Suiza ha sido el último país en tomar acciones contra la sede de Ginebra del banco británico. La información de SwissLeaks deja nuevas pistas para una posible actuación en España.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
19.02.2015 – 05:00 H.
Bélgica, Francia, Estados Unidos, Inglaterra. Y ahora, también la misma Suiza. Son los países que ya han dado pie a acciones legales contra el HSBC de Ginebra por unas prácticas que, según desvela una investigación en la que ha participado El Confidencial, habrían ayudado a sus clientes a evadir impuestos.
Se trata de una información que ve la luz ahora, gracias a la coordinación delConsorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y de 140 periodistas en todo el mundo. Pero las autoridades de los diferentes países que han decidido actuar ya poseían esa información desde, al menos, 2010. Ese año también la Hacienda española recibió la información. Gracias a ella y bajo el mandato del anterior Gobierno, consiguió recaudar más de 260 millones de euros.
Fuentes oficiales han asegurado a este periódico que los nuevos datos son "una prueba válida" desde el punto de vista judicial. Es por ello que Cristóbal Montoro ha puesto sobre la mesa la posibilidad de actuar contra la entidad después de que se hiciera pública una información que descansa en los ordenadores del ministerio de hace cinco años. La pregunta parece clara: ¿por qué no se actuó antes?
Jurisdicciones
La primera respuesta se encuentra en el auto de la Audiencia Nacional con el que España rechazó extraditar a Hervé Falciani. Los jueces citan en su escrito un informe que la Fiscalía Anticorrupción preparó a raíz de la información facilitada por el informático franco-italiano. Se podía actuar contra las obligaciones tributarias de los contribuyentes españoles, pero, apuntó el organismo entonces presidido por Eduardo Torres-Dulce, no es lo mismo mover ficha contra el banco: "(…) la actividad llevada a cabo por el HSBC, al realizarse fuera de España quedaría fuera del ámbito jurisdiccional de los tribunales españoles".
''Llama la atención que hubiera tantos clientes de alto nivel de más de 200 países justo en esa filial del HSBC: puede haber habido acciones de comercialización, para captar clientes''El informe era de comienzos de 2013 y, recuerda Francisco de la Torres, exsecretario general de inspectores de Hacienda, entonces "todavía el concepto de justicia universal no había sido limitado, como pasó hace un año, así que a día de hoy parece que tendría aún menos sentido". Además, subraya, "la decisión de enviar cartas a los posibles defraudadores parece incompatible con la de actuar contra el banco".
Lo que podría cambiar las cartas sobre la mesa son las pruebas decomercialización de productos en territorio español. "Llama la atención que hubiera tantos clientes de alto nivel de más de 200 países justo en esa filial del HSBC: puede haber habido acciones de comercialización, para captar clientes", apunta De La Torre. Este aspecto es uno de los que la justicia francesa utilizócontra el banco ya en noviembre de 2014.
SwissLeaks, como se conoce la investigación que ha hecho públicos los secretos del banco, ha arrojado nueva luz sobre estas prácticas. Según la documentación a la que ha tenido acceso este diario, hubo contactos en territorio español. Y en ese contexto los gestores del banco facilitaron a sus clientes productos y tácticas para eludir el pago de impuestos. Los empleados del HSBC suizo se reunieron con los clientes españoles en Bilbao, Madrid, Las Palmas y otras ciudades.
El rastro del dinero
El origen del dinero es otra arma que las autoridades europeas pueden usar a su favor. Como explica a este periódico Juan Carlos Galindo, experto en prevención de blanqueo de capitales, "sí se pueden hacer investigaciones fiscales. La Ley 10/2010, ratificada por varias directivas europeas, obliga a las entidades financieras a guardar la documentación durante diez años". Los datos obtenidos por Falciani llegan hasta el año 2007, por lo que habría margen para actuar en este sentido.
El rastro del dinero se podría seguir gracias a los códigos SWIFT, que permiten el rastreo de las transferencias bancarias por países, una información que, sin embargo, se pierde al cruzar la frontera con Suiza. Es ahí donde en entidades como el HSBC se crearon sociedades en paraísos fiscales que hacían casi imposible rastrear la identidad del cliente. En ese país, además, no se puede investigar el fraude fiscal, aunque sí el blanqueo de capitales. Y esta es la clave de la investigación abierta en el país centroeuropeo: "Cabe la posibilidad de que se encuentre la responsabilidad de la persona jurídica, del HSBC como entidad. Una vez identificada esa responsabilidad, pueden incluso cerrar la entidad, además de encontrar delitos para determinadas personas físicas –como los gestores– que puedan haber sido cómplices en delitos de blanqueo ofinanciación del terrorismo".
Por el momento, el secreto bancario suizo está siendo el peor enemigo de la justicia de ese mismo país. Por ley, al tratarse de datos robados, los investigadores no pueden abrir los archivos de la lista Falciani.
http://www.elconfidencial.com/economia/lista-falciani/2015-02-19/espana-cinco-anos-con-la-informacion-de-falciani-y-sin-medidas-frente-al-hsbc_714390/
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