EL PRESIDENTE DE LA GENERALITAT ASEGURÓ QUE CARECÍA DE PRUEBAS
El juez instructor del caso Palau, Josep María Pijuan, avalará las tesis de la Fiscalía en su último informe, según han avanzado fuentes judiciales. Lo hará en el auto de procesamiento por procedimiento abreviado que se prevé que se haga público la próxima semana.
Estas mismas fuentes han señalado que hay una coordinación entre el fiscal anticorrupción Emilio Sánchez Ulled y el juez Pijuan y que ambos consideran que la instrucción arroja indicios suficientes para que se abra proceso judicial. De hecho, tras el auto de procesamiento se deberá designar el tribunal para que juzgue el caso Palau, el escándalo por el que presuntamente el antiguo presidente del Palau de la Música, Fèlix Millet, desviaba dinero de esta institución cultural a favor de CDC, partido que gobierna en Cataluña y que preside Artur Mas,
El fiscal concluyó que CDC cobró del Palau 6,6 millones de euros y vincula el fraude a comisiones que pagaba la constructora Ferrovial, en especial a adjudicaciones como la Línea 9 del metro o la Ciudad de la Justicia.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, denunció este fin de semana que el informe del fiscal era de recibo y que carecía por completo de pruebas.
En medios judiciales se acepta que el informe del fiscal previo al auto de procesamiento no es habitual, pero se apunta que en un caso tan complejo y con tan importantes implicaciones políticas se quería que el juez instructor estuviese suficientemente arropado a la hora de redactar el auto de procesamiento.
Respecto a las pruebas, fuentes jurídicas cercanas al caso han apuntado que hay suficientes. El fiscal se ha basado en los talones que salían de Palau hacia fundaciones vinculadas a CDC como la Trías Fargas, y que suman los 6,6 millones a los que se refiere el informe. Muchos de los talones iban a un tal “Daniel”, que se identifica como el ex tesorero del partido nacionalista, Daniel Osácar.
De los pagos que hacía Ferrovial, se cobraban comisiones del 4%, que se repartían en un 2,5% para CDC y otros 1,5% que, presuntamente, se llevaban Fèlix Millet y su socio, Jordi Montull. De su parte, Millet se reservaba el 80% y el 20% era para Montull.
Además de los talones, el fiscal ha contado con más pruebas, como las agendas de Fèlix Millet y el resto de la documentación incautada en el Palau.
El papel de Millet
El papel de Millet es complejo. Además de sus comisiones, Millet aprovechó su posición para expoliar por su cuenta el Palau de la Música, cargándole todo tipo de gastos personales, desde viajes hasta pagos de obras en sus domicilios. En total, el coste para la institución superó los 18 millones de euros.
Pero Millet ha permanecido callado. Al contrario que Luis Bárcenas, Millet no ha tirado de la manta ni está amenazando al entorno de CDC con filtraciones. Fuentes de su entorno señalan que su avanzada edad, 78 años, le blindan ante una hipotética condena. En el entorno de este empresario, que hace una vida absolutamente normal en Barcelona, se descuenta que Millet pisará la cárcel, pero que apenas serán unos días, un coste ridículo para la cantidad de dinero desviada y la gravedad de los cargos que se le imputan.
Imputados
Además de Milllet y Montull, están imputados la hija del segundo, Gemma Montull, como directora financiera del Palau; el ex director territorial de Ferrovial en Cataluña,Pedro Buenaventura; y el director de relaciones instituciones de la constructora de los del Pino, Juan Elaziaga.
Por su parte, CDC cambió el nombre de la Fundación Trías Fargas, que ahora se llama Fundación CatDem; y se comprometió a devolver el dinero recibido a plazos. Pero no ha habido dimisiones por este escándalo.
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