viernes, 6 de febrero de 2015

La Ciencia en el arte adivinatorio


Dado a que una vez más debido a un cuestionamiento de nuestros lectores, retomamos el tema de la futurología vs arte adivinatorio, en virtud de unos cuantos e-mails de los lectores que son astrólogos. Muchos quieren que les demos las principales diferencias entre futurología y arte adivinatorio:

1. Futurología es una ciencia cuyo objeto de estudio es el futuro. Tratando de anticipar lo que pueda ocurrir en el futuro mediante la observación, lógica – y por consiguiente – la razón. Vale la pena un lenguaje claro y objetivo general siendo apoyada por índices de probabilidad.

2. Arte adivinatorio es la que trata de predecir el futuro utilizando fuerzas o poderes sobrenaturales, basado en un oráculo o recursos "místicos", tales como bolas de cristal, las cartas del Tarot, tablas ouija, búzios, péndulos, etc. Su lenguaje es generalmente simbólico, cifrados o hermético y se basa en la fe de sus practicantes para su arte.

Teniendo las diferenciaciones necesarias, empezando con un concepto bastante elemental de la ciencia y sigue la pregunta latente: tarot si o no es creíble:

La ciencia es el conjunto de conocimientos humanos con objetividad y universalidad, socialmente adquirido acumulado históricamente sometidos a certificación hecha por la observación o experimentación o comprobación lógica, por lo tanto, argumentos de autoridad.

Uno de los ejemplos más evidentes de los efectos desastrosos que el argumento de autoridad puede resultar en el caso de defensa de Aristóteles y Claudio Ptolomeo. En ese momento, ¿quién se atrevería a estar en desacuerdo? Este malentendido continuó por siglos.

Actualmente todo nuevo concepto es examinado a fondo por la comunidad científica y puesto a prueba antes de recibir el sello de "Concepción científica" – no importa quién es su autor. De hecho, cuando más "importante" es el autor del artículo más "gana" con que examinarán.

Imagina mi cara si puedo demostrar matemáticamente (por experimentación o por la observación de algún fenómeno cósmico) que la teoría especial de la gravitación de Einstein presenta errores formales. ¡ Wow! Premio Nobel para mí!

Volviendo a la astrología:

Aunque las cartas del tarot no tiene mucho de científico, lo más importante es que para mucho la astrología "funciona" y que una sesión adivinatoria ha evitado muertes de un derrame cerebral, la astrología no se clasificaría como ciencia (que mis queridos lectores que me perdone).

La ciencia no acepta argumentos de autoridad.

No hay ninguna evidencia científica de la influencia de los astros en la vida. En el momento de nacimiento, al efecto, por ejemplo, el campo gravitacional de un obstetra es mucho mayor que el campo gravitacional de Júpiter. Por eso el médico estuvo mucho más cercano a mí que Júpiter. Prueba de ello es matemáticamente las leyes de la gravitación Universal.

Así que no es la gravedad lo que influye. ¿Qué influye entonces?

Aunque el astrólogo tiene que realizar observaciones astronómicas complejas, realizar cálculos sofisticados – hay evidencia causal entre el "destino" de una persona y las posiciones relativas de los planetas en "casas" meramente arreglos específicos de Visual estrellas muy distantes uno del otro – algo que llamamos constelaciones.

Y esto se aplica a otro adivinación.

Cuando allí se prueban las relaciones causales entre los fenómenos oraculares observados (sorteo tarjetas de cubierta, astros, movimiento de péndulos, etc.) y el futuro planeado para el consultante, esas predicciones no están facultadas para la ciencia.

Así de simple.

El método científico, está cuestionando este escepticismo de la ciencia como si fuera un obstáculo para la creatividad y la imaginación. El escepticismo es una poderosa herramienta de la ciencia dado que, junto con la observación cuidadosa, inteligencia, razón y experimentación. La duda por la duda es tan estéril como creer por creer.

Por supuesto no me va a juzgar a nadie por el hecho de creer en horóscopo. Cada uno es libre de creer lo que quieras. Y después de todo, enviar juicio de valor puede ser eminentemente humano, pero no es, en absoluto científico.

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