Juego de Tronos es una serie de libros de fantasía obra del aclamado autor George R. R. Martin, y al mismo tiempo una serie de televisión muy popular de la cadena HBO. Es un mundo en sí mismo, pero al igual que otras conocidas series de fantasía, como El Señor de los Anillos y Harry Potter, la obra incluye la historia y los mitos de ese nuevo mundo, que se remontan a su pasado más remoto. Desde sus inicios hasta el episodio más reciente, la línea argumental, los personajes y los lugares, comparten similitudes clave con emplazamientos reales y hechos que han tenido lugar en nuestra propia historia.
Bizancio sufre la ira bárbara en la masacre de Milán del 539 d.C.
El Mundo de Juego de Tronos y el Mundo Medieval
El mundo de Juego de tronos está formado por tres continentes separados, de nombre: Sothoryos, Essos y Poniente. Aunque los territorios representados en la serie difieren del mundo real, la idea básica es clara: estos lugares están basados en viejos mapas del mundo medieval. El mundo de Sothoryos es el continente de África, Essos es Asia y Poniente es Gran Bretaña (y a menor escala, Europa.) Por ejemplo, el “Mar Angosto”, que separa los continentes de Poniente y Essos, es una clara reminiscencia del Canal de la Mancha.
La división de los siete reinos, con un Señor al frente de cada uno de de ellos, es muy similar a la de los siete antiguos reinos de Inglaterra – entre el 500 d. C. y el 850 d. C., en Inglaterra había siete reinos autónomos: Northumbria, Mercia, Anglia Oriental, Kent, Essex, Sussex, y Wessex.
Otro elemento importante que da forma a la historia de Poniente es el personaje de nombre Aegon I Targaryen. Era un extranjero en Poniente, y llegó y conquistó sus tierras en una guerra terrible, fundando de este modo la dinastía Targaryen, que dominó Poniente durante casi 300 años.
Este personaje nos remite a Guillermo el Conquistador, que cruzó el canal de la Mancha desde Normandía en el año 1066 y fundó una dinastía francesa en Inglaterra que perduró hasta ser expulsada de Francia después de la guerra de los Cien años en 1453. “Aegon el Targaryen” es llamado a menudo “Aegon el Conquistador”.
Uno de los más antiguos imperios del mundo de Juego de Tronos es conocido como el Imperio Ghiscari. Es similar a los imperios norteafricanos del mundo antiguo, como Egipto y Cartago, y también presenta semejanzas con el Imperio Persa. Ghiscari es la cultura más antigua de este mundo al igual que lo era Egipto para Europa durante la época medieval.
Otro gran imperio fue el Feudo Franco de Valyria, situado en el continente oriental de Essos. En la cima de su poder, este imperio conquistó gran parte del mundo conocido y convirtió el mar del sur en su lago particular. Derrotaron al Imperio Ghiscari y ejercieron su incontestable dominio durante mil años, hasta que un desastre natural, llamado la Maldición de Valyria, provocó su colapso.
Antes de este cataclismo, la capital, Valyria, era la más magnífica ciudad del mundo, pudiendo presumir los Valyrios de disponer de algunas de las tecnologías más asombrosas de la época. Se cree que el Feudo Franco de Valyria es el equivalente al Imperio Romano, ya que su estructura política recuerda a la Roma republicana, mientras que la isla desgajada del continente en la que se asentaba su capital guarda semejanza con la antigua Grecia.
Se Acerca el Invierno
En Juego de Tronos, “El Muro” es una inmensa fortificación situada en la frontera Norte de los Siete Reinos que se extiende a lo largo de 300 millas (482,8 kilómetros), tiene una altura de aproximadamente 700 pies (213,4 metros) y está construido de hielo sólido y piedra. Hace 7.000 años, era utilizado como defensa contra una raza mitológica de seres conocida como los Caminantes Blancos.
Este gran muro del Norte tiene una base histórica, el muro que utilizó el Imperio Romano para separar Inglaterra de Escocia. Conocido como el Muro de Adriano, fue una fortificación defensiva en la provincia romana de Britania.
Los romanos nunca fueron capaces de conquistar por entero Gran Bretaña, así que a fin de mantener el control de sus fronteras, el emperador Adriano levantó este muro como linea de defensa contra los pueblos celtas del norte de la isla (lo que hoy es Escocia).
Los romanos sabían lo que hacían cuando eligieron para su construcción un estrecho cuello de botella que iba desde el fiordo de Solway hasta Tynemouth. El paisaje en el que se desarrolla parte de la acción de Juego de Tronos es Whin Sill, al nordeste de Inglaterra.
Durante el período Silúrico (hace unos 420 millones de años) esta extensa losa de roca granítica se abrió camino desde la superficie, originando una serie de precipicios rocosos en dirección Este-Oeste con escarpadas paredes de roca mirando al norte.
