jueves, 13 de febrero de 2014

El Misterio de los Chamanes Perdidos "Al Sulaba"

Teorías sobre su origen

Entre las tribus nómadas de la Península Arábiga hay una tribu peculiar que son los que más saben de los desiertos de la Península, oasis, wadis, colinas y montañas, así como sus animales y plantas. 

Esta tribu, llamada Al Sulaba, es la más extendida en aquellas partes, y la más capaz de cruzar los llanos áridos. Algunos los llaman los beduinos de Al Sulban (es decir, los cruces) o Al-Khlawiyah (un nombre derivado de khala, lo que significa desierto, lo que implica una comparación con los perros parias). 

A pesar de sus prodigiosas habilidades, la tribu es humilde, pequeña en número, de débil resistencia, baja en estatus, y de modesto origen ancestral. De hecho sus orígenes no se conocen entre los árabes (que decir que es, en la cultura árabe, un insulto). 

La tribu no tiene ningún territorio tribal o deereh, o un país en el desierto en el que habitan. 

Sus ramas se extienden desde el desierto sirio en el norte (alrededor de Palmyra) a Mosul y al desierto del sudeste de Irak, a Najd y al extremo sudoeste de Hijaz en la contemporánea Arabia Saudita, y en Dahna más allá de Kuwait.

La primera referencia literaria a ellos fue por Suleiman Al-Bustani, que publicó una conferencia en Al-Muqtataf, en la que dividió a los nómadas en tres categorías:

los beduinos

los semi-beduinos

los beduinos de beduinos

A los Sulaba los puso en la tercera categoría, y lanzó la teoría de que descienden de los cruzados (Al-Salibiyeen en árabe), después de que los mamelucos los derrotaron losy dispersaron. 

Al-Bustani hizo una segunda y más extensa referencia a Al-Sulaba en el 11º volumen de Da'erat Al Ma'aref, una enciclopedia publicada por Butrus Al-Bustani en 1911. 

En este texto él defiende la teoría de que descienden de los cruzados.

El primer escritor extranjero en referirse a esta tribu fue W. Pierre, en la enciclopedia islámica, quien afirmó que son árabes los que se convirtieron al Islam en un período de retraso, y que sus costumbres y humilde estado indican que fueron víctimas de un viejo desastre. 

Antropólogos franceses durante el mandato sobre Siria y el Líbano desarrollaron la teoría de que los Al-Sulaba son de un origen racial no árabe, posiblemente indio, probablemente traídos a Bagdad como músicos para un califa abasí. 

Se cree que se dispersaron en el desierto para escapar del ataque de Tamerlán en Bagdad. 

Esta teoría se basa en algunas de las expresiones de Al-Sulaba que están cerca de algunos dialectos indios, que algunos de sus mitos son similares a los del libro Las mil y una noches, y porque muchos de sus clanes viven cerca del Golfo. 

Curiosamente, los primeros viajeros, como Karsten Neibuhr, que visitaron Al Hijaz y Yamen, y viajeros anteriores no hicieron referencia a esta tribu, lo que parece sugerir que Al-Sulaba no existía antes de esta fecha. 

El primer viajero que se refirió a ellos fue John Burkehardt, quien los describió como una tribu del norte, que no criaban caballos ni camellos, cuyas tiendas son raídas, y que cazan para alimentarse, confiando en otras tribus para la pólvora, o los medios para comprarla. No hizo referencia de que son extracción india. 

Sir Richard Burton, cuyo viaje se llevó a cabo en 1853, se refirió a ellos por el nombre Khlawiyah, pero no se refirió a ellos como siendo de origen Cruzado, ni siquiera que son cristianos. Dijo que eran despreciados como la tribu de Haytam que habita alrededor de Yanbu, y que trabajan como caldereros y criadores de perros de caza Saluqi y burros que ellos intercambian como dotes para sus mujeres, lo que les hace objeto de oprobio entre los beduinos. 

La primera persona que sugirió la posibilidad de un origen cristiano era el viajero Inglés William Belgrave que viajó en la península en 1862, y quien publicó el libro de sus viajes en 1866. 

Se refirió a ellos en el transcurso de su libro sobre medicina y marcado entre los beduinos, refiriéndose a ellos como los curanderos más hábiles entre los beduinos. Postuló que no eran de origen árabe, y que afirmaban ser un pueblo del norte, que recibió el apoyo a causa de su piel blanca y hermosos rasgos, así como por su espontaneidad, en oposición a la naturaleza sospechosa de sus compañeros habitantes del desierto. 

Sostuvo que sus nombres y costumbres son cristianos, pero no sugirió un origen Cruzado. 

Otros viajeros creyeron que son Gitanos, y describieron su migración anual a finales de invierno a través del Éufrates para cazar burros salvajes con el fin de criarlos y cruzarlos con sus propios rebaños. 

