sábado, 18 de octubre de 2014

La vida inventada del pequeño Nicolás: de 'amigo' de Felipe VI a chantajista del Ibex

LA POLICÍA LO DETUVO ESTE MARTES EN MADRID



Francisco Nicolás Gómez Iglesias, de 20 años, llevaba una doble vida. En apariencia, cursaba una carrera en el elitista Centro Universitario de Estudios Financieros (CUNEF) de Madrid y tenía las mismas aficiones que cualquier otro chico de su edad. Pero, en paralelo y en el más estricto secreto, Francisco Nicolás había iniciado una precoz carrera delictiva que le llevó a colarse en los círculos más restringidos del poder político y económico (pinche aquí para ver el álbum): desde los actos de coronación de Felipe VI el pasado mes de junio a reuniones con empresarios del Ibex-35, pasando por desayunos informativos, actos con dirigentes de diferentes partidos y charlas informales en el palco del Santiago Bernabéu. Ningún control de seguridad se le resistía.

La Policía Nacional puso fin a su aventura este martes tras varias semanas de investigación. Se le acusa de estafar a decenas de personas a las que prometía suculentos negocios gracias a sus supuestos contactos en los escalafones más altos de la Administración, el Gobierno y hasta el CNI. El problema es que todos esos negocios y relaciones sólo eran fruto de su imaginación. Según ha podido saber El Confidencial, ya ha pasado a disposición judicial. Se le acusa de falsedad, estafa y usurpación de identidad.

Francisco Nicolás procedía siempre del mismo modo. Según ha podido saber este diario, se presentaba ante empresarios y dirigentes políticos como un alto cargo bien relacionado de una institución importante. El nombre del organismo no importaba demasiado. Sólo buscaba sorprender a su interlocutor. Así, los agentes sostienen que llegó a identificarse como dirigente del Partido Popular, de la Oficina Económica de la Moncloa, de la propia Vicepresidencia del Gobierno, de los gabinetes de varios ministerios, de las direcciones generales de la Policía y la Guardia Civil y hasta del mando de los servicios de inteligencia.

Francisco Nicolás con José María Aznar.

Tras esa primera toma de contacto, prometía a sus víctimas la participación en suculentas inversiones y operaciones inmobiliarias, algunas de ellas incluso en el extranjero. La clave del éxito de esos negocios serían, afirmaba, las excelentes relaciones que supuestamente mantenía con la cúspide del poder. Para construir el engaño, utilizaba fotografías que se había tomado previamente con miembros del Ejecutivo o empresarios conocidos, tras abordarlos por sorpresa en desayunos o actos informativos abiertos al público. Según las fuentes consultadas, en algunos de esos actos incluso se sentó en primeras filas y mesas presidenciales, haciéndose pasar por uno de los invitados principales. Luego conseguía las instantáneas y las utilizaba como tarjeta de visita.

Su obra cumbre la firmó probablemente el pasado 19 de junio. Francisco Nicolás logró colarse en la recepción que ofrecieron los reyes Felipe y Letizia en el Palacio Real tras el acto de coronación en el Congreso. Por supuesto, el joven estafador aprovechó la ocasión para retratarse con Felipe VI. El fotógrafo le pilló con una sonrisa pícara en el momento de inclinarse frente al monarca. No tardó en difundir la imagen en las redes sociales. La Policía sospecha que también habría conseguido acceder a otros eventos restringidos.

Francisco Nicolás con Ana Rosa Quintana y Esperanza Aguirre.

Francisco Nicolás debió pensar que esas fotografías no eran suficientes para construir un currículum a la altura de sus expectativas. Por ello, para reforzar aún más su engaño, alquilaba con frecuencia coches de lujo y los usaba para acudir a las citas con sus víctimas. Tras su detención, los agentes encontraron en uno de esos vehículos alquilados un luminoso azul como el que emplean las unidades secretas de las Fuerzas de Seguridad para identificarse en caso de emergencia. Francisco Nicolás lo usaba para saltarse los semáforos en rojo y evitar los atascos.

