Era el año 1901 en Ruvo di Puglia, Italia. El señor Mauro Pansini, un empresario de la construcción y su familia se mudan a una casa más grande cerca de un ayuntamiento y comienzan a ser víctimas de extraños fenómenos paranormales.
Objetos que se movían, llegando a ser arrojados fuera de la casa, rompimientos (todo esto indicio de Poltergeist).
Alfredo Pansini, de 7 años de edad, comienza a entrar en trance, hablar otras lenguas, tener visiones y entonces el padre decide enviarlo a un seminario en una iglesia. Por 3 años se detiene el fenómeno y la calma vuelve al hogar.
A los 10 años Alfredo retorna al hogar y esta vez no sólo vuelven los fenómenos sino que involucran al hermano menor Paolo de 8 años. Allí comenzaron los episodios en los cuales desaparecían del lugar reapareciendo en pueblos cercanos, a km de distancia en cuestión de minutos, debiendo el padre viajar a buscarlos.
En una ocasión viajaron más de 30 km desde su casa hasta Malfatti, apareciendo frente al padre Vennetti en un convento de padres capuchinos. En cuestión de minutos. El sr Vennetti llamó por teléfono a la familia sorprendido pues nadie sabía cómo de repente los niños aparecieron allí y en estado de trance o hipnosis.
Acto seguido que llegaron al hogar el padre los encierra en la habitación y al revisar la habitación minutos más tarde los niños habían desaparecido de una habitación cerrada.En ese mismo instante llamaban a la puerta de la casa del tío que vivía a 15 km de distancia. Existe incluso un relato posterior de un pescador a quien de repente le aparecieron los dos jóvenes en su barca a pocos km mar adentro cerca del puerto de Baletta, en la zona del Mediterráneo.
En otra ocasión los padres llaman a un obispo de Bitonto para que los ayude y los niños desaparecieron de la habitación frente a la mirada atónita del obispo. Cuentan que estos niños fueron estudiados por diversos especialistas que no llegaron a explicar el fenómeno, incluso que Alfredo Pansini demostró otras habilidades como responder preguntas en estado de trance a través de la escritura automática, pero todo esto es materia de discusión.
En realidad a comienzo del pasado siglo ya existían los primeros automóviles y superaban los 100 km por hora, algo que explicaría que los niños hubieran podido trasladarse tantos kilómetros, sin embargo en caso de que alguien los llevara, no era muy frecuente disponer de estos vehículos. También la percepción del tiempo es relativa, pero ésto no explicaría la desmaterialización frente a testigos en caso de existir tales.
https://www.ufo-spain.com/2017/02/24/el-insolito-caso-de-teletransportacion-de-los-hermanos-pansini/
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