Haití es la cuna del Vudú. Dentro de esta religión existe una parte oscura y son los llamados Bokor o Hechiceros, capaces mediante un ritual de resucitar a una persona ya fallecida y someterla en adelante a su voluntad.
Mediante un polvo convierten en esclavos a la gente, sin conciencia, ni sentimientos ni autoestima Esto es real, y la zombificación es una de las prácticas más terribles, usada también en la parte occidental de África.
Mediante un polvo convierten en esclavos a la gente, sin conciencia, ni sentimientos ni autoestima Esto es real, y la zombificación es una de las prácticas más terribles, usada también en la parte occidental de África.
“La cosa más horrible era la mirada, o mejor dicho, la ausencia de mirada. Los ojos estaba muertos, como ciegos, carentes de expresión” Seabrook, 1971
Haití es el país mas pobre de América, continuamente subyugado a tiranías y colonialismos.
Su crecimiento tanto cultural como económico se ha visto retrasado desde 1804, cuando la rebelión de los esclavos acabó con el colonialismo de Francia convirtiendo a Haití en el primer país que abolió la esclavitud (supuestamente por un pacto para conseguir su independencia, y de este modo Haití se convirtió en el primer país consagrado al Diablo)
Su crecimiento tanto cultural como económico se ha visto retrasado desde 1804, cuando la rebelión de los esclavos acabó con el colonialismo de Francia convirtiendo a Haití en el primer país que abolió la esclavitud (supuestamente por un pacto para conseguir su independencia, y de este modo Haití se convirtió en el primer país consagrado al Diablo)
La creencia en la magia de este país es tal que existen párrafos en su legislación que hablan de las penas que deberán imponer a las Hechiceros que “zombifiquen” a alguien.
Primeros casos
-En 1937 la folclorista estadounidense Zora Neale Hurston conoció en Haití el caso de Felicia Felix-Mentor, fallecida y enterrada en 1907 y a quien, sin embargo, muchos lugareños aseguraban haber visto viva treinta años después convertida en zombi.
-Natagéte Joseph. Mujer de unos cincuenta años fallecida en 1966. Trece años mas tarde reapareció en su pueblo, San Rafael. Amnésica, muda y con avanzado deterioro mental, fue internada en el Centro Psiquiátrico de Puerto Principe, donde vivió en estado casi vegetativo y sin identidad legal.
-Jean-Claude Pierre. Treintañero originario de Gonaives, enterrado en 1977. El domingo 17 de julio de 1983 sus hermanos se lo encontraron vagando por el barrio.
Tras ser identificado por sus padres y cinco testigos, la policía lo condujo al Hospital del Dr. Douyón en lamentable estado, “como recién salido de un campo de concentración”.
El Dr. Douyón supone que el Bokor que lo zombificó le arrancó todos los dientes para que, de recuperar el habla, nadie pudiese saber lo que decía.
-Medula Charles. Joven de 24 años natural de Gros-Morne, reaparecida en agosto de 1983 tras haber fallecido y recibido sepultura anteriormente.
También tratada por el Dr. Douyón, se recuperó lo suficiente como para dar a luz un hijo.
Ya en proceso de recuperación estuvo a punto de ser secuestrada por unos desconocidos en pleno día, en las cercanías del Hospital Psiquiátrico, supuestamente por los ayudantes del Bokor que intentaban devolverla a su estado de esclavitud Zombi.
En 1982, el etnobotánico canadiense Wade Davis viajó a Haití para estudiar lo que pudiera haber de verdad en la leyenda de los zombis y llegó a la conclusión —publicada en dos libros:
The Serpent and the Rainbow (1985) y Passage of Darkness: The Ethnobiology of the Haitian Zombie (1988)— de que se podía convertir a alguien en zombi mediante el uso de dos sustancias en polvo.
Algunos de los Bokor y houngans poseen unas botellas blancas en las que conservan las almas de los zombis que han fabricado.
Esos pequeños recipientes de vidrió despiertan auténtico terror entre los haitianos ya que creen que contienen el espíritu de los “no muertos”, esclavizados por el bokor, quien podría utilizarlos para perjudicar a sus enemigos.
Sin embargo los Bokor no quieren hablar de las fórmulas ni los ritos secretos.
Una vez una persona es zombificada queda inservible y apartada el resto de su vida, ya que la familia no quiere saber nada debido al miedo y a las creencias religiosas de este país.
Actúa como un esclavo y su destino será casi con toda seguridad trabajar en una plantación de caña de azúcar.
A modo de curiosidad, existe la creencia Africana de que los Zombis no pueden comer sal.
Si lo hacen llegan a ser conscientes del estado de su existencia anormal y deben por lo tanto abandonar a sus amos.
Fuente: http://misterioparanormal.com/2013/12/02/el-polvo-zombi-de-haiti/
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