Francisco ha citado a todos los jefes de la Curia y en apenas tres semanas se reunirá con el consejo de cardenales: llega la reforma de la Curia.
Reunión del Papa con la Curia este martes | EFE
El verano va tocando su fin y el Papa Francisco, a pesar de que no se ha tomado vacaciones, ha comenzado el curso con fuerza. La esperada reforma de la Curia de la que se ha venido hablando antes incluso de que se produjera el Cónclave que le eligió como Pontífice va tomando ya forma.
Francisco se ha tomado unos meses para conocer, valorar, intercambiar opiniones y a partir de ahí decidir. Para ayudarle en esta reforma eligió un consejo de cardenales para asesorarle en esta reforma. Purpurados de distintas partes del mundo y también del Vaticano que ofrecerán todas las visiones sobre un asunto que se ha convertido en capital en la Iglesia Católica.
La reforma comenzó de manera muy suave con los nombramientos de cargos de nivel intermedio en distintos cargos de la Curia y continuó con el bombazo, aunque esperado y previsto, de la salida del cardenal Bertone como secretario de Estado y la llegada de Pietro Parolin, hasta ahora Nuncio en Venezuela.
Escuchar y observar a la Curia
Este martes se ha dado un paso más y el Vaticano ha informado que en la Sala Bolonia del Palacio Apostólico ha tenido lugar una reunión extraordinaria del Papa con todos los jefes de los dicasterios de la Curia romana así como con el presidente de la Gobernación vaticana y el cardenal vicario de Roma.
En este sentido, la nota de la Santa Sede afirma que Francisco ha aprovechado estos meses para reunirse en "amplios coloquios" de manera individual con cada uno de los jefes de la Curia y ahora ha querido encontrarse con todos ellos aprovechando que se cumple el sexto mes de su Pontificado.
El propio Vaticano ha dado un punto ya muy comentado pero clave: las congregaciones preparatorias del Cónclave. En ellas, los cardenales incidieron sobremanera en la reforma de la Iglesia y sobre el Gobierno de la Iglesia. De este modo, el Papa ha escuchado las opiniones y consejos de los jefes de los dicasterios a raíz de lo que se trató antes del Cónclave.
Una de las críticas más escuchadas en los últimos años ha sido el papel del secretario de Estado. Bertone fue acusado por querer controlar todo y hacer de cuello de botella con el Papa, es decir, antes de que cualquier asunto pudiese llegar a Benedicto XVI o fuese a ser publicado tenía que pasar por sus manos.
Consejo de cardenales
Pero la reunión celebrada este martes en el Vaticano es sólo un pequeño episodio previo a otro punto si cabe aún más importante por su novedad. El 1, 2 y 3 de octubre se reunirá con el Papa el consejo de cardenales que deben asesorarle.
Durante estos meses estos purpurados han ido recopilando información, datos y opiniones para elaborar un documento de trabajo. El coordinador es el cardenal hondureño, Óscar Rodríguez Madariaga. El pasado mes de agosto indicó que "nuestro trabajo en este momento ha sido recolectar material" y adelantó que numerosos obispos, sacerdotes y laicos están enviando sus aportaciones.
Así cada uno de los cardenales del consejo está recogiendo por continentes así como por las conferencias episcopales. Una vez reunidos y con todas las propuestas, los cardenales se reunirán durante tres días con el Papa para tratar esta reforma que puede suponer un cambio histórico en la Iglesia.
Junto a esto hay otros pequeños asuntos que igualmente irán marcando el Pontificado de Francisco. Por un lado, la convocatoria de un consistorio para la creación de nuevos cardenales. Hecho que se espera en breve y que irá modelando el colegio cardenalicio.
Por otro lado, otro hecho muy importante se muestra clave en el Pontificado, los nombramientos episcopales, hecho que a corto plazo afecta sobremanera a España, con las cercanas salidas de los cardenales Rouco Varela y Martínez Sistach de Madrid y Barcelona, respectivamente. Una auténtica revolución eclesial en España, que implicará otros movimientos episcopales.
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