La cultura calima, es un conjunto de antiguas culturas que habitaron el departamento del Valle del Cauca y que no cohabitaron de manera simultánea.
Las excavaciones, estudios y hallazgos de piezas de orfebrería y cerámica indican que la región estuvo densamente poblada y que fue un importante centro de orfebrería, puesto que sus habitantes conocieron avanzadas técnicas para el trabajo del oro. Según parece, el fácil acceso al Valle del río de Cauca y a la costa pacífica, convirtió esta región en centro de intercambio indígena.
Cuando el conquistador Jorge de Robledo llegó en el año 1540 al Valle de Cauca, en Colombia, la cultura que allí se asentaba, en franca decadencia, huyó hacia las montañas con grandes cantidades de oro, piezas de oro con gran valor sentimental.
Eran los recuerdos de sus antepasados, piezas de gran belleza y prodigiosamente labradas, una perfección que no sería igualada en los siglos venideros. Sus antepasados lo labraron así en honor a sus dioses, piezas que hoy día serían catalogadas de “Imposibles” por el trabajo tan fino que lleva sobre el noble metal.
Aquellas piezas fueron escondidas y los españoles no tuvieron acceso a ellas. Se salvaron 140 de ellas, 140 piezas labradas por los antiguos Quimbayas que llegaron a España en 1892 para ser admiradas con motivo del IV Centenario del Descubrimiento de América.
El origen de los Qumbayas hemos de buscarlo en el Valle de Cauca, hace 9000 años. Aparecieron las primeras culturas, la Tolima y la Calima, desconocidos casi, los Quimbayas, sobre los que se tienen aún más desconocimiento… Sólo que tenían una definida jerarquía social que sólo distinguía entre esclavos o caciques… En los estudios realizados sobre los quimbayas incluso se les ha tildado de practicar el canibalismo o de organizar auténticos descuartizamientos entre sus enemigos, disecaban sus cabezas y las exponían empaladas…
En el 500 a.C., comenzó su madurez como cultura, pero a partir del 900 d.C, se perdió gran parte de su saber y comenzó su decadencia. La llegada de los españoles lo aceleró todo…
Los comerciantes y buscadores de oro hallaron piezas de esta antigua cultura y fundieron, también los españoles, en lingotes de oro más manejables para embarcar hacía España. Es en este país donde se encuentran la mayor parte de las piezas dignas de ser admiradas: máscaras, estatuillas…
Representan dioses, con forma humanoide, de morfología extraña… De extraños rasgos…. Los especialistas dicen que sin dudas se trata por el consumo de coca (hoja) que llevaban a cabo mientras trabajaban el oro… Aquella coca producía un éxtasis alucinógeno que le hacían están en “contacto” con los dioses… Seres de extraños rasgos, más propios de hindúes que de aquellas latitudes americanas.
Heine Gledern ha identificado fuentes orientales en su tallado… Otros como Erich Von Daniken la prueba de las visitas “de seres de fuera” y su semilla…
Curiosamente a los Calima se les atribuye las figuras que representan “aviones”, y extrañamente eran los vecinos naturales de los Quimbayas… ¿Acaso podrían volar? ¿Representaban los que habitualmente veían? Aquellos aviones son aerodinámicos y “perfectos” en un túnel de viento…
Podrían volar…
Pero el principal misterio es su capacidad para trabajar el oro, en una sola pieza…Su perfección no ha podido ser igualada por nuestros modernos joyeros con su alta tecnología…
¿Cómo es posible?
Amén de la aleación de oro usada: 81´5% de pureza…, el 18´5% restante es cobre…¿Cómo es posible? Para trabajarla necesitaban de hornos imposibles en la época y sin embargo lo trabajaban, pese a que la aleación resultante es de extrema dureza…
Hay más de 20 piezas de este tipo, algunos han sido calificados como representaciones de pájaros, otros como representaciones de insectos. Pero, uno mas inquietante aún, si nos fijamos en el centro de la colección hay una figura con ¿Hélice? ¿Alguien imagina a un pájaro o a un insecto con hélice?
Se han realizado pruebas aerodinámicas y de vuelo reales con algunas de estas formas y se ha demostrado con éxito que son perfectamente capaces de volar. Para esto se construyó un modelo a escala con el mismo diseño del insecto avión, al ensayarlo, este voló de maravillas.
Lo que alguna vez fue considerado una pieza de orfrebría vuela como una aeronave del siglo XXI. ¿Podría esto demostrar que los aparatos voladores tienen un origen más atiguo al de los hermanos Wrigt?
A fecha de hoy, en pleno siglo XXI la cultura Quimbaya sigue siendo un misterio.
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