La frase “Se Acerca el Invierno” se emplea bastante a menudo en la serie, y los Stark, señores del Norte, siempre se están preparando para esa estación, que azota sus tierras con gran dureza. En la historia real, lo que ocurre hacia el final del “largo verano” de Poniente se asemeja en gran medida al año 1300 de nuestra era.
Este es el período en el que el tiempo varió, tocando a su fin el Período Cálido Medieval en el norte de Europa. En aquella época, las la media de las temperaturas en Europa eran como mínimo 2 grados más altas de lo que son en la actualidad. Como consecuencia de este enfriamiento una gran hambruna asoló Europa, y marcó el inicio de lo que se ha dado en conocer como Pequeña Edad del Hielo.
Los Viejos Dioses del Bosque
Otro elemento de Juego de Tronos con base histórica es la antigua religión. En una vieja casa al norte de Poniente, los Stark veneran a sus “Viejos Dioses del Bosque.” De manera parecida, los antiguos Celtas de Europa creían que sus dioses habitaban los bosques, lagos y montañas, y que ciertos animales podían transmitir mensajes procedentes de los dioses.
En la serie, algunos personajes nacen con poderes especiales o dones que les capacitan para establecer relaciones muy especiales con algunos animales y recibir mensajes de ellos. Por ejemplo, los Cambiapieles son humanos que poseen la habilidad de entrar en las mentes de los animales, percibir el mundo a través de sus sentidos y controlar sus actos.
Otro ejemplo de similitudes religiosas está en el personaje de Stannis Baratheon, jefe de la Casa Baratheon de Rocadragón. Sigue los consejos de la “Sacerdotisa Roja” conocida como Melisandre, adoradora de un “Dios de la Luz” extranjero llamado R’hllor a cuyo antagonista se llama el “Gran Otro”.
La fe de R’hllor parece tener raíces históricas en la antigua religión persa conocida como Zoroastrismo. En el Zoroastrismo, el fuego está considerado un medio de canalizar la visión espiritual y alcanzar el despertar interior. Sus practicantes a menudo rezan en presencia del fuego o en templos dedicados al fuego. Al igual que hacen los seguidores de R’hllor, los adeptos del Zoroastrismo también creen en un universo dual, en el que el bien y el mal batallan incansablemente.
El dios Zoroástrico Ahura Mazda, tal como aparece en un mosaico esmaltado de Taft, en Irán (
A. Davey/Flickr)
La Boda Roja y la Cena Negra
La Boda Roja es un suceso en el que los Stark son traicionados y asesinados por los Frey durante la boda que se iba a celebrar entre miembros de sus dos respectivas casas. Un hecho histórico similar conocido como la Cena Negra tuvo lugar en Escocia en 1440. En palabras de R. R. Martin:
El rey de Escocia estaba combatiendo al clan de Black Douglas, y se dirigió a él para hacer las paces. Ofreció al joven Conde de Douglas paso franco hasta Edimburgo para que le visitara. El Conde llegó al Castillo de Edimburgo y en él se celebró un gran banquete.
A continuación, acabado el festín, [los hombres del rey] empezaron a batir un sollitario tambor. Hicieron traer un plato cubierto y lo pusieron frente al Conde. Al descubrirlo, se reveló que contenía la cabeza de un jabalí negro —símbolo de la muerte. Tan pronto como el Conde lo vio, supo lo que significaba. Los hombres del rey le arrastraron hasta el patio y le ejecutaron.
Jacobo II, rey de Escocia, responsable del asesinato del conde de Douglas en la Cena Negra de 1440 (
Wikimedia Commons)
La Verdad en la Ficción
Según un viejo dicho de Mark Twain la realidad es a menudo más extraña que la ficción, y esto sin lugar a dudas parece ser cierto en Juego de Tronos. En numerosas obras de ficción, y particularmente, de fantasía, los autores toman a menudo como referencia hechos, lugares y personajes históricos a fin de crear sus propios mundos imaginarios. Este parece el caso de Juego de Tronos, obra en la que tomar ideas prestadas de la Europa Medieval parece algo casi inevitable.
Mientras que los dragones, muertos vivientes y poderes mágicos que aparecen en los libros y la serie son solo ideas sobrenaturales en nuestro mundo, abundan los paralelismos históricos en muchos de sus personajes y acontecimientos – siendo el más obvio el de la Guerra de las Dos Rosas.
Imagen de portada: Muros de la Ciudad Medieval de Dubrovnik, en Croacia – uno de los escenarios de la serie Juego de Tronos (
Wikimedia Commons)
Fuentes
https://www.ancient-origins.es/mitos-leyendas/la-historia-real-tras-juego-tronos-1%C2%AA-parte-002782