Una leyenda cuenta la historia de un hilo rojo e invisible, atado al dedo meñique de dos que se encontrarán inexorablemente, incluso sin saberlo o contra su voluntad. La explicación oriental al misterio de las almas gemelas.
Este hilo rojo del destino, hilo conector que nos une misteriosamente y en forma caprichosa con personas impensadas.
Monika Correia Nobre / Para Clarín Buena Vida
“Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. el hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper”, dice la leyenda.
A través de los siglos, la antigua cultura japonesa contempla la idea de que el futuro de cada una de las personas está predestinado desde el momento en que inicia su camino. Además, todo ser humano está atado al destino de alguien más por medio de un intangible hilo color rojo que se encuentra amarrado al dedo meñique.
Algunos pueden no conocer esta romántica leyenda oriental, pero probablemente luego de haberla leído la sienten en su corazón.
La leyenda cuenta la historia de un hilo rojo e invisible, atado al dedo meñique de dos que se aman inexorablemente y más allá de todo, incluso contra su voluntad.
La conexión con el dedo meñique, visto como el dedo de los vínculos y las relaciones en Oriente, enlaza con la arteria ulnar que conecta el corazón y la mano y que de alguna manera sella con su latido el enlace amoroso con aquellos que hemos guardado en las cavernas del rojo corazón.
Este hilo rojo del destino, hilo conector que nos une misteriosamente y en forma caprichosa con personas impensadas, describe perfectamente una verdad guardada en los corazones de cada uno de nosotros: la verdad de la existencia de un amor intenso y sumamente real.
La leyenda tiene dos variantes:
En China la cuentan diciendo que el Abuelo de la Luna sale cada noche y recorre la Tierra para conocer a los recién nacidos, y entonces les ata el hilo rojo que decidirá su destino.
En Japón la misma leyenda cuenta que hace muchos años había un emperador que era un niño joven e impaciente que quería conocer a la que iba a ser su futura esposa, esa mujer a la que estaba predestinado, y enterándose de la existencia de una bruja que era capaz de ver los hilos rojos de todas las personas, la mandó llamar y le ordenó que siguiera su hilo hasta el final.
La historia cuenta que la bruja obedeció al joven emperador y comenzó su búsqueda. Tras un largo recorrido, llegaron a una ciudad lejana y en el mercado la bruja le señaló al emperador una campesina con un bebé en brazos. Al emperador no le gustó el resultado y, caprichoso como era, empujó a la campesina, el bebé cayó y se hizo una herida en la frente.
Pasaron los años y, ya en edad de casarse, el emperador buscó esposa, y siguió el consejo de sus cortesanos, que le hablaban de una preciosa joven, hija de un general de su ejército. La mandó llamar, y al retirar el velo que le cubría la cara, el emperador quedó impresionado por su belleza, sólo ensombrecida por una fea cicatriz en la frente.
Ser Zen
* La http://www.clarin.com/buena-vida/ser-zen/leyenda-hilo-rojo-predestinados_0_1394260781.htmlautora es instructora de Meditación y fundadora y directora deAstroflor.
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