martes, 8 de agosto de 2017

La Base Lunar Alfa y la expedicion suicida nazi a Marte



Estas bases están reservadas para una élite sumergiendo en la ignorancia al resto de la población. Los proyectos Apolo de la NASA y viajes a la Luna tenían como objetivo intentar demostrarle al mundo que la Luna no tenía oxígeno y que era un lugar deshabitado que no valía la pena interesarse apenas por él.




Pero lo cierto, la historia real, es que el primer hombre en la Luna no fue el astronauta norteamericano Neil Amstrong sino el capitán nazi de la Kriegsmarine Werner Theisenberg a bordo de un modelo Haunebu en el año 1942.

Pero lo más impactante es que cuando el capitán Theisenberg descendió de su nave y pisó la superficie lunar pudo experimentar que la Luna era un lugar con oxígeno y completamente habitable por la que se podía andar tranquilamente con ropa de calle sin hacer falta los aparatosos trajes espaciales que vemos de la NASA. Desde ese mismo año de 1942 han sido multitud los viajes a la Luna realizados por parte de los Haunebu II, tanto desde Alemania como después una vez ocupada ésta por los aliados desde Nueva Suabia y la base nazi antártica subterránea de Nueva Berlín.

En cuatro años los nazis consiguieron completar la base lunar Alfa, primera base terrestre fuera de nuestro planeta.

El primer Haunebu III que se construyó, el modelo superior del II, tuvo un final digamos de leyenda. Se proyectó desde la base de Nueva Berlín realizar el primer viaje tripulado a Marte, esta sería una misión suicida ya que el Haunebu III no dispondría de energía suficiente para volver a la tierra.

Ésta fue una operación que sería llevada a cabo conjuntamente con los japoneses que fueron colaboradores activos en todos los logros tecnológicos nazis.

Una vez decidido la nave Haunebu III partió hacia Marte en su vuelo número 20 desde la base de Nueva Suabia el 20 de abril de 1945.

El Haunebu-III tenía 71 metros de diámetro. Matemáticamente se calculó su capacidad de autonomía con propulsión electro gravitacional y resultó ser de 75.274.000 Kms., es decir, que cubría la distancia Tierra-Marte.

Pero después el impulsor electro gravitacional quedaba inoperante porque lentamente se ligaba a los metales que entonces se pudieron utilizar en su construcción.

Un viaje en tales condiciones significaba, en consecuencia, un viaje a lo desconocido; y lo más probable, sin posibilidad alguna de regresar para la tripulación, compuesta por alemanes y japoneses. Pero aún así se decidió según el informe mencionado en el departamento E-4 de las SS, en la primavera de 1945; aunque fuese un postrer acto de sacrificio.

Tras zarpar, según el informe, el cohete navegó durante ocho meses y medio alcanzando la superficie de Marte, como estaba previsto, a mediados de enero de 1946.

Al parecer, no hubo problemas en el viaje, pero se piensa que con el propulsor electro gravitacional prácticamente agotado, la extremadamente ténue atmósfera marciana y la atracción gravitatoria, el aterrizaje de la nave no debió ser suave. Aún así no hay seguridad de que fuese un aterrizaje forzoso, porque siempre según el informe llegó con la energía mínima suficiente para contrarrestar la relativamente leve fuerza de gravedad marciana.

Imágenes… Nasa Misión Enterprise 1997, (Pasadena) Mars (Marte).


Hay imágenes de la Nasa, que dan prueba fehaciente de que sí hubo un Haunebu III del III Reich Nazi que fue al Planeta Marte, pero su aterrizaje fue fatal en la Atmósfera y superficie marciana, no aterrizó de forma normal, se piensa que se estrelló al descender en el suelo marciano y los vestigios de esta nave exploradora se encuentran esparcidos por todos lados, se puede apreciar, el símbolo nazis, un cañón, un tanque, y una gorra de las SS de uno de los cosmonautas que tripularon aquella nave.

Lo cierto, en cualquier caso, es que por ahora sólo podemos especular sobre aquella empresa espacial pionera y el destino de aquellos anónimos primeros cosmonautas. Y es que, por increíblemente fantástica que pueda parecer esta historia, es un acontecimiento contrastado, aunque, eso sí, celosamente ocultado al público.

¿Cabría la posibilidad de que la tripulación del Haunebu-III encontrase algo más de lo que las actuales sondas no tripuladas han descubierto para nosotros, como verdaderos restos de cultura o incluso refugios subterráneos habitables?

Imposible saberlo, el Haunebu-III está hoy sepultado bajo metros de arena marciana. Es famosa la foto misteriosa que la NASA realizó en Marte e hizo pública en la que se podía ver claramente la figura de una persona. ¿Podemos imaginar que fue uno de los tripulantes de aquella mítica expedición que fueron a sabiendas que jamás podrían regresar? En la foto parece más la figura de una mujer, lo que sí queda claro en todo caso es que parece ser una figura humana.


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