A diferencia de Belgrave, otros viajeros europeos describen a los Al-Sulaba como muy feos en apariencia, viviendo como parásitos que reclaman ser pobres a pesar de ser ricos, pero entierran su dinero para conservarlo, y se ganan la vida mendigando, apostando y cazando. El desprecio que se les tiene les permite tener libertad de movimiento, sin obstáculos por las fronteras nacionales o tribales, y les ahorra de pagar impuestos, ya que nadie se digna a solicitarlo de ellos. 


Una de las descripciones más elocuentes de los Al-Sulaba fue dado por Lady Anne Blunt, quien describió a dos jóvenes de la tribu como de gran belleza, con unas caras perfectamente formadas, ojos almendrados, dientes blancos, y la piel como el marfil pulido. 

También describió a una mujer de un metro de altura y una niña como las criaturas más encantadoras que había visto nunca. Ella les muestra como un siendo de muy corta estatura, pero perfectamente proporcionados, con manos y pies pequeños, con una extraña sonrisa como aquel que tiene miedo, y una mirada de sorpresa en sus ojos que hace que se vean más como criaturas salvajes en lugar de seres humanos. 

Lady Anne deduce que los Al-Sulaba son ni gitanos, ni árabes, sino que tienen su origen en la India , como los gitanos. 

Un viajero posterior, William Writ buscó sus orígenes en la Península Arábiga. Él lanzó la teoría de que escaparon del asedio de los Karbala, dejando a sus compañeros de armas para ser masacrados. Desde entonces, fueron maldecidos y se mantienen en la vergüenza, a la par con las mujeres. 

En consecuencia, se les considera indignos de montar a caballo o incluso de poseer caballos, siendo sus monturas confinadas a los burros. 

Según esta teoría, pertenecen a la fe ismaelita. A diferencia de otros habitantes del desierto, escribe Writ que no guardan rencor a nadie, y que no son traicioneros. En lugar de caer en guerras tribales e incursiones, viven de la caza y de la crianza de burros. 

Uno de los documentos más autorizados sobre la Sulaba es el estudio del antropólogo Henry Field quien realizó estudios cefálicos en diversas tribus y los pueblos del Oriente Medio. Él estudió más de un centenar de Sulabas que vivían alrededor de Kuwait, y comentó que ellos constituyen un grupo aparte, en gran parte debido al desprecio que sus vecinos árabes les tienen, lo que les impide mezclarse e interactuar con otros. 

Se dio cuenta de que tienen largas cabezas estrechas, con ojos negros, pero no le han permitido realizar mediciones de la cabeza.

Costumbres y tradiciones

Los propios Al Sulaba afirman que su nombre se deriva de la palabra SALB (que significa rígido o duro), que sostienen que es una indicación de que ellos son los primeros de los árabes. 

Ellos también afirman ser el pueblo escogido de Dios, a pesar de todos los demás árabes los desprecian extremadamente.. 

Entre sus peculiares costumbres en bodas y circuncisiones es erigir una cruz de madera cubierta con un paño rojo y decorado con plumas, que simboliza una invitación a la tienda de la persona que celebra. 

En estas ocasiones, los hombres y mujeres jóvenes forman dos líneas opuestas entre sí, y bailan alrededor de la cruz, acercándose unos a los otros hasta que casi se tocan, y a los hombres se les permite besar los hombros de las mujeres en el curso de la danza. 

Los Al Sulaba sólo se casan entre sí, por acuerdo entre la novia y el novio, y después del consentimiento de los padres. Ningún beduino se dignaría a casarse con una mujer de esta tribu, aunque muchos admiten que las mujeres Al-Sulaba son las más bonitas en el desierto. .

En los funerales y en la oración, también tienen diferentes costumbres de otros beduinos. Llevan a cabo su peregrinación, no a La Meca, sino a Harran en Irak. Algunos de sus hombres mantienen sagradas escrituras similares al Antiguo Testamento, escritos en caldeo o asirio. 

Ellos veneran la estrella del norte que llaman Jahya que es el punto de referencia constante que guía a los viajeros. También veneran a otra estrella en el Capricornio. Para mostrar su reverencia permanecen de pie frente a la estrella, con los brazos extendidos, a modo que el cuerpo se asemeje a una cruz. 

Los Al Sulaba son cazadores maestros, en particular los ciervos, que cazan por la comida y por su piel, con la que se visten. 

Pero el suplemento de esta dieta con dátiles, langosta, y prácticamente cualquier cosa que encuentren. A diferencia de todos los monmotheists, los Al-Sulaba comen carroña, sangre y carne de perro. 

Ellos tienen un método peculiar de cazar venados. Se cubren con piel de venado y siguen a la presa en cuatro patas hasta que está al alcance de sus rifles.

A veces su disfraz les permite acercarse lo suficiente como para capturar vivo al animal.

por Rami Sajdi
1997
traducción de Adela Kaufmann

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