El jefe de Estado Mayor del Ejército, Fulgencio Coll Bucher (i), Artur Mas (c) y el inspector general del Ejército, José Manuel Muñoz
Los anhelos independentistas de Artur Mas contemplan en el horizonte la posibilidad de que un hipotético Estado independiente necesite un Ejército profesional de hasta25.000 efectivos, integrado en la OTAN y cuyo gasto no sea superior al 1,5% del PIB catalán.
Ese es el retrato robot de las fuerzas armadas propias dibujado por elthink tank Centro de Estudios Estratégicos de Cataluña (CEEC), que traza una hoja de ruta a seguir en caso de la autodeterminación que incluye hasta las cualificaciones que deberán tener los futuros altos mandos de la defensa catalana. En concreto, el supuesto jefe del Estado Mayor deberá haber nacido en Cataluña, disponer del actual nivel C de catalán y tener formación militar como mando.
Así se detalla en el informe “La futura fuerza de Defensa en Cataluña”, elaborado recientemente por esta entidad que se dice independiente del Gobierno catalán y que está dirigida por Miquel Serrallès, cofundador de Convergència y que fue también el primer director de los Mossos d´Esquadra en tiempos de Jordi Pujol.
En el informe, de 16 páginas, sus autores señalan que los catalanes no pueden ser como algunas islas del Pacífico que no cuentan con un sistema de seguridad propio porque están bajo el paraguas de Estados Unidos, Reino Unido o Australia. Y mientras desechan la idea de quedarse bajo la protección española, destacan también que la hipotética nación catalana tampoco es comparable a Andorra o San Marino.
“Somos una parte de la nación catalana de casi ocho millones de habitantes, comparable a otros países de la Unión Europea como Holanda, Dinamarca o Noruega –explican-, y estas circunstancias nos llevarán a disponer de un sistema moderno de seguridad y defensa en el marco de una soberanía del siglo XXI y responsables con nuestros aliados de una defensa común”.
El CEEC cita reiteradamente como ejemplo a seguir los casos de Dinamarca y los Países Bajos. “Estos países disponen de un modelo de defensa propio con unas fuerzas armadas de unas dimensiones pequeñas y altamente operativas”, argumentan. Así las cosas, recomiendan mantener “una estructura pequeña y altamente profesionalizada que se moverá alrededor de los 25.000 efectivos” entre fuerzas profesionales y reserva voluntaria. Eso sí, para evitar el malestar ciudadano que siempre provoca el tener cerca de una población un campo de tiro, añaden que, en este caso, “una opción será la de establecer convenios de colaboración con otros estados de nuestro entorno para poder usar sus polígonos”.
Reclutar soldados en el Ejército español
El primer paso, según este comité de sabios de la Defensa, pasaría por iniciar negociaciones diplomáticas para ingresar en las principales organizaciones internacionales (OTAN, la UE…). Acto seguido, “solicitar y conseguir a corto plazo que se inicien las tareas de asesoramiento, supervisión y colaboración de organizaciones internacionales y otros estados en materia de defensa”.
En segundo lugar, se crearía un Ministerio de Defensa propio con un político al frente que tendría, a su vez, una Secretaría de Defensa y seis direcciones generales. Se copiaría así el embrión de un Estado Mayor que empezaría a reclutar recursos materiales y humanos para engrosar este hipotético ejército. Por debajo del ministro de turno, habría un asesor político que, con el asesoramiento de think tanks externos, “deberá nombrar un jefe militar de la defensa e integrar en las seis direcciones generales a ciudadanos catalanes que tengan formación militar como mando, y a falta de éstos, con militares de países aliados o, incluso, con civiles profesionalmente competentes como gestores de organizaciones”.
Al Ministerio de Defensa catalán no le quedaría entonces más remedio que reclutar militares en el propio Ejército español. Eso sí, realizando los “filtros necesarios” para garantizar su lealtad. Eso es, requisitos básicos comohaber nacido en Cataluña, disponer del actual nivel C de catalán y tener formación militar como mando en el caso de los militares de mayor graduación.Estos, además, deberán pasar unas pruebas de aptitud (físicas y psíquicas) y otras médicas. El cargo de jefe de Estado de la Defensa recaerá por antigüedad, por lo tanto deberá ser el mando con más alta graduación el que sea nombrado para el cargo.
“Será previsible –explican- que no haya ningún alto mando (teniente coronel, coronel y general) de las fuerzas armadas españolas en activo que se presente a este proceso público; sin embargo, la situación puede empezar a cambiar con los mandos intermedios (suboficiales, alférez, teniente, capitán y comandante)”.
Para cubrir las vacantes de soldados y marineros profesionales se requerirá haber nacido en Cataluña, ser menor de 35 años con formación militar profesional (soldado/marinero, cabo, cabo primero) y estar en posesión del nivel B de catalán.
