lunes, 20 de abril de 2015

Las Grandes Incognitas De Las Diapositivas De Roswell…

Desde que se conoció la existencia de unas diapositivas a color que mostraban supuestamente a un ser extraterrestre las interrogantes y dudas no han parado de crecer en torno a este controvertido asunto. Y es que, probablemente, ni la presentación pública de las llamadas “diapositivas de Roswell”, el 5 de mayo en Ciudad de México, puedan aclarar todas y cada una de las cuestiones que se han ido cerniendo sobre las polémicas imágenes. Estos son los principales enigmas que tienen que ser desvelados:

1.- ¿CUAL ES EL ORIGEN DE LAS DIAPOSITIVAS?

Según la información disponible en el año 1998 se hallaron en una casa de Sedona (Arizona), que fue propiedad de un prospero matrimonio formado por Bernerd Ray y Hilda Blair, una caja con 400 diapositivas. Pero, curiosamente, no fue hasta el año 2008 cuando la nueva propietaria descubrió la existencia de dos imágenes, presuntamente ocultas y que afloraron de manea casual, que mostraban un extraño cuerpo.

Supuestamente la colección de diapositivas del matrimonio Ray estaba compuesta por 400 diapositivas. Escondidas del resto se hallaban las 2 famosas diapositivas de Roswell.

Pese a todo lo dicho, no existe ningún tipo de registro que pueda garantizar que las 2 diapositivas pertenecen al álbum familiar del matrimonio Ray. Y tampoco se puede demostrar que ambas imágenes estuvieran escondidas dentro del cajón donde estaban almacenadas las demás diapositivas. Al no existir un preciso registro de la “cadena de custodia” de las presuntas pruebas es prácticamente imposible determinar la verdadera procedencia de las diapositivas.

2.- ¿DONDE ESTA LA CONEXIÓN CON EL INCIDENTE DE ROSWELL?

Pese a que desde el inicio de sus pesquisas los investigadores encargados de analizar las controvertidas imágenes las han denominado como “diapositivas de Roswell” no existe ningún tipo de prueba documental que pueda sostener esta arriesgada afirmación. El ufólogo Anthony Bragalia ha utilizado la profesión de Bernerd Ray, que trabajó como geólogo en el desierto de Nuevo México a finales de la década de los cuarenta, para argumentar la tesis de que las diapositivas estaban vinculadas con Roswell. 

Y aunque no existen evidencias irrefutables que sitúen a Bernerd en Roswell en 1947 o en años sucesivos, dicha hipotética conexión sería insustancial para resolver el enigma, ya que esta presencia del geólogo en el desierto de Roswell, no aclara de ningún modo como el matrimonio pudo acceder al interior de un recinto militar, presumiblemente de alta seguridad, con una cámara fotográfica y realizar dos tomas de un ser alienígena. Así mismo se ha especulado que Hilda Blair, la esposa de Bernerd, que ejercía como abogada, podía haber trabajado para los servicios de inteligencia, siendo la pieza clave para poder fotografiar al humanoide dentro de unas dependencias del gobierno. Sin embargo no se ha mostrado ninguna documentación que acredite estas conjeturas.

Basado en el testimonio de un sólo testigo, los ufólogos han identificado al humanoide de las diapositivas como los mismos seres que provocaron el incidente de Roswell en 1947.

Por otro lado, los ufólogos Tom Carey y Don Schmitt afirman que cuentan con el testimonio de un exmilitar, Eleazar N. Benavides de 91 años, que estuvo destinado en la base de Roswell en 1947 y que asegura que el ser de las diapositivas es idéntico a los extraterrestres que supuestamente los militares recuperaron en el desierto. Sin embargo para que éste testimonio fuese considerado, al menos, como una prueba circunstancial, se debería de haber documentado el momento en el cual, el testigo vio las imágenes por primera vez y además, deberían haber seguido un protocolo de actuación que hubiese asegurado la imparcialidad de sus pesquisas. Como mínimo, para ser considerada una investigación aséptica, los ufólogos deberían de haber incluido la famosa diapositiva dentro de un grupo de imágenes de otros hipotéticos extraterrestres para discernir claramente que el testigo elegía específicamente al “humanoide” de las diapositivas ante otras opciones.
3.- ¿DONDE ESTA LA DIAPOSITIVA NUMERO 10?

Las 2 diapositivas que muestran el cuerpo del presunto humanoide extraterrestre están numeradas cómo 9 y 11 respectivamente. Resulta al menos sospechoso que la número 10 haya desaparecido de la colección. También resulta sorprendente que el fotógrafo sólo tomara 3 imágenes ante la increíble evidencia histórica que tenía frente a sus ojos. Además, la investigación emprendida por los implicados durante más de 3 años parece deficiente en muchos puntos clave, al comprobarse, por ejemplo, que no se hayan molestado en ordenar (o eso al menos comunicó personalmente Adam Dew al autor del presente reportaje) la colección de diapositivas para conocer que se fotografió antes del famoso humanoide o después, para poder acceder a mayor información sobre los lugares o personas que podían estar conectadas con estas 2 imágenes.

