En la medicina moderna, las muestras de orina son examinadas rutinariamente en laboratorios para obtener información clínica sobre un paciente.
Este procedimiento, conocido como análisis de orina, fue desarrollado a partir de un proceso médico más antiguo llamado uroscopia.
Aunque esta última técnica ha quedado en gran parte desacreditada hoy en día, los médicos del pasado utilizaron ruedas de orina para diagnosticar enfermedades hasta mediados del siglo XIX.
Este procedimiento, conocido como análisis de orina, fue desarrollado a partir de un proceso médico más antiguo llamado uroscopia.
Aunque esta última técnica ha quedado en gran parte desacreditada hoy en día, los médicos del pasado utilizaron ruedas de orina para diagnosticar enfermedades hasta mediados del siglo XIX.
La historia de la uroscopia
La historia de la uroscopia se remonta hasta las épocas de las antiguas Grecia y Roma. Uno de los médicos más renombrados de la época clásica fue Hipócrates, y las instrucciones para el examen de orina pueden encontrarse en el Corpus Hippocraticum.
Esta obra es una recopilación de textos médicos redactados por diversos autores pertenecientes a la conocida como Escuela de Hipócrates.
Esta obra es una recopilación de textos médicos redactados por diversos autores pertenecientes a la conocida como Escuela de Hipócrates.
‘El alquimista médico’, óleo de Franz Cristoph Janneck. (Dominio público)
En el texto titulado Pronósticos se mencionan los diferentes colores y consistencias de la orina. Estas dos características de la orina de una persona pueden utilizarse entonces para hacer pronósticos sobre el curso de la enfermedad.
Sin embargo, los médicos del mundo clásico no daban demasiada importancia a la uroscopia.
Sin embargo, los médicos del mundo clásico no daban demasiada importancia a la uroscopia.
Fue sólo durante la Edad Media cuando la uroscopia se convirtió en un importante método de reconocimiento médico. Una posible razón de esto es el hecho de que en aquella época se consideraba socialmente inaceptable examinar directamente a un paciente, o incluso que él o ella se desnudara delante del médico. Por lo tanto, mediante la observación de la orina de una persona el médico esperaba ser capaz de diagnosticar su enfermedad.
Constantino el Africano examina la orina de diferentes pacientes. (Dominio público)
Durante la Edad Media, la uroscopia fue empleada no sólo por los médicos europeos occidentales, sino también por sus homólogos bizantinos y árabes.
De hecho, el legado de los médicos clásicos fue preservado por los bizantinos, a quienes sucedieron los árabes en esta tarea. Por otra parte, fue a través de estos últimos como la uroscopia regresó a Europa Occidental.
De hecho, el legado de los médicos clásicos fue preservado por los bizantinos, a quienes sucedieron los árabes en esta tarea. Por otra parte, fue a través de estos últimos como la uroscopia regresó a Europa Occidental.
La rueda de orina medieval
La urología fue ayudada en gran medida durante la Edad Media por el desarrollo de la rueda de orina. En esencia, se trataba de un diagrama (en forma de rueda, de ahí su nombre) que ayudaba al médico medieval en su diagnóstico de la enfermedad del paciente.
La rueda de orina está dividida en 20 partes, cada una de las cuales muestra un color diferente de la orina. Además de observar la orina, podemos suponer que los médicos de la Edad Media se basaban también en su sentido del gusto y del olfato, ya que el sabor y el olor de la orina de un paciente eran afectados por la enfermedad que padecía, y por lo general se correspondían con unos colores específicos.
Rueda de orina medieval. (OnlineRover)
Las variaciones en el sabor y el olor de la orina estaban también descritas en la rueda de orina. Por ejemplo, el médico inglés del siglo XVII Thomas Willis señalaba que la orina de un paciente diabético sabía “maravillosamente dulce, como si estuviera impregnada con miel o azúcar.”
Fue Willis quien acuñó el término ‘mellitus’ (que significa ‘endulzado con miel’) en la diabetes mellitus, y este trastorno era conocido en el pasado como ‘enfermedad de Willis’.
Fue Willis quien acuñó el término ‘mellitus’ (que significa ‘endulzado con miel’) en la diabetes mellitus, y este trastorno era conocido en el pasado como ‘enfermedad de Willis’.
Como la uroscopia se convirtió en una importante herramienta para los médicos de la Edad Media para diagnosticar enfermedades, muchos tratados sobre este tema fueron escritos y publicados en toda Europa.
Por supuesto, estas obras habrían incluido las ruedas de orina, y muchos ejemplos de esta herramienta para el diagnóstico de enfermedades han sobrevivido hasta el día de hoy.
Por supuesto, estas obras habrían incluido las ruedas de orina, y muchos ejemplos de esta herramienta para el diagnóstico de enfermedades han sobrevivido hasta el día de hoy.
Otra versión de la rueda de orina medieval. (OnlineRover)
Es gracias a estas obras y a las ruedas de orina que tenemos algún conocimiento de la forma en que era empleada la uroscopia por los médicos medievales.
Uno de estos tratados, por ejemplo, es De Urinis, de Gilles de Corbeil, un poema médico del siglo XIII sobre la uroscopia.
Los colores de la orina de los que habla esta obra incluyen el verde, el blanco, el morado y el color vino.
Ni que decir tiene que Corbeil también instruía a sus lectores acerca de lo que dicen estos diferentes colores sobre la salud del paciente.
Uno de estos tratados, por ejemplo, es De Urinis, de Gilles de Corbeil, un poema médico del siglo XIII sobre la uroscopia.
Los colores de la orina de los que habla esta obra incluyen el verde, el blanco, el morado y el color vino.
Ni que decir tiene que Corbeil también instruía a sus lectores acerca de lo que dicen estos diferentes colores sobre la salud del paciente.
Ilustración europea medieval del médico persa Al-Razi en la obra de Gerardus Cremonensis “Recueil des traités de médecine” (1250-1260).
Un cirujano (izquierda) examina el contenido de la mátula, recipiente utilizado antiguamente para recoger la orina. (Dominio público)
Los análisis químicos se imponen
Los médicos europeos siguieron utilizando la uroscopia y las ruedas de orina para diagnosticar a sus pacientes, independientemente de su condición social, hasta mediados del siglo XIX.
La orina del rey Jorge III del Reino Unido, por ejemplo, era al parecer de color púrpura, lo que podría ser un indicio de que sufría de porfiria, un grupo de enfermedades que afectan negativamente al sistema nervioso.
Se ha especulado que este hecho podría haber sido el causante de la locura por la que este rey era tristemente famoso.
La orina del rey Jorge III del Reino Unido, por ejemplo, era al parecer de color púrpura, lo que podría ser un indicio de que sufría de porfiria, un grupo de enfermedades que afectan negativamente al sistema nervioso.
Se ha especulado que este hecho podría haber sido el causante de la locura por la que este rey era tristemente famoso.
Jorge III del Reino Unido (1771), óleo de Johann Zoffany. (Dominio público) Al parecer la orina de este rey era de color azulado o púrpura.
Hacia finales del siglo XIX, los análisis químicos comenzaron a ser utilizados para examinar la orina. En consecuencia, la uroscopia y las ruedas de orina cayeron en desuso, y los médicos ya no tuvieron necesidad de probar el sabor de la orina de sus pacientes.
Imagen de portada: Doctor de pueblo examinando la orina de una muestra (década de 1640), óleo de David Teniers el Joven. Fuente: Dominio público
Autor: Wu Mingren
Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.
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