domingo, 29 de noviembre de 2015

El Estado Islámico cobraba un impuesto revolucionario a los asistentes a la mezquita de la M-30

Musulmanes orando en la mezquita de la M-30 (Foto: Efe)

Francisco Mercado . 29/11/2015

Un informe policial en poder de Okdiario revela que el grupo terrorista exigía 10 euros a cada musulmán que acudía al recinto religioso, dinero que destinaba a financiar el viaje de yihadistas a Siria.



El Estado Islámico cobraba un impuesto revolucionario a los asistentes a la mezquita de la M-30. Informes policiales en poder de Okdiario prueban que el recinto religioso madrileño ha sido mucho más que un lugar de oración de la comunidad musulmana. Además de punto de captación de yihadistas, la mezquita ha sido un lugar del que se ha servido el ISIS para recaudar fondos entre los fieles. El donativo medio era de 10 euros por persona, dinero destinado a financiar el viaje de terroristas a Siria.

El informe policial es explícito. “Proselitismo en la mezquita de la M-30. Por conversaciones telefónicas Mohamed Khalouk manifestó que la recaudación estándar en la mezquita de la M-30 entre los musulmanes era de 10 euros”.

El documento de la investigación ofrece más datos: “En el registro de su domicilio, aparece un cuaderno de pasta roja y blanca en el que aparecen los nombres de varios detenidos a saber Mohamed El Amin Aabou, Núbil Benazzou y Yunes Zayyad poniendo al lado (M-30) y la cantidad de 10, en clara alusión a la recaudación anteriormente citada”.

La forma de actuar de los recaudadores del Estado Islámico no siempre fue discreta, según revela el informe: “Samira comparte con una amiga la idea de que si finalmente el viaje se frustró fue por culpa de Omar el argentino, debido a que llamó la atención en la mezquita ya que estuvo pidiendo dinero para el billete. También dice que Omar está esperando a que su marido (el grande), sea el que le acompañe, ya que él desconoce el idioma”. Y añade: “Fue Mohamed Khalouk, el que actuó como recaudador del dinero para el billete de Omar. Debido a las filtraciones en la mezquita, Amin desde Egipto pide nombres al Argentino (de posibles chivatos)”.

El documento policial que recoge las conversaciones telefónicas sigue así: “Samira la mujer de Mohamed Bouyahlef @Mohamed el grande comenta que su marido César Raúl está recaudando dinero en la mezquita de la M-30 para viajar a Siria”. En suma, la red tenía agentes para “recaudar dinero en las mezquitas de Madrid, manteniendo actualmente los contactos en las mismas para cuando hace falta financiar alguna causa, como la del viaje de Amin y Harchi”.

La investigación ha acreditado que ya en 2011 se empieza a tener noticias de las posibles actividades ilícitas de este grupo, que tiene su principal ámbito de acción en el Centro Cultura Islámico de la M-30.

El informe apunta otra vía de financiación del ISIS desde la mezquita madrileña, según revelan las conversaciones captadas: “No obstante, será el grupo de Madrid quien financie las actividades de la antena instalada en Alejandría, mediante el envío de transferencias. Efectivamente, tal y como se desarrollará seguidamente, Ornar El Harchi, Navid Sanati, y Mohamed Khalouk procederán a una activa recaudación por los Centros Islámicos de Madrid y realizarán envíos de dinero hacia Alejandría”.

La investigación concluye que el grupo asentado en Madrid tiene una estructura propia y una operatividad independiente, que mantendría conexiones con otros núcleos internacionales asentados en Francia, Bélgica, Marruecos, Túnez, Egipto, Turquía y Siria. A pesar de su carácter semiautónomo, el grupo de Madrid tendría en común con los otros nudos de la red, su adscripción ideológica a la yihad global y el fin compartido de captar e integrar yihadistas.

Pero más allá de lo que explican los informes policiales sobre el uso de la mezquita de la M-30 para captación, radicalización y financiación de voluntarios de la muerte del ISIS, existe una frase en el informe policial que resume todas las evidencias: “El mismo día de su detención Lahcen le dice a su mujer, Fatiha, que “avise a los de la M-30″, en clara alusión al resto de integrantes de esta organización terrorista”.

Lahcen no disimulaba que había montado su oficina reclutadora en la mezquita: “Aprovecha las reuniones de carácter reservado que tiene el grupo para ejercer el adoctrinamiento de los componentes del mismo, (“Nabille dice a su hijo: si yo no estoy, siempre puedes acudir a Hassan (Lahcen), para preguntarle cualquier cosa, sobre religión lo que quieras, te acercas y él está siempre en la mezquita”.

http://okdiario.com/investigacion/el-estado-islamico-cobraba-un-impuesto-revolucionario-a-los-asistentes-a-la-mezquita-de-la-m-30-29947

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