Por MEP
02/10/2022
Las películas de hace algunos años o décadas han hecho algunas predicciones bastante inquietantes que parecían descabelladas. Resulta que las ideas que introdujeron dispositivos locos, tecnología extraña y ciencia imposible pueden no ser tan ridículas como pensábamos. Pero entre todas ellas hay una película que supera todas las expectativas. Estamos hablando de Demolition Man, dirigida por Marco Brambilla e interpretada por Sylvester Stallone, Wesley Snipes, Sandra Bullock. Y si ves este film de 1993 en 2022, termina siendo una experiencia extraña y alucinante.
El futuro ha llegado
Primero, la película tiene lugar en 2032, dentro de solo diez años. En otras palabras, actualmente estamos mucho más cerca del “futuro” de la película que del año en que realmente se rodó. En segundo lugar, el “futuro” representado en la película señala, con una precisión casi profética, todo la imperfección de la sociedad en este momento. Y lo peor de todo, es que lo ridiculiza, como si se estuvieran riendo de nosotros desde el pasado.
En Demolition Man, un médico tiránico supervisa una “utopía” estrictamente controlada, donde todos los aspectos de la vida son monitoreados y fuertemente regulados. El personaje de Sylvester Stallone, quien fue criogenizado desde 1997, irrumpe en ese futuro y odia cada parte de él. Hay que señalar que en el momento del estreno de la película, la corrección política florecía en los medios y la tecnología estaba entrando en la era de la información.
A través de la comedia y la sátira, Demolition Man describió un futuro en el que una figura tiránica explota estos elementos hasta un grado absurdo para marcar el comienzo de un “mundo feliz”. Y lo estamos viviendo ahora. Y, en cierto modo, nuestro “futuro” es peor que lo que vemos en la película.
Película profética
En Demolition Man , un criminal violento llamado Simon Phoenix (interpretado por Wesley Snipes) es condenado a ser criogenizado durante 70 años. En 2032, lo descongelan para su audiencia de libertad condicional, pero termina escapando de las instalaciones. Phoenix se encuentra en un futuro “utópico” y no violento donde las armas están prohibidas (solo se pueden encontrar en los museos).
En un mundo lleno de personas “políticamente correctas”, nadie puede evitar que Phoenix lo destruya todo. Entonces, la fuerza policial decide descongelar a John Spartan (interpretado por Sylvester Stallone), quien también fue criogenizado en 1997 debido a acusaciones de homicidio involuntario. Cuando Spartan se integra a la fuerza policial, se enfrenta de inmediato a las formas opresivas de esta nueva sociedad.
Hay máquinas por todas partes escuchando lo que dice la gente. Cuando alguien dice grotesco, la máquina emite un zumbido y dice: “Estás multado con un crédito por una violación del estatuto de moralidad verbal”. En una de las escenas, Spartan sigue insultando a la máquina para poder usar las multas y limpiarse el trasero con ellas.
¿Qué mejor manera de representar el clima anti libertad de expresión actual, donde cualquier violación del “código moral” dictado por la élite resulta en castigo inmediato, censura y cancelación? Spartan también descubre que todos tienen un microchip injertado en su piel. El chip es necesario para realizar cualquier cosa en “San Ángeles”, incluso acceder a la propia casa. Dado que el dinero ya no existe, todas las transacciones se realizan con el chip.
Al ver esta película en 2022, es imposible no establecer paralelismos con los pasaportes de vacunación que, en muchos lugares, es completamente obligatorio. Por supuesto, ya hay empresas trabajando para convertir estos pasaportes en chips.
Cuando Spartan se entera del chip, dice lo siguiente: “esta basura fascista me hace vomitar”. A medida que Spartan descubre este “nuevo mundo”, también aprende cómo ocurrió todo. Y es inquietantemente similar a nuestro presente.
Orden en el caos
En 2032, la ciudad de San Ángeles (nacida de la fusión de Santa Bárbara, Los Ángeles y San Diego) está bajo el control del Dr. Cocteau, una figura tiránica que utiliza la ciencia y la tecnología para crear una sociedad “perfecta”. En la ciudad del Dr. Cocteau, todo lo “malo” es ilegal: el alcohol, la cafeína, los deportes de contacto, la carne, las palabrotas, el chocolate, la gasolina, los juguetes no educativos y todo lo picante.
