lunes, 15 de diciembre de 2014

Impacto del desplome del petróleo en las acciones y bonos

Los mercados financieros acogieron el desplome de los precios del petróleocon mucha indecisión. Es curioso cómo en los días de mayor caída del oro negro los mayores índices bursátiles cerraron la sesión con ligeras variaciones. 

Por un lado, las compañías petroleras caían más del 5%, con acciones más apalancadas en más del 10%, pero en cambio muchos sectores cotizaban con ligeras ganancias descontando un cierto mayor nivel de consumo o bien un descenso de los costes para el 2015.

Es curioso: el trasvase de dinero de petroleras a muchas otras empresas en sectores muy diversos como empresas de consumo, industriales, de transporte, etc., finalizaba con suma cero. Obviamente, esto no acabará así, pero, de momento, da la impresión de que nadie se atreve aún a tomar partido por una dirección concreta. La semana anterior escribí sobre los grandes ganadores y perdedores del reciente desplome del petróleo, especialmente a nivel de países. Su análisis es clave para entender las dinámicas económicas mundiales para 2015, pero a la vez son reflexiones más fáciles.

Si analizamos el impacto del descenso del crudo en la economía de una familia, es obvio deducir que va a recibir una especie de cheque por el descenso de sus múltiples facturas mensuales, pero la duda es si va a destinarlo a aumentar sus ahorros o bien a consumir o incluso a invertir más. En cualquier caso, es lógico pensar en un cierto incremento del consumo por su mayor renta disponible.

Parece obvio que muchas empresas no petroleras se beneficiarán bien por un descenso de sus costes, bien por un mayor nivel de consumo de empresas y familias, aunque este análisis es muy simplista porque olvida que muchas compañías pueden sufrir un descenso de las inversiones o capex de sus clientes a nivel global, lo que provocaría una caída en sus ventas o en las de sus clientes, que a su vez repercuten indirectamente en la empresa. Cada compañía puede calcular su mix y estimar si va a ganar o perder, pero realizar un cálculo para todas las empresas de un sector o de un país es mucho más complejo.Parece obvio que muchas empresas no petroleras se beneficiarán bien por un descenso de sus costes, bien por un mayor nivel de consumo de empresas y familias, aunque este análisis es muy simplista porque olvida que muchas empresas pueden sufrir un descenso de las inversiones o capex de sus clientes a nivel global

Existen segundas, terceras, cuartas y quintas derivadas. Por ejemplo, una compañía de telefonía móvil parece teóricamente que debería verse beneficiada por un cierto descenso en sus costes empresariales y por un aumento del ahorro disponible de las familias. Además, se puede beneficiar de una inflación menor y, por tanto, de unos tipos de interés bajos durante más tiempo, pero imaginaros que un 40% de sus ventas fueran de clientes en Rusia, Nigeria, Angola, Malasia, Brasil y Noruega. Y si suponéis además que se ha financiado por medio de bancos rusos y brasileños, con mucha presión en sus balances por el aumento de la morosidad en sus clientes, quizás en la renovación de su financiación verá elevar sus costes financieros.

En un mundo tan abierto y globalizado hay un enorme número de variables a considerar. Por ejemplo, si tenías acciones de Saipem, la compañía italiana de servicios petrolíferos, o de Salzgitter, la alemana de fabricación de tubos, sufriste una caída cercana al 10% el día 2 diciembre tras la anulación por parte de Rusia del gran proyecto de gaseoducto South Stream para transportar gas a Europa por Hungría, Bulgaria y Austria. En ambas empresas este proyecto era un porcentaje elevado de sus contratos y, por tanto, de sus ventas futuras.

Un sector que ha crecido muchísimo estos años es el del gas licuado o LNG. Cada vez existen más barcos en el mundo repartiendo gas. Su precio suele seguir con cierto retardo el del petróleo, por lo que 2015 será un año difícil para las compañías de LNG que tengan sus propias reservas. Las compañías de mayor volumen mundial son, por orden de importancia: Qatar Petroleum,Shell, ExxonMobil y la malasia Petronas.

