Los agricultores familiares campesinos, indígenas y urbanos, queremos defender nuestro sistema de vida, basado en una producción natural, agroecológica que protege la biodiversidad y el medio ambiente.
“Las semillas son el insumo mas importante de la producción. Las semillas nativas y criollas son semillas cuidadas, mejoradas y recuperadas por las mismas comunidades, por los agricultores que desde siempre viven y trabajan en el campo. Las semillas representan la historia productiva de muchos lugares.” (Mercedes Carrizo – ACAMPA)
El modelo dominante avanza cada vez más sobre nuestros territorios “primero se da el desmonte, luego viene la soja con los agrotóxicos, con la topadora, desaparece el pueblo y su historia. Los pueblos se quedan sin alimentación incrementándose la pobreza” (Ana Alvarez – REDAF).
Esta situación pone en riesgo la soberanía alimentaria de los pueblos, es decir, su derecho a elegir, que, como y quienes producen, distribuyen, intercambian y consumen los alimentos.
“Desde el comienzo de los tiempos, fuimos los campesinos y pueblos indígenas los que cuidamos y mejoramos las semillas. ¿Por qué quieren restringir nuestros derechos? Queremos seguir con nuestra costumbre de alimentar a los pueblos con alimentos sanos, nutritivos, diversos. (Juan Cáceres, de la APPO)
La Agricultura Familiar representa más del 70% de los productores, que trabaja con cientos de especies y variedades de semilla, adaptadas a los diferentes ecosistemas de nuestro país.
“Se hace imprescindible defender la semilla, la tierra y el monte, debemos seguir en el campo produciendo con dignidad”. (Maxi Castillo – ACINA – Obreros del Surco Santa Fe).
La expansión de los cultivos trangénicos y su paquete tecnológico asociado , las restricciones en el acceso a la tierra, junto a la sanción de leyes que promuevan tanto el patentamiento, como restrinjan las posibilidades de conservación de semillas, constituyen severas amenazas tanto para que se continúen utilizando y reproduciendo las semillas criollas e indígenas como la consecución de la soberanía alimentaria
“Las comunidades se han organizado para recuperar las semillas que se estaban perdiendo” (Maria Gutierrez – Banco de semillas de Belén); “No hay mejor banco para conservar las semillas que la tierra producida por quienes la habitan.” (Mercedes Carrizo – ACAMPA)
Estamos convencidos que habrá Soberanía Alimentaria en nuestro país, si las semillas están en manos de los Agricultores Familiares, sus organizaciones y las Comunidades de Pueblos Originarios posibilitando el derecho a utilizar sus propias semillas y garantizando de esta manera la biodiversidad construida durante años. Estos recursos son el resultado de miles de años de evolución de la naturaleza y de la selección del hombre para que se adapten a sus necesidades, al medioambiente y a sus medios de vida.
Por todo esto decimos:
- No al patentamiento de las semillas, porque pone en riesgo la alimentación de los pueblos, genera dependencia y atenta contra la propiedad de sus simientes como patrimonio de los pueblos. No al patentamiento de la vida
- No al avance de leyes que limiten la posibilidad de conservar e intercambiar semillas a l@s productores.
- Que en los procesos de discusión sobre la legislación de semillas se garantice la participación activa de los Agricultores Campesinos, Indígenas y Familiares urbanos y sus organizaciones.
Propuestas:
- Que se asegure el cultivo de semillas criollas y su multiplicación e intercambio como parte de un sistema productivo diversificado y agroecológico.
- Que se asegure el acceso a la tierra y el agua indispensables para un manejo sustentable de las semillas criollas e indígenas.
- Que las semillas posean protección pública y sean consideradas patrimonio común de los pueblos
- Que existan políticas públicas dentro del estado, que promuevan la recuperación, conservación, enriquecimiento, producción, mejoramiento e intercambio de Semillas Nativas y Criollas.
- Que se promueva la investigación científica y tecnológica sobre el mejoramiento de semillas nativas y criollas desde un enfoque sistémico, que valore y tenga en cuenta las diferentes formas que las comunidades poseen para generar y validar sus conocimientos y que promueva la biodiversidad.
- Que en toda norma que contemple la investigación, uso, cultivo y consumo de semillas se debe utilizar el principio precautorio frente a los cultivos transgénicos.
- Que se cumpla la ley de protección ambiental poniendo medidas precautorias, preventivas y de zonificación, para controlar la contaminación genética y ambiental de las especies transgénicas
- Que se ponga en práctica el convenio 169 que exige la consulta a pueblos originarios cuando se afecta sus derechos, antes del tratamiento de la Ley.
- Que se respete el convenio de la Diversidad Biológica que nos obliga a adoptar todas las medidas necesarias para preservar todas las variedades y especies, animales y vegetales.
Sitio oficial de la campaña: PLANTATE: LA VIDA NO SE NEGOCIA. Las semillas en manos de los agricultores garantizan alimentos para tod@s.
Promueven la Campaña:
· MAELA – Movimiento Agroecológico de Latino América y el Caribe
· ACINA – Asamblea Campesina Indígena del Norte Argentino
· BePe –Bienaventurados los Pobres
· INCUPO: Instituto de Cultura Popular
· RAPAL – Red de Acción contra los Plaguicidas
· Y las organizaciones, instituciones y redes que quieran sumarse
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