Mientras la violencia no cesa en Siria, el Pentágono podría haber decidido mantener su flota de cazas F-16 y su sistema antimisiles Patriot en la vecina Jordania después de finalizar los ejercicios militares que se llevan a cabo en el país.
También se dio a conocer que, tras negociar con las autoridades jordanas, el Pentágono decidió desplegar en la costa de Jordania una serie de buques anfibios con varias divisiones de la Infantería de Marina.
Las maniobras Lion Eager, de 12 días, iniciadas el pasado 9 de junio, han reunido a unos 15.000 soldados de 19 países, en su mayoría árabes, pero también de EE.UU. y Europa. En los ejercicios también participan unos 3.000 militares jordanos y 500 soldados británicos.
El pasado 10 de junio, las autoridades de Jordania, aliado importante de EE.UU. en Medio Oriente, confirmaron el despliegue de armamento estadounidense en el territorio del país para participar en los ejercicios Lion Eager. Se prevé que estos terminen el próximo 20 de junio, pero EE.UU. decidió dejar las baterías Patriot y los F-16 en Jordania por un tiempo indefinido debido al peligro de que la violencia en Siria cruce al territorio jordano, según dijo un alto funcionario de Defensa estadounidense, bajo la condición de mantener el anonimato, a la agencia AFP.
A principios de junio, cuando la portavoz del Departamento de Estado Jen Psaki anunció el envío de sistemas de misiles de defensa antiaérea y aviones a Jordania, mencionó también que podrían permanecer allí después de terminar los ejercicios a finales de mes, pero por aquel entonces señaló que todavía no se había tomado una desición definitiva al respecto.
Rusia, a su vez, expresó su preocupación por el despliegue de baterías de misiles estadounidenses Patriot y cazas multifuncionales F-16 en Jordania. “Hemos manifestado en reiteradas ocasiones nuestra opinión al respecto: se despliegan armas extranjeras en una región explosiva”, señaló la semana pasada el portavoz de la Cancillería rusa, Alexander Lukashévich.
Esta información aparece poco después de que la administración de Obama afirmara este viernes que el presidente sirio, Bashar al Assad, ha “cruzado la línea roja” al usar presuntamente armas químicas contra los rebeldes. Fuentes citadas por Reuters informaron también de que Obama ya ha autorizado el envío de algún armamento a la insurgencia.
En declaraciones a la cadena NBC News, Ben Rhodes, asesor adjunto en seguridad del presidente Barack Obama, subrayó, por su parte, que la Casa Blanca está “estudiando una amplia gama de tipos de ayuda que podemos ofrecer tanto a la oposición política como al Consejo Supremo Militar”, la dirección militar del principal grupo de la oposición siria
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