Gazprom, que ya empezó a invertir en South Stream, perderá la cifra gastada, pero en realidad esta anulación le favorece, ya que le ahorra, de momento, unos enormes recursos en un proyecto faraónico decidido por Putin y de cuya rentabilidad económica se dudaba. Gazprom podría verse más beneficiada si invirtiera en infraestructuras hacia el mercado asiático. De hecho, sus acciones subieron ligeramente el día del anuncio de Putin. Aunque comprar acciones de Gazprom no parece una buena idea, ya que siempre es un instrumento del Gobierno ruso para conseguir sus intereses socio-políticos y geoestratégicos. Cuando una empresa no decide sus inversiones con el objetivo de maximizar la rentabilidad de sus accionistas, nunca es una buena inversión, aunque puede parecerlo. Los casos de Gazprom y Petrobras son dos ejemplos muy claros. Otra empresa afectada es la gran petrolera italianaEni, que tiene el 20% del proyecto.

La Comisión Europea había criticado los altos costes del South Stream en su tramo búlgaro con un coste de 3.500 millones de dólares y denunciaba que era un vehículo de pagos corruptos y para que Rusia comprase voluntades en Bulgaria. La caída de 40 dólares del petróleo está cambiando mucho la geopolítica internacional. Ahora Ucrania vuelve a coger fuerza por ser el único paso del gas ruso a Europa. Pierden Serbia, Hungría y Bulgaria.

Otro impacto inesperado es el aumento en la venta de los grandes coches todoterreno (SUV) y camiones en Estados Unidos. Por un lado, porque cada vez son más eficientes energéticamente, pero la caída de la gasolina ha significado un aumento de ventas en noviembre. Tanto Ford como General Motors o Chrysler han incrementado sus ventas en estos vehículos a un ritmo de doble dígito.

Según un informe del HSBC, una caída de 40 dólares el barril de petróleo equivale a una transferencia de unos 1,3 trillones de dólares (anglosajones) de los países productores a los consumidores, nada menos que un 2% del PNB mundial. 

Analistas Financieros Internacionales (AFI) anunció la semana pasada que estimaba que el PIB español se vería beneficiado entre un +0,40% a +0,50% por el descenso del petróleo. España es de los países europeos más deficitarios a nivel de petróleo, con lo que sin duda se verá beneficiada directamente y no creo que indirectamente se vea perjudicada.

En el sector bancario, en general, pueden tener un impacto algo positivo, aunque seguro que sus clientes petroleros y compañías mineras verán aumentar su morosidad. Los hedge funds estaban buscando la semana pasada como ponerse a la baja (short) en bancos de Texas, ya que la mayoría tenían sus préstamos otorgados al sector energético. Los bancos rusos están ya en una situación de grave estrés por el descenso del rublo, por la recesión económica, en que ya se encuentra Rusia, y por los vencimientos de sus bonos, que deben refinanciar en los próximos trimestres.

En cambio, los bancos europeos, en general, y los españoles, en particular, se verán beneficiados por la mejoría económica más que probable. No tengo el dato exacto, pero probablemente en porcentaje de préstamos otorgados al sector energético es mucho mayor en Estados Unidos que en Europa, por lo que sus bancos tendrán algo más de riesgo en sus balances.

Todos los proyectos energéticos tienen hoy en día mucho mayor riesgo que a principios de 2014. No olvidéis que el precio del petróleo es el de referencia en cualquier análisis de viabilidad en un proyecto de gas natural, nuclear o de energías renovables. Tras la caída del 40% en unos meses, todos los proyectos energéticos valen menos, pero además, si estaban apalancados y su coste de producción es superior a los 80 dólares, pueden provocar impagos futuros. 

Aunque como muy bien explica este artículo, la clave en los proyectos ya existentes donde la inversión en activos fijos ya está realizada es cubrir los costes variables, con lo que difícilmente se paralizarán las producciones. Otra cosa es los proyectos pendientes de realizar. En estos casos, pienso que se van a paralizar o retrasar en gran medida. Esto es precisamente lo que creo que está buscando Arabia Saudí.

