AFP / RT
Los gobiernos que espían a sus ciudadados trabajan mano a mano con las transnacionales. Esta colaboración no es otra cosa que fascismo global, según opina el escritor, periodista de investigación y fundador de 21CenturyWire.com, Patrick Hemmingsen.
"El Gobierno de EE.UU. a través de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) les entrega el dinero de los ciudadanos, pagadores de impuestos, para que estas empresas puedan ganar, concediendo a la NSA a cambio todos los datos de los usuarios", señala Hemmingsen.
"Esta alianza diabólica entre los gobiernos y las transnacionales puede definirse como fascismo, aunque el carácter global de estas operaciones puede requerir un nombre nuevo y especial", recalca.
Lo que ha permitido a las agencias tipo NSA actuar con tal impunidad es que los gobiernos han sacado partido a la paranoia después del 11-S, destaca el especialista.
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