Y es que no debemos confundir "creación" con "modificación".
Los Anunnaki no nos crearon, nos modificaron genéticamente para acelerar de manera significativa nuestra evolución, y de esta forma conseguir que pudiéramos “colaborar” en forma de mano de obra para la extracción minera de su valioso oro.
Los Anunnaki no nos crearon, nos modificaron genéticamente para acelerar de manera significativa nuestra evolución, y de esta forma conseguir que pudiéramos “colaborar” en forma de mano de obra para la extracción minera de su valioso oro.
Al parecer, en el año 2006 varios investigadores genéticos descubrieron una zona del genoma a la que llamaron HAR1,
y que parece responder únicamente a los humanos, desarrollando un papel
significativo en el desarrollo de nuestro cerebro, y así
distinguiéndonos del resto de animales del planeta.
A partir de aquí, no tenemos otra opción que volver a plantearnos la misma pregunta del comienzo, pero aún más extendida:
¿Será esta zona del genoma (HAR1), la modificación que consiguió hacer los Anunnaki con la mezcla genética de varias razas homínidas, entre las que podemos discernir como la Neandertal y la Cromañón, dando lugar al Homo Sapiens, y descubriendo de esta manera el gran eslabón perdido?
Continuaremos en nuestra búsqueda de la verdad, pero mientras tanto, saquen sus propias conclusiones…
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