Una vez en la Argentina dijo: “Mi verdadera vocación es un secreto que quiero revelar ahora y es poder vivir como un auténtico asno de Dios, como un auténtico borrico de la Divina Providencia”. Y de verdad que lo cumplió y con creces.
En la noche del día 12 a las 22.45 Don Orione se siente mal; acude Modesto, el clérigo enfermero; una religiosa aparece en la puerta para ofrecer su ayuda, pero Don Orione con la palidez de la muerte en el rostro, le hace señal de no entrar. Pocos minutos de espera; el sacerdote Don Bariani corre en busca de un médico, pero éste llega tarde; él ha reclinado su cabeza sobre el pecho del enfermero.
Las Profecías de Don Orione
Las llamadas profecías de Don Orione fueron prácticamente dichas en la República Argentina donde residió durante muchísimo tiempo y son de gran dominio público; todas ellas eran expresadas con mucha tranquilidad y serenidad, y según las circunstancias, con ademanes muy expresivos; lo hacía fundamentalmente cuando almorzaba o cenaba con sus compañeros de labor; había una conversación muy animada, y de pronto, se detenía, miraba profundamente con sus ojos, y con reflejos de un alma realmente privilegiada decía sus sentencias.
“Prepárense a bien morir porque dentro de una semana va a morir uno de nosotros” Y alguien moría dentro del lapso señalado. Una vez terminada una cena, en la noche en que debía fallecer uno de los presentes, todos estaban bien, sanos y sin signos de ninguna molestia. Todos pensaron que Don Orione se había equivocado, pero al cabo de una hora, uno de ellos tiene un síncope cardíaco y muere inmediatamente.
“Monseñor Copello está construyendo muchas iglesias pero no morirá sin verlas quemadas” Ese Primado de la Argentina, en 1955, gobierno del general Perón, vió como quemaban las iglesias del Centro de Buenos Aires, juntamente con una bandera de ese país.
“Buenos Aires arderá por los cuatro costados y correrán ríos de sangre desde Córdoba” En esa ciudad, empezó la Revolución Libertadora, en 1955, que derrocó al General Perón para luego llegar a Buenos Aires, donde se produjeron muchos incendios por bombarderos.
“Aquí hay olor a santo y aquí haremos un cottolengo”. Acertó porque en Claypole, provincia de Buenos Aires, Argentina, había estado “evangelizando” a los aborigenes San Francisco Solano, durante la conquista española, lugar donde un hermano de San Francisco compró posteriormente una estancia, donde existe hoy un famoso cottolengo de Don Orione.
“La salvación de la República Argentina vendrá del centro de la República y mucha sangre lavara tanta culpa” Evidentemente se refiere a la ciudad de Córdoba, epicentro de las puebladas de 1966 (dictadura del General Onganía), la dicha Revolución Libertadora, y de otros conflictos sociales que tuvieron epicentro en esa zona central argentina.
“Nacerá una flor, porque la paz y la felicidad renacerán para una gran fiesta de la Santísima Virgen”. En 1982 se realizó una gran ceremonia en la ciudad de Mendoza, con una concentración popular de gran fervor religioso que posteriormente y después de la Guerra de las Malvinas vino la Democracia desde 1983 hasta nuestros días.
Profecías para el futuro (realizadas en 1935)
“Un gran civil católico gobernará al país brillantemente y habrá paz y prosperidad por muchos años en el siglo venidero”.
“Roma será bombardeada y el Papa caminará sobre sus escombros”
Fuente: Argemto y FC
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