Un ejemplo del impacto en otras acciones energéticas es la canadiense Canadian Oil Sands. Este productor de petróleo con la técnica de arenas bituminosas (oil sands) ha visto perder un 50% en bolsa en apenas cuatro meses, ya que sus costes de extracción son elevados.

Otros afectados indirectos son los bonos de renta fija high yield o “bonos de alto riesgo”. Un 29% de las emisiones de bonos del índice BOA Merril Lynch High Yield son de compañías petroleras y de ahí que haya caído un 3,5% en apenas cuatro semanas.

Si los petrodólares empiezan a dejar de fluir alegremente, quizás disminuirá la demanda de inmuebles de lujo en las zonas prime en Londres o París. También algo puede afectar en Barcelona y la costa española. El potente mercado de jeques árabes, pero especialmente el de los millonarios rusos, quedaría afectado. Es mucho más claro el impacto en Rusia por la caída del petróleo, del rublo y de su economía local. Si estás esperando vender tu club de fútbol, hotel de lujo o casa de lujo en Europa, ahora no será imposible, pero va a ser más difícil.

Se comenta que el gasto familiar en estas fiestas navideñas puede mejorar, pero las ventas en los días recientes de Thanksgiving han sido de apenas 380,95 dólares por persona contra los 407,02 del año anterior.

Aquí podéis encontrar un cuadro con las empresas beneficiadas del descenso del crudo en el sector de ventas. Y según un informe de Citigroup, en Estados Unidos, equivaldría a una reducción de impuestos equivalentes al 1% de su PNB.

El capex o inversiones de las empresas han aumentado desde 1950 a un ritmo de más del 5% anual, por un 3% del PNB, por lo que obviamente se deduce que el capex tiene un efecto multiplicador. El capex o inversiones de unas empresas suponen las ventas o ingresos de otras compañías, de ahí su alta correlación histórica. Un dato es clave: el capex de las empresas estadounidenses para 2014 será cercano a los 700.000 millones de dólares; si acabase siendo inferior en 2015, tras estimarse que a lo largo de todo este año aumentaría por encima de 750.000 millones de dólares, el impacto económico sería serio y repercutiría en las ventas empresariales.


Pero volvamos a la gran pregunta, ¿el impacto positivo de la caída del petróleo compensa la parte negativa de futuros descensos en las inversiones empresariales del sector energético y minero?

Según Deutsche Bank, en Estados Unidos el capex o inversiones del sector petrolero suponen nada menos que una tercera parte del total de empresas del S&P 500, el parón para 2015 superará los beneficios del descenso de costes empresariales y de mayor consumo. De hecho, el sector energético lleva varios años en una cierta burbuja de sobreinversiones, con cifras anuales muy superiores a los cash flow libres generados, por lo que muchos se han financiado con deuda. Tras años de excesos es fácil estimar una fuerte caída en nuevas inversiones para al menos varios años.


En cambio, en Europa, no se ha publicado ningún estudio, que yo sepa, pero probablemente el efecto sería positivo. En el continente asiático, están sufriendo a corto plazo la revalorización del dólar. Si se estabiliza el mercado de divisas, podría ser el continente más beneficiado de todos por ser el más dependiente del petróleo.

Por último, otra de las claves, quizás la de mayor complejidad, es el posible retraso en las anunciadas y teóricas (porque no me las creo) subidas de tipos de interés en Inglaterra, pero especialmente en Estados Unidos, insinuadas por sus bancos centrales. Con el descenso de los costes energéticos globales, la amenaza de la inflación está aún más lejos. En caso de mantener otro año entero los tipos de interés al 0%, el impacto económico es obviamente relevante.

http://blogs.elconfidencial.com/mercados/el-abrazo-del-koala/2014-12-10/impacto-del-desplome-del-petroleo-en-las-acciones-y-bonos_582806/

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