El informe se pregunta también si es contradictorio crear un ejército propio abasteciéndose, a su vez, de efectivos del propio Ejército español. Los sabios vinculados al nacionalismo contestan que, aunque parece una paradoja, es justo reconocer que estos militares son los mejor formados pues, al formar parte de la OTAN, han sido instruidos especialmente bien.
“En definitiva”, explican, “no hay que hacer un traspaso automático de personal, pero sí una selección cuidadosa que permita seleccionar al personal más crítico, comprometido con la nación catalana, y que pueda aportar la parte más positiva de las FAES, es decir, la relativa a su modernización y la apertura a las doctrinas de los países occidentales de mayor tradición democrática”.
“No hay que tener miedo a seleccionar a este personal –concluyen- ya que la propia carrera profesional limitará sus carreras según su competencia profesional y su grado de sacrificio hacia la nación catalana”.
El think tank nacionalista reconoce que, a día de hoy, no se percibe como una prioridad la creación de un ejército propio, pero, en el estudio, tratan de argumentar las razones por las que es importante concienciar a los catalanes de su necesidad (garantizaría, por ejemplo, la seguridad de los 185.000 catalanes que viven en el exterior), así como de la importancia que la Defensa tendría en garantizar la integridad y la independencia de la nueva nación.
La bandera estelada, en el arma reglamentaria de un Mosso
LD ha tenido acceso a una imagen muy significativa de lo que ocurre en Cataluña. Agentes del orden mostrando de manera pública su independentismo.
IMAGEN CAPTADA DE DOS AGENTES
Los símbolos independentistas llegan a todos los rincones de Cataluña, administraciones y trabajadores públicos incluidos. Incluso abundan entre los que tienen que proteger la intregridad e igualdad de los catalanes.
Libertad Digital ha tenido acceso a unas imágenes que ponen de manifiesto esta intromisión de símbolos. En la imagen captada en un bar de Barcelona se puede observar a dos agentes de los Mossos D’Esquadra desayunando. Sin embargo, en las armas reglamentarias de ambos policías se puede apreciar una bandera estelada pegada en la culata de las dos pistolas
Las esteladas que aparecen en las armas evidentemente no representan la bandera oficial de la comunidad autónoma de Cataluña por lo que no puede ser utilizada en el arma reglamentaria de los agentes.
(Imágen de los dos mossos y sus armas con las esteladas)
LIBERTAD DIGITAL 2013-05-29
Fuente: http://www.libertaddigital.com/espana/2013-05-29/la-bandera-estelada-en-el-arma-reglamentaria-de-un-mosso-1276491527/
Hospitalet rechaza apoyar una consulta ilegal
PxC, PSC y PP han aprobado una moción para que no se haga un referéndum sin autorización del Gobierno. Un medio tilda la moción de "golpe de Estado".
L'Hospitalet rechaza su apoyo a un referéndum separatista ilegal. Así lo aprobaron ayer PSC, PxC y PP en una moción en caso de que el Gobierno autonómico presidido por Artur Mas lleve a cabo la consulta de forma unilateral y sin el consentimiento del Gobierno de España.
El Consistorio barcelonés rechaza poner recursos municipales si el Estado no autoriza la pregunta que podría realizarse con la Ley de Consultas, que esta semana ha dado su primer paso parlamentario. La moción fue presentada por el PP y secundada por PxC y PSC. CiU e ICV -que forma parte del equipo de Gobierno- se han opuesto.
El texto señala: "El presidente de la Generalitat de Cataluña, en lugar de seguir con los procedimientos legalmente establecidos para la presentación de su propuesta de referéndum sobre la independencia de Cataluña, insiste en su intención de incumplir la Ley en caso de que el Gobierno central prohíba su celebración". También muestran su rechazo al Consejo Asesor para la Transición Nacional, cuya "intención es promover la independencia de Cataluña".
Ante esto, los independentistas han vertido sus críticas en las redes sociales. "El PSC pacta con la extrema derecha en Hospitalet para impedir la consulta", señalan numerosos usuarios en Twitter.
Medios catalanes se suman a tergiversar la realidad. "PSC-PP-PxC: el tripartit de l'abisme" -el tripartito del abismo- señala en su editorial 'Vilaweb'. Los socialistas se alinean con el PP, que durante décadas han combatido casi como argumento electoral único, y, lo peor, con Plataforma por Cataluña, el representante más claro de la extrema derecha". Todo ello por, como dice la moción, se den servios públicos en favor de una ilegalidad. El mismo portal afirma que la alcaldesa de Hospitalet "pacta" con PxC y PP. El mismo editorial indica que "Los socialistas van rápidamente por el camino de la marginalidad".
Otra web separatista, directa.cat, titula: "Golpe de Estado del PPC en L'Hospitalet" y aseguran que "la exposición de motivos de la moción rezuma pánico al derecho a decidir".
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