La investigación aún no ha concluido. Los agentes sospechan que podría haber decenas de particulares y empresas engañadas por este experto impostor. No hacía distinciones. Las pesquisas han permitido averiguar, por ejemplo, que se puso en contacto con el abogado de la familia Pujol, Cristóbal Martell, y le aseguró que era un enviado del CNI y de la Vicepresidencia del Gobierno. Francisco Nicolás exigió dinero al letrado a cambio de gestiones para mejorar la situación judicial del expresidente de la Generalitat.

Las grandes empresas del Ibex también estaban en su punto de mira. Los investigadores han averiguado que al menos contactó con dos de ellas, OHL y Acciona, para exigirles el pago de comisiones que supuestamente iban a permitir el desbloqueo de negocios e inversiones. Se presentó como asesor del Gobierno, la misma identidad falsa con la que se dejaba caer con frecuencia por el palco del Santiago Bernabéu. No le importaba exhibir la firma falsificada del subsecretario de Presidencia, Jaime Pérez Renovales, cuando requería un extra de credibilidad en ambientes especialmente suspicaces. Fuentes de Acciona, no obstante, aseguran no tener constancia de esas gestiones.

Francisco Nicolás en un encuentro con Juan Miguel Villar-Mir.

Sus fabulaciones provocaron el pasado agosto un verdadero sainete en la localidad de Ribadeo (Lugo). Hizo correr por el municipio el rumor de que Felipe VI iba a acudir a comer a un conocido restaurante del puerto. La noticia circuló entre los vecinos, pero también entre las Fuerzas de Seguridad, que rápidamente se movilizaron para realizar labores de escolta al monarca. Hasta el alcalde de Ribadeo acudió al restaurante para tratar de saludar al Rey. Pero su majestad no apareció. El único que estaba sentado en la mesa era Francisco Nicolás. Los medios de comunicación informaron al día siguiente de que una indisposición había impedido a Felipe VI acudir a la cita.

Su relato comenzó a torcerse cuando se le amontonaron los errores. Trató de colarse en una fiesta que organizaba la Embajada de Estados Unidos, pero no lo consiguió. Tampoco logró llegar hasta los responsables de la Casa del Rey. Los servicios de seguridad lo detectaron y comenzaron a escribir las últimas líneas de su mentira. Su vida real comienza ahora, y será menos apasionante. Se enfrenta a las acusaciones de falsedad, estafa y usurpación de identidad. Y le será difícil convencer al tribunal de que no es él. Que, en realidad, Francisco Nicolás es otra persona. Una persona que tiene contactos.

http://www.elconfidencial.com/espana/2014-10-16/la-vida-inventada-del-pequeno-nicolas-de-amigo-de-felipe-vi-a-chantajista-del-ibex_247689/

1 comentario:

  1. Telecinco 18/04/2015 (un tiempo nuevo) Aparece en el programa anunciando que va sin cobrar como muestra de su falta de interés en la fama y el mundo de las celebrities. Si es que la vida del "pequeño Nicolas" es inventada....... esto no es lo que él dice, ni lo que aparenta ser. El chico, de veinte años, se ha relacionado con el expresidente Jose María Aznar, la alcaldesa Ana Botella, el presidente de la patronal o el millonario que iba a fundar Eurovegas en Madrid. Nicolás se gana al público del plató enseguida, piensa antes de hablar y no habla como una persona de su edad; dice con total aplomo que no se ha colado en ningún lugar sino que ha sido contratado por el CNI (el Centro Nacional de Inteligencia) para determinados “servicios”.

    Todo lo que dice Nicolás es muy creíble y el chico lo explica sin fisuras ¿Por qué ha sido detenido, en primer lugar si no ha sido acusado de nada?, ¿como ha sido capaz de disponer de escolta de cuatro guardias civiles durante un mes y moverse en vehículos oficiales sin contactos?, ¿por qué ninguno de los funcionarios que han participado en estos operativos ha sido expedientado?, ¿cómo se ha podido colar en eventos de alta seguridad -por ejemplo, los eventos de la Casa Real tienen un nivel de seguridad y verificaciones extremadamente alto-?, ¿por qué se ordenan escuchas contra un chico de veinte años? Muchas preguntas sin respuesta oficial.

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