Podían convertirse en unos asesinos como los que cometieron hace unos días una masacre en San Bernardino, una población a unos 100 kilómetros de Los Ángeles (EE UU), con un balance de 14 personas muertas y una veintena heridas de gravedad.
Tanto ella, de 19 años, la detenida en la localidad canaria de Morro Jable, en la isla de Fuerteventura; como él, que residía en Mataró (Barcelona), llevaban una vida «normal», que no levantaba sospechas de sus vecinos, y que por su nivel de afinidad con Daesh, el Estado Islámico, podían pasar a la acción en cuanto recibieran la orden de los cabecillas en Siria de la banda yihadista, con los que estaban en contacto directo.
El peligro, al menos por lo que respecta a estos dos individuos, ha desaparecido gracias a la brillante operación desarrollada por la Comisaría General de Información (CGI) del Cuerpo Nacional de Policía, en colaboración con las brigadas de Canarias y Barcelona. Una vez más se demuestra cómo la acción preventiva es la más eficaz para luchar contra el terrorismo yihadista.
De momento, los arrestados se dedicaban a intentar captar a nuevos miembros para Daesh y lanzar amenazas de muerte contra España, Francia y grupos religiosos, con el fin de que se cometieran atentados contra todos aquellos que no profesaran la religión musulmana en su versión más extremista, regida por la Sharia. En este sentido, en medios próximos a los investigadores se da como casi seguro que entre el material informático que se les ha requisado figuren objetivos concretos, aunque no se revelan al estar declaradas secretas las diligencias. Dada la línea de actuación criminal que se les había marcado no se descarta que fieles y templos de otras religiones estuviesen entre dichos objetivos.
Ha quedado acreditado con los últimos atentados de la banda yihadista que cualquier objetivo es posible con el fin de sembrar el terror entre la población y causar el mayor daño económico, en este caso en Francia o España.
De los dos capturados, el que parecía en una fase más alta de radicalización y del que se podía esperar cualquier cosa en cualquier momento era el de Mataró, que se había convertido en un sujeto que iba reduciendo poco a poco su «vida social», hasta el punto de que en los últimos tiempos no frecuentaba la mezquita, con el fin de dedicar el mayor tiempo posible a Daesh.
Los detenidos, según el Ministerio del Interior, habían organizado una sofisticada red internacional de captación, adoctrinamiento y reclutamiento de nuevos adeptos en favor de la causa yihadista, y estaban en contacto permanente con otros miembros operativos ubicados en Siria. Los miembros de esta célula neutralizada ya habían hecho público su juramento de lealtad a la organización terrorista Daesh y a su líder Abu Bakr Al Bagdadi.
Además, –agrega– desarrollaban labores de apología y enaltecimiento del terrorismo distribuyendo, a través de internet, numeroso material multimedia con el objetivo de ensalzar las capacidades operativas de Daesh e imágenes de multitud de ejecuciones de prisioneros, acompañadas de comentarios humillantes para sus víctimas.
Los arrestados, por orden de los cabecillas de Daesh, explicaban a través de la red el uso y manejo de artefactos explosivos y armas largas, todo ello, con el fin de facilitar a sus activistas la comisión de acciones terroristas.
Los expertos creen acreditada la nueva estrategia del Estado Islámico con el fin de incorporar nuevos militantes «in situ», sin que sea necesario que viajen a territorio sirio/iraquí para recibir formación.
El adiestramiento se realiza en el país de residencia del activista. Se trata de minimizar los riesgos a la hora de que sus militantes sean detectados por la policía y, además, conseguir una doble ventaja: la expansión del terrorismo «global» del Daesh mediante la comisión inmediata de atentados. Con esta última operación antiterrorista, ya son 100 los yihadistas detenidos en 2015 y un total de 175 en la Legislatura, lo que pone a nuestro país en cabeza de la eficacia contra este tipo de criminalidad.
El EI ordena tomar Al Ándalus
Las amenazas contra España, Al Ándalus, como la denominan los islamistas, son constantes, y en un nivel creciente en los últimos tiempos. El portavoz del Daesh Abu Muhammad al-Adnani al-Shami, algo así como el portavoz y el «número dos» de la banda tras Abu Bakr Al Baghdadi, proclamó recientemente, en un llamamiento a sus «combatientes», que era prioritario conquistar París, Roma y Al Ándalus. Asimismo, fijaba como objetivos edificios como el Big Ben londinense, la Casa Blanca o la Torre Eiffel. Para la estrategia del Estado Islámico de crear un «califato mundial», España, por su situación geoestratégica, es una pieza fundamental.
http://www.alertadigital.com/2015/12/09/los-yihadistas-detenidos-en-barcelona-y-canarias-tenian-como-objetivo-atentar-contra-iglesias-y-sinagogas/
No hay comentarios:
Publicar un comentario