En respuesta a la solicitud de un partido de izquierda alemán, Berlín ha admitido que grandes empresas agrícolas occidentales compran tierras en Ucrania. Los diputados sospechan que se puede tratar, entre otros, de la compañía Monsanto.
El gobierno alemán ha admitido que grandes empresas agrícolas internacionales compran de manera masiva tierras ucranianas a través de préstamos de los bancos occidentales, informa ‘Deutsche Wirtschafts Nachrichten‘. Sin embargo, las autoridades denegaron detallar información sobre el asunto y brindar los nombres de las compañías debido a los “secretos comerciales de las empresas y bancos”.
La declaración es la respuesta a la solicitud del partido de izquierda Die Linke, que expresó su preocupación por la entrega de tierras de Ucrania a oligarcas del país y empresas agrícolas occidentales, como Monsanto, que pueden utilizarlas para sembrar alimentos modificados genéticamente prohibidos en la Unión Europea.
“Existe preocupación de que Monsanto ejerza presión sobre las autoridades de Ucrania. Ya el año pasado la empresa invirtió 140 millones de dólares para aumentar la capacidad de producción futura en Ucrania”, dice el documento preparado por los diputados alemanes.
La biotecnología no solo contamina nuestros alimentos (¡ Respiremos hondo!).
Gracias al uso masivo de herbicidas en todo el planeta, seguramente hemos inhalado una dosis del herbicida mejor vendido de Monsanto, Roundup, según el último estudio del US Geological Survey publicado en la revista Enviromental Toxicology and Chemistry.
La sustancia química que compone el Roundup, conocida como glifosato, así como otras sustancias químicas “inertes”se encontraron en las muestras de aire y lluvia analizados en el rio Mississippi en 2007 , el gran rio que atraviesa EEUU y es el que recibe el agua procedente del drenaje de cientos de explotaciones agrícolas.
Se evaluaron numerosos pesticidas usados en ese momento a través del agua y el aire recogidos desde 1995 hasta 2007 en la época de crecimiento de los cultivos a lo largo del Delta del Mississipi. Si el hecho de que el 75% de las muestras contuvieran Roundup, no es lo suficiente alarmante, hay más:
- Roundup era preponderante (en aire y lluvia) así como otros 37 compuestos tóxicos.
- Se encontró glifosato en el 86% de las muestras de aire y en el 77% de lluvia.
- En 1995 se detectaron siete compuestos y en 2007 cinco, presentes en más de la mitad de las muestras de aire y lluvia en ambos años.
- En otros estudios realizados que prueban la presencia del glifosato en la orina, sangre y leche humana, se asegura que se aplicaron dos millones de kilos de esta sustancia a través del estado (Louisiana) en 2007 o que el 55% del uso de hebicida durante ese año es el culpable de la prevalencia de este compuesto .
Lo que es sorprendente es que estos resultados no se han hecho públicos hasta 2015. Si los datos son correctos esto revelaría que ha habido un aumento de concentraciones (18) de glifosato en las muestras de aire y lluvia en solo doce años, y seguramente más desde que se tomaron las muestras, esto significa que nuestros cuerpos han estado expuestos al ataque de las toxinas biotecnológicas no solo en la comida, sino en el aire que respiramos y el agua que bebemos hace más de una década.
A más tiempo de exposición a los tóxicos, más enfermedades , estas toxinas tienen un efecto sinérgico acumulativo cuando se asocian a otros tóxicos. Si quieres suspirar de alivio, tendrás que luchar contra la biotecnología, no sólo están envenenando la comida.
Por Christina Sarich / Natural society
Traducido por Lady Laura para Periodismo Alternativo
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