Cada vez queda más claro que en el campo de la geopolítica y las relaciones internacionales, todo es un gran juego, un inmenso negocio en el que las personas mueren por patrias e intereses, mientras los más poderosos se ríen a sus anchas, a costa de las víctimas que ellos mismos envían a morir.
Estos días el mundo ha estado muy preocupado por un posible enfrentamiento entre Rusia y EEUU, especialmente tras el bombardeo de la base aérea siria de Shayrat.
Pues bien, a continuación ofrecemos un artículo de Paul Craig Roberts realmente revelador, en el que el economista conservador y subsecretario del Tesoro durante la época Reagan muestra su perplejidad ante un hecho que ha pasado bastante desapercibido.
Cabe recordar que Roberts se ha mostrado como un enemigo declarado del establishment de Washington y en concreto de los neocons, así como también se ha mostrado partidario de la Rusia de Putin y defensor de Trump.
El 1 de marzo, la Oficina Nacional de Reconocimiento de los Estados Unidos lanzó un satélite espía transportado por un cohete Atlas V, impulsado por un motor RD-180 ruso.
Los Estados Unidos, una supuesta “superpotencia”, no es capaz de poner sus propios satélites espías en el espacio.
Esta “superpotencia” depende de Rusia, que proporciona a la “superpotencia” los motores de cohetes para poner satélites espía en órbita para espiar a la propia Rusia.
¡Aquí tenemos esas palabras de Lenin: los rusos le venden a Washington la cuerda con la cual colgarán a Rusia!
¿Está valorando Rusia un poco más los dólares de los EEUU, por encima de su propia existencia nacional? Aparentemente si.
¿La quinta columna dentro de Rusia, financiada y apoyada por Washington, infiltrada en los medios de comunicación rusos, y dentro del gobierno ruso, tiene un deseo tan ferviente de integrarse en el Occidente decadente e inmoral que están dispuestos a sacrificar la soberanía rusa y están dispuestos, como toda Europa, Canadá, Australia y Japón, a ser vasallos de Washington? Sí.
¿Qué otra explicación hay para que Rusia permita a Washington espiar a Rusia con su propia ayuda y suminitrarle a EEUU de las capacidades necesarias para que en el futuro puedan atacar con armas nucleares a la propia Rusia con un ataque nuclear preventivo?
Parece que Rusia está más interesada en los dólares estadounidenses y en la “cooperación con Washington” que en la supervivencia nacional.
No es de extrañar que los neoconservadores norteamericanos crean que Putin consentirá la muerte de Rusia a manos de Washington.
El Nuevo Orden Mundial de la tiranía de Washington hacia el resto del mundo, parece estar en el buen camino.
Rusia está permitiendo el dominio de Washington poniendo en órbita los propios satélites de espionaje de Washington en el espacio.
Tal vez lo siguiente será que Rusia proporcione a Washington la ubicación de todos sus submarinos con armamento nuclear y el calendario de los movimientos de sus misiles ICBM ocultos en trenes nucleares. ¿Por qué no pensar eso si por lo visto asegurarse “la cooperación con Washington”, parece ser el único objetivo del gobierno ruso?
¿No les parece increíble?
¡¡Washington impone un paquete de sanciones tras otro a Rusia, y Putin sigue vendiéndole a Washington los motores de cohetes que necesita para enviar al espacio sus satélites espía!!
Que Dios ayude a los rusos.
Para complementar este texto de Craig Roberts, ofrecemos esta noticia que encontramos en Sputnik hace unos días…
La compañía rusa Energomash entregará 11 propulsores RD-180 al consorcio estadounidense ULA este año, aseguró el director general de la empresa RD Amross, Michael Baker.
ULA recibe los motores a través de la RD Amross, una empresa mixta en la que participa Energomash.
“Once propulsores serán entregados este año, otros once el próximo y seis en 2019”, dijo Baker al margen del 33º Simposio espacial internacional que acoge Colorado.
Aquí cada uno podrá hacer sus interpretaciones al respecto de lo que se oculta tras este negocio entre EEUU y Rusia.
Lo primero que se puede llegar a pensar es que quizás a Putin no le importe suministrar estos motores de cohetes a EEUU, porque ya dispone en la actualidad de todo lo necesario para contrarrestar las medidas que puedan realizar estos satélites espías; sería una estrategia inteligente: suministrar a su enemigo de tecnología que colabore en la obsolescencia de su propio programa militar, haciendo negocio con ello.
Si esa fuera la razón, la interpretación tremendista de Craig Roberts, que poco menos que tilda a Putin de traidor a su país, no tendría sentido.
Pero también hay otras posibles interpretaciones: quizás, en el fondo, hay mucho más teatro en el mundo de las luchas geopolíticas de lo que creemos o de lo que gente como Craig Roberts quieren hacernos creer.
La guerra no es lo mismo para aquellas personas cegadas por ideologías y patrias, que pisan los campos de batalla surcados por las balas y los que ganan dinero y poder con esos conflictos en los despachos.
Está claro que las élites que se benefician de los grandes negocios (y de las guerras) y las personas de la calle, vivimos en dos mundos diferentes y esta compraventa de motores de cohetes, parece ser un buen un reflejo (otro más de entre innumerables casos similares) de la cruda realidad del mundo y de lo absurdo que es tomar partido por cualquiera de esos malnacidos instalados en los gobiernos.
Fuentes:
Fuente: https://elrobotpescador.com/2017/05/08/rusia-provee-la-tecnologia-de-espionaje-necesaria-a-eeuu-para-que-espie-a-la-propia-rusia/
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