En medio del valle de Turgai, una estepa situada al norte de Kazajistán, hay más de 200 geoglifos construidos por antiguas civilizaciones.
Son pequeñas montañas de tierra y madera que juntas forman círculos, cruces o líneas rectas de tamaños similares a un campo de fútbol y solo perceptibles desde el aire.
Hay un símbolo en particular que llama especialmente la atención y que ha sido bautizado como la «esvástica de Turgai», aunque la cruz que está representada en el suelo tiene tres asas en vez de cuatro.
Desde que en 2007 el arqueólogo ruso Dmitriy Dey diera con los primeros dibujos mientras navegaba por Google Earth, varios especialistas del gremio han avanzado en la investigación.
En la actualidad se sabe que hay 260 geoglifos, que el mayor de ellos está situado cerca de un antiguo asentamiento Neolítico y que el más antiguo tiene 8.000 años. Pero todavía nadie ha podido revelar el motivo de los desplazamientos de tierra.
Ahora, los científicos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) arrojan un poco más de luz al asunto, ya que están dedicando parte su trabajo fotográfico desde la estación espacial a colaborar con los investigadores que así lo soliciten.
Esta semana la NASA ha publicado cinco imágenes realizadas en los años 2012 y 2014.
Dey, un entusiasta de la arqueología kazaka, teoriza en una entrevista con The New York Times sobre el objetivo de las construcciones: «pudieron haber sido utilizados para observar y seguir los movimientos del sol», una función similar a la del templo de Stonehenge. Publicado el 30 de octubre de 20150 comentarios Etiquetas: esvastica , geoglifos , kazaji
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