Carmena tras desplegar la bandera arcoíris en el Ayuntamiento de Madrid. :: j. c. h. / efe
Podemos niega que se trate de «enchufismo», pero para los populares son casos palmarios de «nepotismo»
Los contratos eclipsan sus primeros pasos en la Alcaldía
La contratación de parejas y familiares por parte de las alcaldesas de Madrid y Barcelona han oscurecido sus primeros días de gestión municipal, eclipsados por la polémica sobre el nepotismo en la política. Una lacra a la que, según el PP, no es inmune la nueva izquierda de Podemos y los movimientos alternativos. Pero Manuela Carmena y Ada Colau rechazan el menor atisbo de favoritismo y defienden el perfil profesional de sus fichajes.
Los primeros acuerdos con los bancos para frenar los desahucios, la apertura de los comedores escolares en verano o las rebajas salariales han logrado igual o menos atención mediática que la contratación de la pareja de Colau para ser responsable de Relaciones Institucionales de la candidatura Barcelona en Comú o la de la esposa del número dos de la alcaldesa de Barcelona como asesora de la Concejalía de Vivienda o la del marido de la sobrina de Carmena como coordinador general del Ayuntamiento de Madrid. Las dos regidoras se han visto prisioneras de sus palabras y de las de Podemos en la campaña electoral contra el enchufismo y el nepotismo en política, comportamientos, decían, que eran propios de los partidos de la casta.
El líder del partido de los círculos en Aragón, Pablo Echenique, reconoce que ambas se han encontrado ante «un dilema», y que optaran por la solución que optaran las dos eran «malas». Echenique se pregunta qué hacer cuando «se da la coincidencia de que la persona que uno piensa que es el más capacitado pertenece a su entorno». Renunciar a «contar con el mejor perfil» para el cargo o cargar con la mala imagen de contar con él.
Para Echenique, según dijo el sábado por la noche en un programa de La Sexta, lo que han hecho Carmena y Colau «no es enchufismo» porque al margen de que ambas han dado sobradas muestras de su «integridad y honestidad» han sido coherentes con las críticas de Podemos al nepotismo. El modelo que rechaza el partido de Pablo Iglesias es el de las contrataciones de personas «que no tienen capacidades para llevar las labores con solvencia». Y ese, agregó el líder aragonés de Podemos, no es el caso las alcaldesas de Madrid y Barcelona.
«Difamaciones»
La propia Colau argumentó ayer que su pareja, Adriá Alemany, no es un recién llegado para beneficiarse de su puesto ya que fue cofundador hace cinco años con ella de la Plataforma Antidesahucios y «se ha dejado la piel» para impulsar el proyecto de Barcelona en Comú. Esa candidatura y no el Ayuntamiento, agregó en su cuenta de Facebook, decidió contratar a su pareja «con dedicación exclusiva» y con una remuneración. «No hay nada ilegal ni inmoral» en la operación, concluyó la alcaldesa, y los que hablan de nepotismo, dijo, se llenan la boca de «difamaciones».
Carmena, con menos vehemencia, recordó que el marido de su sobrina es pariente suyo en cuarto grado y, por tanto, «no existe ningún tipo de incompatibilidad» para que sea el coordinador del Ayuntamiento de Madrid.
Con independencia de la legalidad o no de las contrataciones, los fichajes en familia surtieron de munición a la oposición municipal de las dos alcaldesas. El PSOE, que respaldó con sus votos las investiduras de Carmena y Colau, guarda por ahora silencio, pero el PP pasó al contraataque. La presidenta de los populares en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, denunció que ha quedado demostrado que Podemos es «el partido del nepotismo», y no el de la regeneración democrática de la que se ufanan sus dirigentes. Colau y Carmena, según Sánchez Camacho, van a convertir sus ayuntamientos en «agencias de colocación de sus familiares».
RAMÓN GORRIARÁN | MADRID.
29 junio 201500:27
http://www.larioja.com/nacional/201506/29/polemicos-fichajes-familia-colau-20150629002758-v.html
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