domingo, 7 de julio de 2013

Externalización de la Sanidad en Madrid: escándalo mayúsculo


Ayer se completó el proceso de externalización de la gestión de los seis hospitales públicos de la Comunidad de Madrid. Discrepo de llamarlo privatización, ya que los hospitales siguen perteneciendo al sistema público de salud y lo que se ha hecho es adjudicar su gestión por 10 años a empresas privadas para su explotación, pagándoles por dicha explotación.

La Comunidad de Madrid ha afirmado que se ahorrará un 20% de los costes sanitarios (169 millones de euros al año) pero no se verán afectados los servicios sanitarios ni el personal (seguirán siendo los mismos profesionales). Pero para mi todo esto es un escándalo por un motivo muy simple: no ha habido competencia entre las empresas concesionarias.

¿Es la gestión privada más barata?

Generalmente se tiende a decir que la gestión privada es más eficiente que la pública. Los gestores privados tienen los incentivos para no derrochar el dinero, ya que se pretende obtener un beneficio, mientras que en la pública el dinero es de todos y se interpreta muchas veces por los gestores que eso equivale a que es de nadie. Por lo tanto en muchos casos la gestión privada es más eficiente (aunque todos hemos visto empresas privadas en que el dinero se gestiona como si no fuera de nadie, la verdad).

Ahora bien, en la sanidad la cosa es complicada. El gasto sanitario viene determinado por los tratamientos, las pruebas diagnósticas y los salarios de los profesionales. Es cierto que en España se han cometido errores muy graves en cómo se compraban los medicamentos, y centralizar la compra y hacerlo a través de un modelo competitivo entre empresas farmacéuticas es una buena idea.

Ahorrar el pruebas diagnósticas es peligroso, pues podemos empeorar la calidad sanitaria del servicio prestado. Y ahorrar en salarios profesionales lo veo complicado, pues en España no se paga mucho a los profesionales. Se les puede apretar más, como en las empresas privadas, pero siendo un sector en auge en Europa existe un riesgo importante a que huyan en desbandada a otros países.

Por lo tanto veo complicado ahorrar en gasto sanitario sin deteriorar los servicios prestados. El 20% que asegura la Comunidad de Madrid me parece muy optimista. Desde luego si se reduce en esa cantidad en gasto vamos a ver deteriorados los servicios sanitarios prestados (las empresas concesionarias van a racanear en pruebas, hospitalizaciones, etc.).

Y es que es complicado ahorrar. El gasto sanitario público en España (en porcentaje delPIB) está en la media de la OCDE, y sobre todo, esta media no tiene mucha varianza. Si quitamos por arriba a países muy generosos y por abajo a los que están en vías de desarrollo o tienen un sistema privado más importante, no hay mucho donde ahorrar sin deteriorar los servicios. Y a fin de cuentas, el sistema funciona bastante bien, tenemos una de las esperanzas de vida más altas del mundo.
¿Por qué la Comunidad de Madrid hace este movimiento?

La Comunidad de Madrid tiene dos motivos para hacer este movimiento. El primero es claramente ideológico, los partidos del PP que gobiernan desde hace casi veinte años son muy partidarios de la gestión privada de servicios públicos. El segundo es presupuestario: la recaudación se ha reducido mucho con la crisis y el gasto sanitario es muy importante en su presupuesto, y además tiende a incrementarse por el envejecimiento de la población.

El problema de fondo es el de siempre, la financiación autonómica. Las Comunidades tienen unas competencias muy enfocadas al gasto social (Sanidad y Educación) pero nula capacidad recaudatoria (básicamente viven de las transferencias). Una Comunidad Autónoma no tiene margen de maniobra para reestructurar el sistema impositivo para adaptarlo a las nuevas necesidades de su gasto. Así que en la Comunidad de Madrid toman la calle de en medio e intentan reducir el gasto sanitario de esta forma. Y deciden sacar a concurso la gestión de seis hospitales de gestión directa hasta la fecha.
El escándalo

Llega el día de presentar las ofertas y nos encontramos con el siguiente panorama: se presentan tres empresas y, oh, casualidades de la vida, no hay ninguna oferta competitiva. Es decir, donde se presenta una empresa no se presenta otra. Y resulta que para cada hospital sólo hay una oferta.

Obviamente ha habido un pacto entre estas empresas, y si puede haber un pacto sobre dónde presentarse también puede haber un pacto de precios. Y esto es un escándalo mayúsculo. Si de verdad lo que quiere hacer la Comunidad de Madrid es reducir costes entonces la forma de plantear el concurso ha sido un error. La solución obvia, declarar desierto el concurso y convocar otro que obligue a competir a las empresas.

Pero no. Ayer la mesa de contratación adjudicó cada centro a la única empresa que presentó oferta. ¿Qué queremos de verdad? ¿Reducir costes o simplemente externalizar por ideología? ¿Cuál es el fin? ¿No es la externalización un medio para obtener gastos más bajos? Parece que no.

Si ya era polémica la reducción de costes por externalización de gestión, si además no hay competición entre empresas privadas, el escándalo está servido. La Comunidad de Madrid ha cometido un error muy grave (esperemos que no de forma intencionada).

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