Me complace compartir con todos vosotros la crónica militar, que en mi humilde opinión, es de las que más bien relatan las extrañas desapariciones que durante la historia los seres humanos han ido documentando de forma fiable.
No se trata de la desaparición de cuatro o cinco personas, se trata de la desaparición de todo un regimiento y esta relatada por militares con nombre y apellido que fueron testigos presenciales de todo lo que ocurrió.
Aconteció durante la I guerra mundial el 20 de agosto de 1915 en Turquía.
El ejército británico se encontraba ceca del famoso paso de los Dardanelos, llevando a cabo una campaña intensiva contra los turcos y el regimiento conocido como “Primer Cuerpo de Norfolk”, se dirigía al combate. Debían situarse en una colina…, pero algo inesperado sucedió.
El ejército británico se encontraba ceca del famoso paso de los Dardanelos, llevando a cabo una campaña intensiva contra los turcos y el regimiento conocido como “Primer Cuerpo de Norfolk”, se dirigía al combate. Debían situarse en una colina…, pero algo inesperado sucedió.
El informe que reproducimos a continuación, fue redactado por tres testigos presenciales de la desaparición masiva: F. Reichart, R. News y J.L. Newman; los tres miembros de la Sección de Zapadores de un cuerpo militar formado por australianos y neozelandeses. Ellos lo vieron todo porque se encontraban detrás del regimiento de Norfolk.
Esta es la reproducción integra de su relato:”El día amaneció sin ninguna nubosidad, excepto seis o siete nubes en forma de “hogaza”, todas exactamente iguales, que flotaban sobre la colina.
A pesar de una brisa del Sur de 7 a 9 Km/h., las nubes no cambiaron de forma ni de posición.
Se mantenían en una elevación de unos 60 grados, vistas desde nuestro punto de observación, situado a unos 150 mts. de altura.
Directamente sobre la tierra y por debajo de aquel grupo, había otra nube de forma similar, también inmóvil, que medirla unos 240 mts. de longitud, 60 de anchura y otros tantos de altura.
A pesar de una brisa del Sur de 7 a 9 Km/h., las nubes no cambiaron de forma ni de posición.
Se mantenían en una elevación de unos 60 grados, vistas desde nuestro punto de observación, situado a unos 150 mts. de altura.
Directamente sobre la tierra y por debajo de aquel grupo, había otra nube de forma similar, también inmóvil, que medirla unos 240 mts. de longitud, 60 de anchura y otros tantos de altura.
Era una nube absolutamente densa, de estructura casi sólida. Todo ello fue observado por 22 hombres de la sección número 3 de la compañía de campo número 1 NZE, desde nuestras trincheras en Rhododendronspur, aproximadamente a 2.500 mts. al Suroeste de la nube en Tierra. Nuestro punto avanzado de observación se encontraba a unos 100 mts. por encima de la colina.
Como luego se comprobó, aquella densa nube cubría un torrente seco o camino hundido (Kaiajik dere) y nosotros podíamos ver perfectamente sus costados y sus extremos, descansando sobre el terreno. Entonces vimos un regimiento británico, el primer cuerpo de Norfolk, compuesto de varios centenares de hombres, que ascendía por el camino o torrente hacia la colina.
Como luego se comprobó, aquella densa nube cubría un torrente seco o camino hundido (Kaiajik dere) y nosotros podíamos ver perfectamente sus costados y sus extremos, descansando sobre el terreno. Entonces vimos un regimiento británico, el primer cuerpo de Norfolk, compuesto de varios centenares de hombres, que ascendía por el camino o torrente hacia la colina.
Al parecer acudían en refuerzo de las tropas que allí estaban. Al llegar donde estaba la nube, penetraron directamente en ella, sin ninguna vacilación, pero nadie salió por el otro extremo, para desplegarse y luchar en la colina.
Al cabo de una hora aproximadamente, cuando el último hombre de la columna hubo desaparecido en su interior, la nube se levantó del suelo y, como una niebla cualquiera, ascendió lentamente hasta unirse con las otras nubes similares, mencionadas al principio de esta declaración.
Al cabo de una hora aproximadamente, cuando el último hombre de la columna hubo desaparecido en su interior, la nube se levantó del suelo y, como una niebla cualquiera, ascendió lentamente hasta unirse con las otras nubes similares, mencionadas al principio de esta declaración.
Durante todo aquel tiempo, el grupo de nubes había permanecido inmóvil en el mismo sitio, pero cuando la singular nube terrestre, hubo alcanzado su nivel, todas se alejaron hacia el Noroeste, es decir, hacia Tracia (Bulgaria).
En cosa de tres cuartos de hora, habían desaparecido de nuestra vista.
El mencionado regimiento fue dado por perdido o capturado y cuando Turquía se rindió en 1.916, lo primero que pidió Gran Bretaña, fue su devolución. Pero, los turcos replicaron que james lo habían capturado, que no habían tenido ningún contacto con él, y ni siquiera sabían que existiese.
En el período de 1.914-1.916, un regimiento británico podía tener de 1.000 a 4.000 hombres. Nosotros, los que observamos el incidente, damos fe de que Turquía no lo capturó ni entró en contacto con él.”
En el período de 1.914-1.916, un regimiento británico podía tener de 1.000 a 4.000 hombres. Nosotros, los que observamos el incidente, damos fe de que Turquía no lo capturó ni entró en contacto con él.”
Hasta aquí este corto, pero impactante relato. Las nubes de este relato, está claro de que no eran muy habituales.
Las nubes misteriosas y los carros de fuego voladores han estado presentes en todas las historias y tradiciones de todos los pueblos de la tierra.
No hay ningún pueblo que se salve, todos ellos han visto descender de los cielos objetos, para al cabo de un rato ascender y desaparecer.
Lo que en esta ocasión, en la ascensión se llevó de paseo a todo un regimiento,…. Un paseo muy largo, ya han pasado más de 100 años y aún no han regresado y para más INRI el relato está documentado.
Las nubes misteriosas y los carros de fuego voladores han estado presentes en todas las historias y tradiciones de todos los pueblos de la tierra.
No hay ningún pueblo que se salve, todos ellos han visto descender de los cielos objetos, para al cabo de un rato ascender y desaparecer.
Lo que en esta ocasión, en la ascensión se llevó de paseo a todo un regimiento,…. Un paseo muy largo, ya han pasado más de 100 años y aún no han regresado y para más INRI el relato está documentado.
Si alguien tiene una explicación lógica a lo relatado, agradeceríamos su aporte. Las familias de tantos soldados desaparecidos sin combatir, se lo agradecerán, de por seguro.
Paz para todos
Johnny McClue
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