Al enterarse de un estudio de que cada persona para ser feliz debe ganar al menos 70.000 dólares al año, un empresario de EE.UU. decidió que este debía ser el sueldo base en su compañía. Su plan le permitirá alcanzar este objetivo para finales de 2017.
© AFP / José Mandojana
El fundador y presidente ejecutivo de Gravity Payments, Dan Price, decidió reducir un 93% su propio salario anual, que ascendía a un millón de dólares y que él mismo consideraba como "una locura". Price aseguró a la cadena NBC que no necesita tanto dinero.
Además, el empresario redistribuirá los 2,2 millones de beneficios que su sistema de pagos por Internet generó el año pasado y los ingresos de los próximos dos años. De esta manera, los empleados que cobran menos de 70.000 dólares recibirán incrementos anuales.
El plan declarado ya está generando los frutos deseados. El empresario oye a sus trabajadores asegurar que pueden ahora tener un bebé, mudarse de la casa de sus padres, vivir más cerca al trabajo y no tardar una hora viajando en transporte público.
"Creo que esto es lo que se merece todo el mundo", dijo Price a sus 120 empleados.
Comentario: Sin duda esta es una verdadera (y extrañísima) excepción a la regla, la mayoría de las mesas directivas corporativas verían esto como una locura. La desigualdad social es tan prevalente y tan acentuada en esta época como en pocas otras.
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