Arnon Milchan compaginó su labor en el cine con el tráfico de armas y la investigación de programas nucleares ofensivos.
El productor Arnon Milchan, responsable de títulos tan emblemáticos como Pretty Woman, JFK, Heat, L.A. Confidential, El Club de la Lucha o Brazil, ha explicado que aprovechó gran parte de su estancia en Hollywood para comprar armas y equipo en nombre del Gobierno israelí, según explicó al programa Uvda, del Canal 2 israelí, el pasado lunes.
Milchan, fundador de la New Regency, colaborador de directores como Leone, Scorsese o Polanski y cuya fortuna personal se estima en 4.200 millones de dólares, llegó a reconocer que aprovechó su influencia en Hollywood para comprar uranio al régimen sudafricano del Apartheid. El productor es también responsable de 12 Años de Esclavitud, un alegato contra el esclavismo racial en Estados Unidos, y un film que financió, “quizás”, explica, para compensar esa decisión.
El productor estuvo acompañado por Robert De Niro. “Yo lo sabía”, declaró el actor. “Me contó en su momento algo relacionado con esas pequeñas cosas que activan una cosa nuclear”, declaró el actor [en posible referencia a "goddamn fucking detonadores nucleares". Esto último es cosa mía].
© Channel 2
El ejecutivo reconoce así finalmente la información revelada hace dos años por los escritores Meir Doron y Joseph Gelman en su libro “Confidencial: La vida del agente secreto convertido en magnate de Hollywood, Arnon Milchan”, en la que indicaron que el productor era miembro de la ahora desaparecida Oficina de Relaciones Científicas, también conocida como el Lekem, una agencia clandestina centrada en la recogida de información para programas secretos de defensa, entre ellos la investigación para el supuesto programa de armas nucleares de Israel, un estado que nunca ha declarado oficialmente la posesión de armas atómicas, si bien es algo que la comunidad internacional da por hecho.
“Lo hice por mi país y estoy orgulloso de ello”, declaró Milchan, quien aseguró que otros integrantes de la industria de Hollywood estaban implicados en estas labores de Inteligencia y el tráfico de armas, entre ellos el fallecido director Sydney Pollack.
“En Hollywood, a nadie le gusta trabajar con un traficante de armas, por motivos ideológicos, con alguien que vive de la venta de armas y de matar. En lugar de hablar con alguien sobre el guión, terminaba explicando durante media hora que no soy un traficante de armas”, indicó en comentarios recogidos por The Guardian.
Milchan menciona que Pollack también estuvo implicado, según otra parte de la entrevistarecogida por The Times of Israel. “Sabía en lo que se metía, pero no quería asustarle porque era americano. Podría haber dicho que no. De hecho, dijo que no muchas veces. Tantas como dijo que sí”, explicó el productor.
Escrita por: Rafa Martín | 26 noviembre | 5:39 PM
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