La guerra contra el dinero en efectivo está yendo más rápido de lo que muchos habían imaginado y las consecuencias para todos nosotros resultarán definitivas.
Ya hemos hablado de ello en anteriores artículos e insistimos en el tema, porque es una de las piezas clave que determinarán el nuevo paradigma mundial de carácter opresivo al que todos estaremos sometidos.
En un artículo de mayo de 2015, ya hablamos de una REUNIÓN SECRETA EN LONDRES PARA ELIMINAR EL DINERO EN EFECTIVO
Y desde entonces, el proceso ha ido avanzando.
Después de haber documentado las continuas llamadas de las élites a sus siervos para la abolición del dinero en efectivo, rodeadas de la consiguiente campaña de propaganda más o menos intensa o encubierta y viendo como China y el FMI han entrado de lleno en esta campaña por una “sociedad sin dinero en efectivo”, ahora parece que Noruega, que está empezando a sufrir sus propios problemas económicos por culpa de la bajada del precio del petróleo, se ha unido a otros países escandinavos, como Dinamarca y Suecia, para acabar de una vez por todas con el dinero físico.
Pero, ¿qué es exactamente la “guerra contra el dinero en efectivo”?
Bien, lo que significa básicamente, es que los gobiernos están limitando el uso de dinero en efectivo y una amplia variedad de economistas “oficiales”, están pidiendo la abolición pura y simple del dinero físico.
Las autoridades están restringiendo tanto la cantidad de dinero que se puede retirar de los bancos, como limitando lo que se puede comprar con dinero en efectivo.
¿Y por qué ahora?
¿Por qué los gobiernos de repente tienen tantas ganas de prohibir el efectivo físico?
La respuesta parece ser que los bancos y las autoridades gubernamentales están anticipando los bail-ins, (rescates bancarios para las entidades que afronten graves dificultades financieras, sufragados por los propios tenedores de acciones y por los depositantes de dineros en sus cuentas bancarias), las tasas de interés fuertemente negativas y las altas sumas de dinero en efectivo, y quieren cerrar la puerta a que los depositantes regulares puedan escapar de alguna forma al robo oficial al que serán sometidos oficialmente cuando se dictaminen estos rescates.
En definitiva, quieren tener un método para impedir que la gente pueda sacar su dinero del banco y guardarlo en casa, impidiendo que se lo robe el estado cuando tenga que rescatar a las entidades en problemas.
Con el establecimiento del dinero electrónico, podrán obligar a los que tienen dinero a gastarlo cuando convenga por motivos macroeconómicos, o retener el gasto a conveniencia, “cerrando el grifo” cuando sea necesario.
Los beneficios de una sociedad sin dinero en efectivo para los bancos y los gobiernos son evidentes:
1. Cada transacción financiera puede someterse a una imposición, tasa o impuesto.
2. A cada transacción financiera se le podrá cargar una tarifa.
3. Las corridas o pánicos bancarios (retiradas masivas de depósitos en poco tiempo), podrán ser evitadas.
En los sistemas de reservas fraccionarias como el nuestro, los bancos sólo están obligados a mantener una fracción de sus activos en efectivo. Así, un banco sólo podría tener un 1% de sus activos en efectivo. Si los clientes temen que el banco pueda ser insolvente, irán al banco y exigirán que les den sus depósitos en efectivo físico. El banco entonces se queda rápidamente sin dinero físico y cierra sus puertas, alimentando aún más el pánico.
Con la eliminación del dinero en efectivo, se elimina esta posibilidad y sobretodo, se crea una situación mediante la cual, ya no habrá ninguna forma de que el dinero no esté controlado totalmente por los bancos.
Dicho de otra manera, ya no podrás guardarte dinero bajo la almohada “para una emergencia”: todo el dinero estará en manos de los bancos y con ello, tendrán un poder total y absoluto sobre nuestras vidas.
Es por esta razón por la que realmente los bancos están clamando por la prohibición del dinero en efectivo. No tiene nada que ver con la comodidad o la modernidad.
De hecho, todos los que claman por la abolición del dinero en efectivo, están trabajando (consciente o inconscientemente) para esto: para otorgar el poder absoluto sobre nuestras vidas a las “maravillosas entidades bancarias”.
Esto explica por qué el banco más grande de Noruega, el DNB, ha hecho un llamamiento para que el país deje de usar definitivamente el dinero en efectivo, después de todo un proceso de amoldamiento de sus habitantes para que cada vez lo usen menos en sus transacciones diarias.
La propuesta del DNB sugiere que eliminar el uso de dinero en efectivo podría acabar con el mercado negro y con delitos como el lavado de dinero.
“Hoy en día, hay aproximadamente 50 mil millones de coronas en circulación y el banco central del país, Norges Bank, sólo puede representar el 40% de su uso. Eso significa que el 60% del uso de dinero está fuera de cualquier control. Hay tantos peligros y desventajas asociadas con el dinero en efectivo, que hemos llegado a la conclusión de que debe ser eliminado”.
