La temporada de mágica y profunda oscuridad se inicia en la tradición celta con el Samhain. Los misterios relacionados con este intervalo no sólo se pueden remontar a las culturas germánicas y nórdicas, sino también a las costumbres de la antigua Roma, así como la India, Japón y China.
Para la tradición celta, el tiempo que transcurre desde Samhain hasta Yule es el tiempo del no-tiempo, donde los velos son tan frágiles que podemos movernos entre los mundos.
En este momento en que "los poderes de la luz luchan con los poderes de las tinieblas" (mito del Rey acebo y Rey roble) miramos hacia atrás reflexionando sobre el viejo ciclo que termina y nos preparamos para aventurarnos en el nuevo.
Durante este tiempo Odin, que sacrificó uno de sus ojos en el Pozo de la Sabiduría para la compresión, monta la tormenta con su ejército de los muertos y revuelven la fertilidad de la tierra hasta que llega el día del nuevo año (6 de Enero, fin de las Noches Sagradas). Entonces, viajaran de nuevo a las montañas hasta el próximo otoño.
La Madre Holle, tambien viaja a la Tierra en su aspecto de Hel (Diosa del Inframundo) para llevar a cabo su propia caceria salvaje, retornando las almas de los niños no nacidos y bendiciendo a las mujeres con el don de la maternidad y la familia. Holle es una diosa del hilado por lo que se asegura de que vivimos y crecemos de acuerdo a nuestro destino. Ella comprueba que todo está bien cuidado manteniendo el orden cósmico.
Las 12 Noches Sagradas comienzan con la Noche de las Madres o Modranight (24 de Diciembre) momento en que la Diosa Tierra, da nuevamente a luz a su hijo, el Dios Sol, que renace y comienza a crecer y hacerse cada vez mas presente y mas fuerte. Estas Noches Sagradas son consideradas el "tiempo medio entre los años" y representan la diferencia de dias entre el año lunar y el año solar. El sol y el tiempo parecen haberse detenido. El viejo año aún no se ha ido, y el nuevo aún no es lo suficientemente fuerte. Un momento entre tiempos, entre mundos, entre dimensiones...particularmente salvaje y lleno de misterio y magia poderosa.
Nuestros antepasados celebraban estas 12 Noches manteniendo una hoguera encendida como símbolo de fe y acto de contribución para que el Sol renazca nuevamente y con fuerza sobre la Tierra. Más tarde, los romanos absorbieron esta tradición y la convirtieron en la celebración de Saturnalia, festividad en la que todavía se mantenía el culto al Sol a través del Dios de la agricultura y la cosecha, Saturno (Cronos), para que este retornase a la Tierra el "Reino bendecido". Más tarde, los cristianos, adquirieron esta festividad y la convirtieron en lo que hoy conocemos como Navidad, llevando al olvido el ritual y culto original de las 12 Noches Sagradas y convirtiéndolo en un único día de culto en el que se celebraba el nacimiento de Jesus.
Si deseas re-conectar de nuevo con la magia y el misterio de esta ancestral celebración, te invito a mantener una vela encendida durante los 13 días y las 12 noches sagradas para manifestar tu contribución al re-nacimiento del Dios Sol.
Bendiciones!!!!!
Erika Falcón.
Sacerdotisa de la Diosa.
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