarlo, sino para señalar "los errores de otros".
Este martes se ha conocido el informe de la Guardia Civil encargado por la juez de Madrid Carmen Rodríguez-Medel, que investiga la actuación del delegado del Gobierno, José Manuel Franco, por la autorización de la marcha por el Día de la Mujer.
En el mismo, se precisa que Salvador Illa y Fernando Simón advirtieron pocos días antes del 8-M a los organizadores del congreso evangélico previsto para mediados de marzo en Madrid de que este acto no se debía realizar bajo ningún concepto por ser un evento de alto riesgo de contagio de coronavirus.
Simón lo achaca a la asistencia de extranjeros
En rueda de prensa, Simón ha explicado que el 3 de marzo el ministro de Sanidad, Salvador Illa, dictó un oficio en el que se recomendaban actuaciones en centros sanitarios, la celebración de eventos deportivos a puerta cerrada, no realizar eventos masivos con personas procedentes de zonas de riesgo y la no celebración de congresos médicos.
La cancelación del congreso evangelista se decidió después de conocer el 6 de marzo un foco de contagio en el norte de España asociado a un funeral y "brotes asociados a grupos concretos en una zona de Madrid", teniendo en cuenta que estaba prevista la asistencia a este congreso de personas de 120 países, algunos de "alto riesgo" de contagio cuando España no lo era, ha explicado Simón.
"Lo que pasó dos días más tarde fue un evento que no reunía esas características (...) No entraba en ese paquete", ha agregado en referencia al 8 de marzo. Para Simón, la manifestación del Día de la Mujer en Madrid no tuvo un impacto "específico" en la evolución de la epidemia, si acaso "marginal", como el que provoca el transporte público o un partido de fútbol.
Fue el 9 de marzo cuando hubo "un incremento importante" de casos en España, pero éstos contagios no se produjeron el fin de semana anterior, sino entre el 20 y el 25 de febrero, pues el periodo de incubación de la infección por coronavirus es de entre 2 y 14 días, pero el promedio es de seis días, y entonces se tardaba más en acudir al médico, ha explicado Simón, quien ha señalado que las recomendaciones cambiaron a partir de esa jornada.
La cancelación de este congreso, y no de la manifestación, es resaltada en el informe de la Guardia Civil, que se extraña de que el propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el propio Simón dijeran a los organizadores que ese congreso no se podía celebrar e incluso les remitieron un documento el día 7 de marzo, firmado por la directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Pilar Aparicio, en "el que consta expresamente la recomendación de aplazamiento de eventos multitudinarios".