De hecho, el programa de “educación sobre la población noruega” ha funcionado a la perfección. En la actualidad, sólo alrededor del 6% de los noruegos utilizan dinero en efectivo en su vida diaria, con los números más altos entre las personas de edad avanzada.
En 2014, Finans Norge, una organización de la industria financiera en Noruega, dijo que el país estaba en camino de convertirse en una sociedad sin dinero en efectivo para el año 2020. (¿alguien se ha fijado que todos estos proyectos, en muy diferentes países tienen como fecha límite el año 2020 de forma sistemática, como si formaran parte de una agenda global?)
Mientras tanto, los bancos DNB y Nordea, ya han dejado de usar dinero en efectivo en sus sucursales y la Asociación de Hostelería de Noruega impulsó la eliminación del derecho de los consumidores a pagar en efectivo en todas las tiendas y restaurantes en 2013. Otros países, como Dinamarca y Suecia han impulsado programas similares y sus poblaciones ya dependen en gran medida del dinero electrónico.
APUNTE DEL ROBOT
Es importante analizar cómo se produce un proceso como éste, para ver cómo los poderes que controlan el mundo, manipulan a la población e instauran sus agendas.
Lo hacen de forma paulatina, gota a gota, sin que nadie se percate de lo que está sucediendo, inmersos como estamos todos en un incesante bombardeo de información que inunda nuestros cerebros.
No van a acabar con el dinero en efectivo por decreto y de un día por otro. Simplemente, irán creando las condiciones necesarias para que su uso sea cada vez más dificultoso e incómodo, hasta que sea posible decretar su muerte oficialmente por tener un uso marginal.
Estas maniobras que parecen paulatinas si las observamos desde el prisma del día a día cotidiano, pero que son extremadamente aceleradas si las observamos desde un prisma histórico, corren en paralelo con la instauración de una sociedad controlada y vigilada bajo el pretexto de la seguridad.
Todo parece formar parte de un mismo proyecto, en el que los ciudadanos no tendremos ningún poder de decisión sobre nuestras vidas y nuestras economías y seremos dirigidos como autómatas por un estado tecnocrático.
Vigilados y clasificados constantemente por cámaras de vigilancia, aparatos electrodomésticos conectados a Internet, teléfonos, ordenadores, tabletas y por nuestras propias cuentas bancarias, que representarán toda nuestra posibilidad de pago para cualquier servicio y por lo tanto, la única forma de garantizar nuestra supervivencia.
Estamos inmersos en un proceso progresivo que parece imparable, hacia la peor dictadura de la historia de la humanidad, cuyo objetivo final parece ser convertir nuestro planeta en una gran prisión física y psicológica.
Y una de las claves para instaurar este nuevo régimen global, es controlar totalmente nuestro acceso al dinero, pues con ello controlarán nuestro acceso a lo que necesitamos para sobrevivir.
Como en el caso de la vigilancia masiva, implementada bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo, la eliminación del dinero en efectivo se justificará bajo el pretexto de luchar contra el “mercado negro, el tráfico de drogas y armas, la prostitución, la pornografía infantil y especialmente, la evasión fiscal”, que es uno de los leit motivs principales en esta gran campaña de manipulación a la que estamos siendo sometidos.
El pretexto es perfecto: enmedio de una fuerte crisis económica y social en la que constantemente nos bombardean sobre la creciente desigualdad en todo el mundo, nos dirán que con la eliminación del dinero en efectivo, se evitará que “los más ricos” evadan impuestos…y la pobre masa borreguil se lo tragará, probablemente porque se lo dirá alguien que no recordará a los viejos políticos corruptos, pues irá en mangas de camisa y no llevará corbata…
Todas las piezas están sobre el tablero, sus movimientos avanzan sin cesar y ya tienen establecidas las fechas para alcanzar sus objetivos.
Insistentemente, aparece el año 2020 como límite para imponer todo tipo de reformas, desde el terreno financiero al militar.
Y por si todo esto no fuera suficientemente desalentador, tenemos a unas nuevas generaciones jóvenes, aquellas que deberían ser rebeldes y disponer de la energía y el impulso necesarios para cambiar el mundo, que ya han sido educadas (o mejor dicho, programadas), para adaptarse a este nuevo orden en el que no existirá la privacidad…una masa mayoritariamente infecta cuya máxima aspiración social parece ser llevar ropa a la última moda, disponer del último gadget tecnológico y acumular “likes” y visitas en las redes, mientras se dedican a hacerse miles de selfies con las que plasmar su absoluta estulticia…
Imagen del típico imbécil que hizo largas horas de cola para comprar un iPhone
Ellos serán los que acabarán haciendo cola para que les implanten un chip de identificación que ejercerá además como método básico para realizar todo tipo de transacciones y una terminal de acceso a Internet en el cerebro.
Una sociedad muestra su mayor grado de degeneración cuando encuentras más rebeldes entre las personas maduras que entre las más jóvenes.
Y eso es lo que estamos viendo mayormente en estos momentos.
¿A alguien se le ocurre alguna solución para detener lo que se avecina?
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