Expertos estadounidenses han advertido que la planta nuclear de Diablo Canyon podría sacudir el estado de California (EE.UU.) con un “Fukushima a la americana” en un futuro cercano, si no se toman medidas de inmediato.
Los analistas señalan que el colapso catastrófico de la central nuclear de Fukushima en marzo del 2011 en Japón que, según ellos, cambió de manera irreparable el estado del planeta para el futuro cercano, está envuelto en encubrimientos burocráticos y desinformación respaldada por el Gobierno nipón. Y ahora sin entender todo el peligro que guarda la planta nuclear dañada, la humanidad puede enfrentarse a una catástrofe nuclear aún más destructiva.
Así, los expertos nucleares de alto nivel, entre ellos Michael Peck, un inspector nuclear federal, han pedido a la dirección de Diablo Canyon en un informe confidencial detener el funcionamiento de la planta nuclear hasta que comprueben que es capaz de sobrevivir a un terremoto de gran alcance.
En un estudio de 42 páginas Michael Peck afirma que la planta, con sede en California construida cerca de tres líneas de fallas geográficas en una zona de inestabilidad sísmica y que proporciona electricidad para más de 2,2 millones de personas en el estado más grande de EE.UU., ya ha sufrido varios fallos significativos. Denuncian que esos incidentes fueron más peligrosos de lo que se pensaba y ya pusieron en entredicho la seguridad de la central.
El informe confidencial fue difundido por AP justo después del terremoto de magnitud 6,0 que sacudió el norte de California el 24 de agosto, hiriendo a decenas de personas y causando más de 1.000 millones de dólares en pérdidas materiales. Los temores de que ese sismo fuera solo un precursor de un terremoto realmente fuerte han avivado una vez más el debate sobre la capacidad de la infraestructura obsoleta de California para resistir un desastre natural.
Los expertos señalan que los habitantes de la región en general ni siquiera están al tanto de lo que realmente está pasando, ya que las autoridades del país no hablan de la amenaza real a la que se enfrentan a nivel nacional e internacional.
Así, por ejemplo, según una encuesta realizada por los periodistas estadounidenses, los californianos no tienen ni la menor idea de cómo prepararse para una fusión nuclear. En cambio, los funcionarios del Gobierno fueron descubiertos en febrero de este año comprando 14 millones de dosis de yodo, justo después de que comenzaron a surgir informes sobre otra posible crisis en la planta de Fukushima, cuya radiación podría alcanzar la costa este de EE.UU. Las dosis adquiridas, por su parte, solo eran suficientes para los funcionarios y empleados federales, sin embargo, el resto de ciudadanos se verán obligados a protegerse por sí mismos sin estar informados de la necesidad del yodo, ni de la forma en que mejor pueden preparar a sus familias para un escenario radiactivo de este tipo.
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