En el año 1983, cuando yo aún no conocía personalmente a Salvador Freixedo, leí esta nota en su libro “Por qué agoniza el cristianismo”, aludiendo a la antigüedad del hombre sobre la Tierra, que me dejó impresionada:
“En cuanto a huellas humanas, haremos mención de las que en 1930 se encontraron en Kentucky Hills (USA), estudiadas por el doctor Burroughs, jefe del Departamento de Geología del Berea College: diez huellas completas y parte de otras, pertenecientes al Carbonífero (Era paleozoica; alrededor de 250 millones de años); las que en siglo XIX se encontraron en las orillas del río Mississippi, pertenecientes por lo menos al secundario; o el maxilar encontrado en 1958 por el doctor Huerzeler, de Basilea, en un estrato del Mioceno (unos diez millones de años.
“En 1974 el doctor Carl Johnanson estudió en el noreste de Etiopía un cráneo humano enterrado en lava, de unos cuatro millones de años. En 1975, en Nuevo México (estudiados por el doctor Stanley Rhine) se encontraron huesos de 40 millones de años. El mismo año aparecieron en Kenton (Oklahoma) y Wisconsin huesos humanos de la misma edad (Era mesozoica).

“En 1971 en el estado de Utah, Lin Ottinger descubre muchos huesos de más de 100 millones de años. Están siendo todavía estudiados por los doctores Lee Stokes y J. P. Marwitt de la Universidad de Utah.
“A finales del siglo XIX y a principios del XX ya se habían descubierto en varios lugares de Europa, restos parecidos:
“En los Dardanelos, huesos de alrededor de 100 millones de años; En Castenedolo, Italia, en 1860 el profesor Ragqazzoni del Instituto Técnico de Brescia estudió un cráneo de unos diez millones de años; en el pueblo de Olmo (Arezzo, Italia) estudió otro cráneo de unos deiz millones; en 1883 el profesor Sergi estudió los restos de dos niños, una mujer y un hombre que aparecieron también en Castenedolo y atestiguó que pertenecían al Plioceno.


Tiene una capacidad craneal igual a la nuestra. Y para los que todavía tengan duda, hay todo un estadio para gigantes construido en piedra en lo alto de los Andes, al norte de Chile, en un lugar llamado Enladrillado. Los espectadores que usaban aquellas graderías de piedra, medían alrededor de cuatro metros de altura”.

+76
Las pruebas de la existencia de hombres hace muchos millones de años en la Tierra son muchas, pues se hallaron esqueletos de hombres junto a esqueletos de dinosaurios, así como huellas de ambos coexistiendo a la vez. Increíble verdad? Pues como os prometí aquí lo tenéis. Gracias.
En 1979, Mary Leakey, la esposa de Louis Leakey, uno de los antropólogos más importantes del siglo XX, encontró unas huellas humanas sobre ceniza volcánica en Laetoli (Tanzania).
Las pisadas tenían una antiguedad aproximada de 3,6 millones de años y pertenecían a tres individuos. El hallazgo fue examinado por expertos en huellas, antropólogos y otros especialistas que aportaron sus conclusiones documentales a varias revistas científicas e incluso al National Geographic.
La observación de las imágenes de las huellas revela que apenas difieren de las de un ser humano moderno. Sin embargo, es sorprendente que a pesar de que este hallazgo sugiera la existencia del hombre moderno hace millones de años, los científicos han concluido que pertenecen al Australopithecus Afarensis, pese a que la características de este homínido de hace cuatro millones de años no encajan con las citadas huellas.
En realidad resulta difícil determinar a qué especie pertenecen las huellas, pero otros científicos opinan que la antigüedad y el tamaño no dejan muchas opciones: son de Homo ergaster o, a lo sumo, de Homo erectus primitivo. El Homo ergaster, cuyos restos se han localizado en diversos países africanos, fue el primer homínido con las mismas proporciones de las extremidades (piernas largas y brazos más cortos) que el Homo sapiens moderno.
Sigan investigando no todo es así…
Un abrazo.
John Titor
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