Esta vez de manera involuntaria, pero el presidente de la Generalitat sigue envuelto en la polémica: su presencia en la fiesta de los masones ha levantado las críticas
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. (EFE)
Cuando más enconado está el debate político entre Cataluña y España, los masones entran en escena para invitar al presidente catalán, Carles Puigdemont, a su cena de gala, que tendrá lugar el próximo 11 de marzo en Barcelona. La invitación ha sacudido las estructuras masónicas y políticas por lo que supone de irrupción de la Gran Logia de España (GLE) en el escenario político en una coyuntura de elevada conflictividad y de futuro incierto.
En algunos círculos de la GLE —y de otras logias alineadas en lo que se conoce como masonería irregular—, las críticas al gran maestre, el abogado valenciano Óscar de Alfonso, no se han hecho esperar. “En estos momentos, debería haberse abstenido de entrar en el terreno político y la organización debería haber celebrado su asamblea general de manera más discreta. Además, puede malinterpretarse la invitación a Puigdemont como un desaire al Gobierno central y un posicionamiento de la masonería a las tesis independentistas”, explica a El Confidencial una fuente interna de la GLE.
El tema tiene más derivadas porque De Alfonso está considerado un conservador ubicado muy lejos de las tesis soberanistas. Un miembro de la comunidad masónica señala a este diario que “Óscar de Alfonso tiene tendencia conservadora en lo político, pero ha metido la pata en varias ocasiones. Entre otras cosas, ha llegado a decir que la masonería es la versión filosófica del cristianismo. Y ahora, cada cierto tiempo, intenta sacar rédito de un barómetro interno sobre el perfil de los hermanos masones. El último barómetro daba un perfil de centro derecha, por lo que es aún menos comprensible la invitación a Puigdemont. Evidentemente, hay masones que se mosquearán por ello”.
El gran maestre ya removió conciencias hace un par de años cuando invitó al mayor acto anual de la GLE al jesuita José Antonio Ferrer Benimeli, considerado el mayor experto en masonería a pesar de su condición eclesiástica y titular de la única cátedra sobre la masonería de España, ubicada en la Universidad de Zaragoza. Y es que masonería e Iglesia siempre han sido elementos antagónicos. Otra fuente consultada critica que De Alfonso “tiene a la GLE inmersa en una campaña de publicidad y de ahí que haga estas cosas. Es preocupante. Se trata de una estrategia errática que provoca protestas dentro de la institución”.
Los motivos de la GLE
Una fuente oficial de la Gran Logia señala a este diario que la decisión de invitar a Puigdemont a la cena de gala que tiene lugar tras la asamblea general anual partió del propio gran maestre. El motivo es celebrar los 300 años del nacimiento de la masonería inglesa, que es de la que depende la GLE, así como otras 285 logias de todo el mundo. “Además, estamos promoviendo la honorabilidad de la masonería a nivel de todas las instituciones. Con ello, queremos que se nos tenga presentes en ellas. En otras ocasiones, hemos invitado a otras personalidades, pero ahora le tocó el turno al presidente de la Generalitat porque celebramos la reunión en Barcelona”. Con esta campaña, añade la fuente, “queremos que la gente conozca públicamente que somos personas normales, nada oscurantistas”. Y subraya que “la cena no es un acto masónico. No tiene nada que ver con la ‘tenida’ [reunión] que tiene lugar antes”.
Desde la GLE, también se niega que la invitación obedezca a unalineamiento de la mayor logia masónica de España a favor de las tesis soberanistas. “En Madrid también se invita a parlamentarios y no pasa nada”, aduce la fuente oficial de la institución.
Un masón con mando en plaza señala a El Confidencial que “en las ‘tenidas’ no puede estar nadie que no sea masón, aunque sí en la cena. Pero también hay ‘tenidas blancas’, que se realizan discrecionalmente y a las que pueden asistir ‘profanos’, es decir, personas que no son masones. Se trata de reuniones que organizamos para que vean lo que hacemos y que no es nada conspiratorio. Pero los ágapes tras las reuniones anuales siempre son ‘blancos”.
También señala esta fuente que “la idea de la masonería nacionalista excluyente nació en Finlandia a finales del siglo XIX y tuvo una gran importancia en la independencia de este país respecto del imperio ruso. Es cierto que cada uno tiene derecho a interpretar la masonería como crea conveniente, pero en el tema de Cataluña hay que ir con cuidado, porque, por ejemplo, hay conceptos que la masonería no puede asumir, como que Cataluña es un pueblo oprimido”.
Las logias masónicas tienen dos principios de obligatorio cumplimiento: no se relacionan con la Iglesia y tienen prohibido entrar en política. ¿Es la invitación a Puigdemont una vulneración de esa prohibición? “En absoluto —contestan desde la GLE—. No es habitual invitar a altos cargos, pero en esta ocasión se junta el hecho de que celebramos la asamblea en Cataluña y de que se cumplen 300 años de la creación de la logia inglesa. Solo por eso se invitó a la máxima autoridad del territorio”. Y otra fuente señala que “en otros países es normal invitar a políticos y mantener una relación constante. En Francia, a los invitados se les somete a verdaderos exámenes. Es más: en los encuentros anuales siempre hay representantes de la Administración. Pero apostar por la presencia de Puigdemont en la actual coyuntura política española es provocar”.
http://www.elconfidencial.com/espana/cataluna/2017-02-24/masoneria-puigdemont-cataluna-logia-cena_1337811/
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