Resulta curioso que falte la diapositiva numero 10…

De la desaparición de la diapositiva podemos extraer dos conjeturas básicas. A.- La diapositiva 10 salió velada o muy desenfocada y se eliminó de la colección (Aunque se tendría que comprobar, revisando la numeración, cuantas diapositivas faltan de entre las 400 diapositivas).

B.- La diapositiva 10 se oculta de forma deliberada porque contiene información para identificar la naturaleza nada extraordinaria del humanoide.

4.- ¿SE TRATA DE UNA MOMIA?

Si como se intuye en la diapositiva filtrada el supuesto extraterrestre tiene semejanzas con una momia humana es muy poco probable que las discusiones terminen o concluyan con la presentación pública de las imágenes.


El parecido del “humanoide” de las diapositivas de Roswell con una momia ha suscitado todo tipo de polémicas…


¿Pueden las diapositivas de Roswell mostrar el cuerpo momificado de un niño?

Las notables semejanzas del presunto humanoide de Roswell con una momia que se encuentra actualmente en el Smithsonian ponen de manifiesto las incertidumbres que existen sobre la naturaleza de estas imágenes… (Cortesía de Curt Collins)

Máxime cuando las controvertibles opiniones de los expertos, puedan diferir con la de algún otro estudioso que contemple la posibilidad de la momia. Y esto puede suceder, ya que como asegura Adam Dew, el gestor de todo el asunto de las diapositivas, las dudas en torno a la naturaleza del humanoide no están totalmente clarificadas.

¿NAUFRAGIO A LA VISTA?…

A tenor de todas estas deducciones, el desenlace final de las diapositivas se nos antoja muy diferente de lo planeado idílicamente por sus responsables. Lejos de ser un “paseo triunfal”, la “increíble verdad” pregonada por Don Schmitt, Tom Carey, Anthony Bragalia y Jaime Maussan, parece que no va por buen camino…

El otrora miembro del Dream Team, el conocido ufólogo Kevin Randle y durante largo tiempo defensor de la realidad de las diapositivas de Roswell, se descolgó hace semanas con unas incendiarias declaraciones cuando decía que: “Esto no tiene nada que ver con el caso Roswell”(Roswell Slides – Adam Dew on WGN (Chicago) 19/02/2015).

Y para dejar más claro su opinión sobre las diapositivas, no dudaba al echar más leña al fuego cuando escribía que: “La mayoría de nosotros sólo ha podido ver una copia de mala calidad de una de las diapositivas. Hay muy pocos detalles visibles, pero suficientes como para sugerir que lo que podría haber sido fotografiado es una momia, probablemente del América del Sur o América Central … o quizás, un cuerpo enterrado en el desierto del suroeste que fue momificado por el clima. 

Y, que se ofreció una oportunidad para que los Rays, o algún otro civil, pudiera fotografiar lo que se encontró. Sí, ya sé que todos afirman que no es una momia y reclaman que una vez que veamos la diapositiva de alta calidad, vamos a estar todos de acuerdo. Pero no las hemos visto y si hay fotos de momias que se asemejan, en cierto grado al cuerpo de la diapositivas, entonces va a resultar muy complicado convencer a la mayoría de la gente que se no se trata de una momia de origen terrestre en lugar de una criatura alienígena” (“The Roswell Slides and Me”. 27/02/2015).

Jaime Maussan tras leer el artículo sobre las “Diapositivas de Roswell.. El Momento de la verdad” comunicó, mediante correo electrónico al autor de reportaje, que las conjeturas que señalan que las imágenes podrían mostrar una momia expuesta en algún museo están totalmente erradas. 

 El periodista azteca aseguraba que: “Especialistas en Momias en México han analizado las imágenes y concluyen: Que no se trata de una momia clásica ni antigua y que es un adulto, mientras que Científicos Forenses consideran, no solo que es un adulto sino que existen demasiadas anomalías para que una persona así hubiera pasado de un año de vida”

Por su parte el ufólogo Robert Hastings ponía en tela de juicio las supuestas investigaciones efectuadas por el DT con la intención de aclarar el origen de las diapositivas, dejando claro su postura ante este supuesto “hallazgo histórico”:“Concluiré prediciendo, tal vez de forma redundante, que este asunto va a terminar mal para los promotores de las diapositivas de Roswell. Si, como yo sostengo, el cuerpo de las diapositivas es una momia de un niño inca, o algo parecido, entonces Carey, Schmitt y Maussan adeudarán a todo el mundo una disculpa. También deberían de considerar seriamente, devolver todo el dinero que ganaron como resultado de sus reclamaciones lamentables, infundadas y equivocadas”. (The Roswell Slides Time Bomb: Tick, Tick, Tick 08/03/2015)…

Y por último el célebre investigador Stanton Friedman ha renunciado públicamente a participar en el evento de Maussan. Sus declaraciones son explicitas: “No pude encontrar ninguna información convincente de que exista alguna relación entre las diapositivas y Roswell. (…) yo no quiero que parezca que se añade legitimidad al asunto con mi presencia en Ciudad de México, a falta de pruebas serias de que las diapositivas son, lo que se alegaron que son. La ausencia de evidencia, no es evidencia de ausencia, pero ya tengo una larga lista de casos dudosos…
Una Campaña en Contra de BeWITNESS

Richard Dolan BEWITNESS

Fuente: Carvaca y Tercer Milenio

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