En América, los Mayas, los antiguos Peruanos (los Paracas), y ciertas tribus de Estados Unidos tenían la costumbre de alargar las cabezas de los infantes.
En América del Norte la práctica era especialmente conocida entre las tribus Chinook del noroeste y los Choctaw del sudeste.
El grupo de nativos americanos conocidos como “los cabeza plana” no practicaban el aplanado de cabeza, pero fueron nombrados así por contraste con otros pueblos Salishanos que usaban modificación craneal para hacer que su cabeza pareciera más redonda.
Otras tribus incluida los Choctaw, los Chehalis y los Pueblos Nooksack practicaban el aplanado de cabeza atando la cabeza del infante a un porta bebés de madera, los pueblos Lucayanos de Las Bahamas y los aborígenes australianos practicaban esta técnica.
Los Paracas vivieron en la costa de Perú, al sur de la capital Lima. Algunas estimaciones proponen que esta cultura existió entre el 700 a.C. y el 100 d.C.
La situación de los Paracas es de alguna manera única, los investigadores Juan Navarro y Brien Foerster han encontrado la presencia de al menos cinco formas distintas de cabezas alargadas, siendo cada tipo predominante en cementerios específicos. Los más grandes e impactantes son del sitio llamado Chongos, cerca de la ciudad de Pisco, al norte de Paracas.
Pruebas sobre estos cráneos han revelado que, en promedio, la capacidad craneal es de 1,5 litros, aproximadamente un 25% más que los cráneos contemporáneos y pesan un 60% más. También las cavidades orbitales son significativamente mayores que las de cráneos contemporáneos y la mandíbula más grande y gruesa. Más aún, la presencia de dos pequeños huecos en la parte posterior de los cráneos de Chongos, llamados foramen, indican que el flujo sanguíneo y quizás los nervios, excitaban el cráneo en la parte posterior para alimentar el tejido dérmico. Esto indicaría algo natural y no una deformación craneal.
La Deformación craneal era probablemente realizada para representar afiliaciones grupales, o para demostrar estatus social. Pudo haber desempeñado un rol clave en la sociedad de la civilización Maya. Puede pensarse que modificar un cráneo con una forma antinatural podía ser un medio de alcanzar atributos deseables estéticos. En el área de habla Nahai de la Isla Tomman y el sudoeste de Malakula (Vanuatu) una persona con cabeza alongada era considerada más inteligente y más cercana al mundo de los espíritus.
El investigador Brien Foerster, nos presenta más detalles acerca de los fascinantes cráneos alargados de Paracas en Perú. Las pruebas de ADN realizadas revelaron resultados fascinantes.
La primera parte del análisis demostró que el bebé “real” de 18 a 22 meses de edad, perteneciente a la cultura Paracas, tenía rastros de pelo rubio y rojizo, y el haplogrupo materno U2e1, que se encuentra en el continente Europeo y no en América del Sur. Foerster indica que este tipo de sangre se encuentra generalmente en proto-Germánicos y proto-Eslavos y el hecho de que el bebé haya muerto hace casi 2.000 años, suma misterio al tema, ya que indica que hace miles de años la gente de Europa ya se encontraba en América, a diferencia de lo que la historia convencional dice.
La segunda parte del análisis demostró que el cráneo alargado de 850 años de edad y que fue descubierto en la sierra peruana, al este de Lima (capital) tenía el haplogrupo materno T2b, otro indicador que sugiere descendencia europea. El haplogrupo T2b se encuentra comúnmente en los países europeos de las Islas Británicas, el Báltico y Escandinavia.
Curiosamente las pruebas antes mencionadas se realizaron en restos óseos de las personas que habitaban la región hace miles de años. Aunque según la historia convencional, los españoles llegaron a Perú en el año 1.532.
Además Brien Forester presenta la tercera parte del análisis que se realizó en el cráneo apodado “Cleopatra” debido a su forma y los restos de pelo rojizo. Una vez más los resultados del ADN materno demostraron que la muestra es H1, cuyos restos se encuentran en los países de Europa Occidental y el pueblo vasco, Iberia y partes de África del norte.
Siempre se ha creído que todos los habitantes precolombinos de las Américas pertenecían a los haplogrupos A, B, C, D y quizás X, pero los tres resultados de ADN anteriores indican claramente lo contrario, lo que sugiere una ascendencia europea mucho antes de que los europeos llegaran a América y especialmente antes de que visitaran partes del Perú y otros países de Sudamérica.
Brien Foerster indica además, que las teorías sugieren que H1 fue el haplogrupo dominante que estaba presente en la cultura megalítica europea en algún momento alrededor del 5.000 a.C. hasta la llegada de las culturas proto-celtas alrededor del 2.000 a.C.
Foerster también ha revelado la cuarta parte de las pruebas de ADN realizadas en una serie de curiosos cráneos encontrados en Perú. El resultado indica el haplogrupo H2a, característica de la ascendencia de Europa del este, de partes de Europa occidental y de la región del Cáucaso en la Crimea moderna.
En los resultados anteriores, Brien Foerster demostró que los haplogrupos descubiertos durante las pruebas indicaban clara ascendencia europea, y además no hay rastros de ascendencia indígena, planteando una serie de preguntas que los investigadores, arqueólogos e historiadores tendrán que responder en un futuro cercano.
Las cuatro muestras de ADN antes mencionadas indican claramente que la historia que se desarrolló hace miles de años no es como la pintan los libros. Los resultados anteriores son indicadores de que es muy probable que hace miles de años, antes de que los españoles llegaran a América del sur, gente de Europa y el Cáucaso viajaron a América.
Brien Foerster escribe que los centros más importantes para el haplogrupo H2a son el mar Caspio, el norte del Mar Negro y Escandinavia. Que los cráneos alargados que se remontan por lo menos en 2.000 años se han descubierto en Francia, Austria, Hungría, Alemania e Inglaterra y que su origen es probablemente la región del Cáucaso.
Además indica que el principal haplogrupo de H2a es H2, lo que significa que es muy probable que se originara en el mar Caspio, lo que parece apoyar las conexiones Armenio/Crimea. Por esta razón es probable que los antepasados del cráneo con huellas de haplogrupo R2a de alguna manera viajaron a Paracas, quizás siguiendo una vía entre la India y el Océano Pacífico en algún momento hace 2.000 o 3.000 años.
Foerster plantea numerosas preguntas que desafían a los libros de historia. Cuestiona la naturaleza de los cráneos alargados encontrados en Rumania, datados en 2.000 años de antigüedad, y si es posible que estas personas viajaran desde Crimea y se diseminaran a otras partes de Europa.
Cráneo hallado en Francia
En la región de Toulouse (Francia), la Deformación voluntaria craneal se realizó hasta principios del siglo XX. El moldeado intencional de la cabeza, fue practicado simultáneamente en muchas culturas separadas geográfica y cronológicamente. Su práctica continúa en algunos lugares, como Vanuatu y la República del Congo.
http://cosmoecologos.blogspot.com.es/2018/01/la-deformacion-craneal-ii.html
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