Esta última semana hemos sabido que los británicos y los franceses siguen haciendo desesperados intentos para impulsar una intervención militar en Siria.
No es un secreto que tanto el Gobierno británico como el francés están dominados por el lobby judío.
En Gran Bretaña es el grupo ultrasionista CFI ((Conservative Friends of Israel) – al parecer el 80% de los diputados conservadores británicos son miembros del lobby pro Israel.
En Francia la situación es mucho peor, todo el sistema político está secuestrado por el poderoso CRIF.
Pero en el caso de que alguien no comprenda por qué el lobby judío está presionando para una intervención inmediata, Debka, un medio de comunicación israelí da la respuesta. Al parecer, el ejército sirio está ganando en todos los frentes. Los cálculos militares y geopolíticos de Israel han resultado erróneos.
Según Debka, “la batalla de Damasco ha terminado”. El ejército sirio habría “recuperado el control de la ciudad en una victoria épica”. Los rebeldes, en su mayoría mercenarios, han perdido la batalla y “no pueden hacer mucho más que hacer fuego de manera esporádica. Ya no pueden lanzar una incursión, o amenazar el centro de la ciudad, el aeropuerto o la base aérea siria cercana. Los transportes rusos e iraníes traen constantemente repuestos para el ejercito sirio, pueden aterrizar en el aeropuerto de Damasco, después de meses de asedio rebelde”.
Pero no se trata sólo de la capital. Debka informa que “Hezbollah y las unidades sirias han endurecido su cerco a los rebeldes que se resisten al norte de Al Quasyr, y otras unidades del ejército sirio han alcanzado los alrededores de la ciudad de Hama, y un tercer frente del ejército ha tomado posiciones alrededor de Aleppo”.
Debka sostiene que los oficiales de las Fuerzas de Defensa de Israel criticaron al Ministro de Defensa israelí (Moshe Yaalon) por engañar a la Knesset (Parlamento de Israel) hace unos días por estimar que “Bashar Assad controlaba sólo el 40% del territorio sirio”. Debka sugiere que el Ministro de Defensa israelí, hizo una “evaluación errónea de los datos aportados por los servicios de inteligencia y mostraron su preocupación porque las fuerzas armadas estaban actuando en base a una idea inexacta de la situación”. Debka subraya que “las evaluaciones erróneas… conducen a la toma de decisiones erróneas”.
Debka muestra el valor suficiente para admitir los errores de cálculo de los militares israelíes, lo que puede dar lugar a consecuencias desastrosas. Se informa que “el bombardeo de las armas iraníes almacenadas cerca de Damasco para Hezbollah, resultó en un mayor perjuicio que beneficio. Dio a Bashar Assad un impulso, en lugar de debilitar su determinación”.
La observación de Debka es correcta. No hace falta ser un genio para predecir que un ataque israelí en tierra árabe no va a ser aceptado por todos los países árabes, ni siquiera por los más acérrimos opositores al Régimen de Assad.
Debka sostiene que el “enfoque de los servicios de inteligencia sobre los movimientos militares en Siria, especialmente en los alrededores de Damasco para cerciorarse de que los misiles y las armas químicas no llegasen a Hezbollah, supuso un fracaso en la detección de un movimiento importante de las milicias de Hezbollah en la frontera sirio-israelí”.
Israel se enfrenta ahora a otra situación. Ve cómo llegan los refuerzos que recibe Hezbollahdesde el Líbano hacia los Altos de Golán y de la frontera con Siria.
Debka concluye que Israel está a punto de encontrarse “cara a cara con las unidades de Hezbollah, equipadas con armas pesadas y misiles en movimiento a lo largo de la frontera sirio-israelí y con puestos avanzados frente a los pueblos de Israel en el Golán”.
Debka dice que en lugar de “debilitar el poder de Irán en el Líbano, se está a punto de abrir otro frente de guerra y las Fuerzas de Defensa de Israel tienen que adaptarse a un nuevo desafío militar en el Golán sirio”.
En lugar de diarios como The Guardian o Le Monde, es el diario israelí Debka el que nos ayuda a comprender por qué Gran Bretaña y Francia están tan desesperados por intervenir. Una vez más, se trata de una guerra sionista, ansiosos por luchar.
Irónicamente, no es The Guardian o The New York Times quienes nos muestran el desarrollo de la guerra en Siria, ni exponen los cálculos letales de los israelíes. En realidad es un diario sionista el que nos lo aclara. Creo que ésta forma dura de autocrítica incrustada en la cultura israelí es la que sustenta la hegemonía regional de Israel, al menos económicamente. Esta capacidad de examinar críticamente y rechazar su liderazgo, es algo que no logro encontrar en los medios de comunicación occidentales. Al parecer, los medios de comunicación de Israel son mucho más dado a la crítica que los medios de comunicación dominados por los sionistas en Occidente.
Gilad Atzmon, que ahora vive en Londres, nació en Israel y sirvió en el ejercito israelí. Es autor de The Wandering Who y uno de los saxofonistas de jazz más destacados de Europa. Puede escribirle a la siguiente dirección de correo: atz@onetel.net.uk.
La situación en Siria está tomando un giro de 180º: una facción de la OTAN se opone a la invasión, amparándose en los estudios de organizaciones sobre el terreno que afirman que el presidente sirio cuenta con el apoyo del 70%de la población y sólo un 10% apoya a los terroristas pagados por el sionismo. Hasta los sunnitas, viendo la barbarie que ha generado las tropas de Al Qaeda pagadas por Qatar y Arabia Saudita, se han puesto en favor de Assad.
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