Poco después del año 294 d.C., durante el Imperio romano, alguien llevaba encima mucho dinero contante y sonante: más de 4.000 monedas de plata y bronce recientemente acuñadas. Las monedas fueron depositadas en bolsas de tela o de cuero y, por algún motivo, fueron enterradas en una zona rural, al norte de Suiza, no muy lejos de la ciudad de Augusta Raurica.
Nadie volvió a por ellas. Las monedas son principalmente de bronce con un contenido de plata de alrededor del 5%. «Un destello verde entre la tierra».
Eso es lo que percibió un agricultor entre sus cerezos, en el municipio de Ueken. Al principio aparecieron unas pocas monedas y el señor Loosli no les dio mucha importancia. Pero el pasado mes de junio aparecieron nuevas monedas y finalmente decidió investigar sobre ellas.
«El hombre hizo lo correcto y se puso en contacto con los servicios arqueológicos del cantón de Argovia, que confirmaron sus sospechas: las monedas, excepcionalmente bien conservadas, como si fueran recientes, son de época romana», informan las autoridades del cantón de Argovia en un comunicado.
Sin proponérselo, el señor Loosli ha descubierto uno de los mayores tesoros de monedas de Suiza. Los arqueólogos han recuperado 4.166 monedas romanas, pero podría haber más. Las leyendas y figuras en ambas caras son perfectamente reconocibles.
Las más antiguas datan del reinado del emperador Aureliano (270-275) y las más recientes del reinado de Maximiano (286-305), más concretamente del año 294. «Nunca ha habido una construcción en el huerto donde han sido halladas. Este terreno siempre se ha dedicado al cultivo», afirma el arqueólogo Georg Matter.
El tesoro ha permanecido en el mismo lugar durante 1.700 años. Casi nada. Las monedas están en tan buen estado que está claro que fueron retiradas de circulación justo después de ser acuñadas. Al señor Loosli no se le ha permitido conservar ni una sola moneda, aunque puede que sea recompensado (estas cosas no se divulgan).
«De todas formas, las monedas no tienen ningún valor para mí», explica en una entrevista con 20 minuten. «Aunque si las monedas fueran de oro me lo hubiera pensado dos veces», concluye. El tesoro se exhibirá en el Museo-Vindonissa, en Brugg.
Artículo publicado en MysteryPlanet
No hay comentarios:
Publicar un comentario