El aborto también es ilegal, pero también lo es el embarazo, a menos que tengas una licencia. Además, el contacto físico entre humanos está prohibido. En esta sociedad sin contacto, la mejor manera de realizar reuniones es a través de llamadas similares a Zoom. En un momento, John Spartan descubre el alcance total de la política de no tocar.
La compañera de trabajo de Spartan, Lenina Huxley (llamada así por Aldous Huxley, autor de Un mundo feliz ) le pide que tenga relaciones sexuales. Cuando él acepta, ella le entrega un dispositivo de “vir-sexo”. Cuando ves este momento en 2022, automáticamente piensas en la realidad virtual y el metaverso. Sin embargo, ninguna de estas tecnologías existía realmente en 1993.
En ese momento, el apogeo de la tecnología era el Super Nintendo. Spartan muestra su desagrado por este dispositivo y quiere hacerlo con Huxley a la antigua. Huxley se niega y le explica cómo una serie de epidemias y “variantes” llevaron a la prohibición de la “transferencia de fluidos”. Huxley también explica cómo se regula la procreación en 2032.
“¿Procreación? Vamos a un laboratorio. Los fluidos son purificados, examinados y transferidos únicamente por personal médico. Es la única forma legal.”
Demolition Man también satiriza la destrucción de la cultura popular por la corrección política. De hecho, las personas en 2032 son tan sensibles e infantilizadas que la única música que escuchan son una especie de “mini melodías”: breves temas comerciales sin ningún contenido.
Y lo cierto es que si estos pequeños fragmentos sonaran en la radio, algunas personas realmente se sentirían ofendidas. Solicitarían su censura. En otras palabras, este ejemplo satírico de la canción menos ofensiva posible todavía se consideraría ofensivo hoy. Estamos más allá de la sátira.
La resistencia
Si bien Spartan odia todos los aspectos de esta nueva sociedad, descubre que algunas personas se están rebelando contra ella. Los rebeldes sin chip de la película son completamente marginados de la sociedad.
Son una reminiscencia de las personas no vacunadas de hoy a las que se les prohíbe la entrada a lugares públicos porque no tienen pasaportes. También recuerdan a aquellos que son vilipendiados porque quieren las libertades que existían en el siglo XX.
Finalmente, John Spartan mata a Simon Phoenix. Luego, en un mundo nuevo, libre de las leyes del Dr. Cocteau, la gente se pregunta qué deben hacer a continuación. Como no puede ser de otra manera, Sylvester Stallone imparte al mundo grandes palabras de sabiduría.
Les dice a los ciudadanos “correctos” que “se ensucien un poco más”. Luego, les dice a los rebeldes que “sean más limpios”. Y tiene razón. La opresión extrema conduce a una resistencia extrema. Esto está sucediendo ahora. El extremismo se ha instaurado en la sociedad.
En conclusión
La película Demolition Man es probablemente la película de ciencia ficción más predictiva de la historia. También predijo los vehículos eléctricos autónomos que son iguales a los Teslas, Arnold Schwarzenegger convirtiéndose en político, personas conversando con máquinas tipo Alexa/Siri, el uso generalizado de biometría e inteligencia artificial, la desaparición de pequeños restaurantes para ser sustituidos por grandes corporaciones, y mucho más. Todo esto era pura ciencia ficción en 1993. Pero está ocurriendo realmente en 2022.
Sin entrar en la polémica, la pandemia de COVID permitió que “médicos” no elegidos democráticamente gobernaran todos los aspectos de nuestras vidas y dictaran políticas opresivas. Los códigos QR y los microchips se están infiltrando en nuestra vida cotidiana.
Las opiniones y actitudes que no se ajustan a la ortodoxia vigente son inmediatamente censuradas y sancionadas. La masculinidad y la feminidad en general están mal vistas y se consideran indeseables. Si bien estamos siendo condicionados a pensar que todo esto es normal, lo cierto es que no lo es. Demolition Man es como una voz lejana del pasado que nos advierte sobre nuestro futuro.
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