Los Bluatsauger son criaturas de las leyendas Bavarias, un pueblo ubicado en Alemania. Algunos los comparan con los vampiros, ya que su tipo de alimentación es la misma que estos últimos.
Muchas personas dicen que la existencia de estos monstruos dependientes de la sangre es por causa de una enfermedad llamada “la peste negra“, mientras que otros simplemente creen que su origen se debe a las constantes prácticas de brujería y magia negra.
Estos seres sanguinarios tienen una apariencia bastante tenebrosa, su piel es completamente blanca y su cuerpo carece de huesos, provocado que su forma se vea amorfa y desfigurada. Hay una teoría en la que se cree que los Bluatsauger están cubiertos por un amplio pelaje negro, esto evita que las personas les hieran o traten de aniquilarlos.
De cualquier forma, es muy difícil dar con la criatura y mucho más complicado asesinarlos, pues antes de que un humano pueda acercarse a ellos, estos buscan la manera de transformar en uno de ellos a quien intente dañarlos.
Los habitantes baverianos mantenian la tradición de enterrar a todas las personas fallecidas con un racimo de uvas bajo sus quijadas, pues ellos creían que colocando aquella fruta en sus cuerpos evitaría que salieran de sus ataúdes convertidos en Bluatsauger.
Debemos destacar que esa acción no evitaba que se convirtieran en parásitos de sangre, solo se tenía la precaución de que no se salieran de sus tumbas.
Los Bluatsauger convertían a las personas en sus aliados con un puñado de tierra que tomaban de los ataúdes donde los habían enterrado.
De manera salvaje, abrían las bocas de los sujetos y le introducían la tierra, una vez que estos tragaban el polvo automáticamente se transformaban en criaturas de la noche sedientas de sangre. El Bluatsauger solo muerde para alimentarse, no para transformar a otro sujeto.
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