Las constantes victorias del Ejército sirio en su lucha contra los grupos terroristas agolpados en el país y el creciente poderío militar de Damasco, han obligado al Gobierno turco a modificar su política antisiria, declaró este miércoles el diario turco “Taraf”.
El rotativo, en un informe, explica que contrario al apoyo denodado que brindaba Ankara a los mercenarios extranjeros en Siria, actualmente, se ven señales de cambio en las estrategias turcas hacia su vecino árabe.
Claro ejemplo de ello: las recientes medidas aplicadas por Turquía para impedir la infiltración de elementos extremistas desde su territorio al suelo sirio.
“Taraf” deploró que el Ejecutivo de Ankara, desde el inicio del conflicto sirio, ofreciera abiertamente apoyo financiero o logístico a los terroristas. Incluso amparó a las pandillas armadas, entre ellas, el Frente Al-Nusra, afiliada a Al-Qaeda, en particular tras los amplios avances de las tropas sirias.
Todas estas medidas- según Taraf- hicieron que cayera una lluvia de críticas contra Ankara por parte de sus aliados occidentales.
El texto agregó que Turquía había realizado toda esa escalada antisiria, bajo la esperanza de que un día, los grupos terroristas lograsen derrocar al presidente, Bashar al-Asad.
El lunes, el diario “Habertürk” que citó un informe de los servicios secretos turcos, comunicó que Turquía arrestó y deportó en 2013 a unos 1 100 ciudadanos europeos que estaban de camino a Siria, donde se iban a adherir a grupos radicales enfrentados al Gobierno de Al-Asad.
El Ejército turco sólo en los últimos tres meses, indica Taraf, ha reforzado sus controles aéreos y terrestres para evitar la introducción de elementos extremistas en el país y luego a Siria. Y en esta línea coopera con la Interpol (Organización Internacional de la Policía Criminal).
Concluyó el informe señalando que ya es demasiado tarde para la modificación de la estrategia ante la crisis siria por parte de Ankara, ya que en un futuro próximo Turquía tendría que ser testigo del flujo de terroristas fracasados hacia su territorio.
Siria, desde mediados de marzo de 2011, además de tener que hacer frente a los terroristas, sufre la injerencia de algunos países occidentales y regionales, entre ellos, Turquía, Arabia Saudí y Catar, que, a través de un apoyo financiero, armamentístico y logístico, buscan propiciar el terreno para derrocar al Gobierno de Damasco.
Los informes disponibles, revelan que además de Turquía, el país árabe de Catar también, está tratando de cambiar su política hostil hacia Damasco.
En esta misma línea, se informaron este martes reuniones secretas mantenidas por la oficina del emir de Catar, el sheij Tamim bin Jalifa Al Zani, para abordar un probable cambio político del país del Golfo Pérsico hacia la nación siria.
Entre los asuntos más destacados abordados en esa reunión, se encuentran suspender la propaganda antisiria difundida por el canal catarí de noticias Al-Yazira, cortar el apoyo financiero y logístico de Doha a los grupos salafistas, respaldar la celebración de la Conferencia Ginebra II, sobre la paz en el país árabe, y la participación de Catar en la reconstrucción de infraestructuras en Siria.
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