Una mujer murió en Tailandia con el deseo de reencarnar en un niño. Su hija metió un dedo en pasta blanca y marcó la nuca de la madre moribunda con esta pasta.
Poco después del fallecimiento de la mujer, su hija dio a luz a un hijo varón con una mancha blanca en la nuca que parecía imitar a aquella hecha con pasta blanca en el cuello de la mujer.
Cuando el chico creció y comenzó a hablar, empezó a querer aquellos objetos que alguna vez pertenecieron a su abuela pensando que siempre habían sido suyos…
Anteriormente, el Dr. Ian Stevenson, en quien se basa el trabajo de Tucker.
Llegó a investigar 210 casos de niños con marcas o defectos que serían consecuencia de cierta “memoria” retenida proveniente de otra vida.
Las estadísticas son tan asombrosas que espabilarían hasta al más escéptico.
En el 43 por ciento de los casos, las marcas de nacimiento se encontraban en un pequeño rango de 10 centímetros cuadrados en relación con las supuestas heridas mortales provocadas en una vida pasada, mientras que otras estaban mucho más cerca o exactamente en la misma ubicación.
En algunas culturas que creen en la reencarnación, se marca al difunto con un hollín o pasta en cierto lugar del cuerpo para reconocerlos cuando vuelvan a nacer.
Este sería el caso citado al principio de este artículo.
A continuación unos pocos ejemplos de marcas de nacimiento relacionadas con memorias de vidas pasadas que han sido estudiadas por el Dr. Stevenson:
Un niño nacido en India sin dedos en su mano derecha recuerda que en otra vida era un muchacho al que le amputaron sus dedos luego de tener un accidente con una máquina para cortar madera.
Un chico de Turquía con una malformación en su oreja derecha recuerda haber sido asesinado de un disparo a corta distancia en ese lado de la cabeza.
Otro niño de la India llamado Maha Ram dice recordar haber sido asesinado en su vida pasada cuando alguien le disparó con una escopeta.
Su recuerdo de la vida pasada era tan detallado que al investigarlo Stevenson pudo dar con el reporte de la autopsia que pertenecería al hombre que habría reencarnado como Ram.
Las marcas de nacimiento en el pecho de Ram se corresponden con las marcas de los perdigones que acabaron con la vida del hombre de la autopsia.
Uno bien podría pensar que al poner como ejemplos estos reportes mayoritariamente provenientes de la India, una cultura que cree firmemente en la reencarnación, la objetividad científica podría estar sesgada por la fe de los individuos investigados.
Sin embargo, hay casos en todo el mundo y tras la publicación de los hallazgos del Dr. Stevenson recopilados y continuados por el Dr. Tucker, muchos usuarios en Internet comenzaron a dejar sus anécdotas sobre marcas de nacimiento que relacionan también con experiencias traumáticas en una vida pasada.
A pesar que estos últimos reportes no han sido verificados, son más que llamativos e incluso agregan un nuevo elemento:
¿Las marcas tienden a desaparecer al ser recordada la vida pasada que la habría provocado? Por ejemplo…
¿Las marcas tienden a desaparecer al ser recordada la vida pasada que la habría provocado? Por ejemplo…
Karen Kubicko publicó fotos de sí misma en la escuela secundaria en donde podían observarse una marca de nacimiento en su cuello, y fotos posteriores tomadas años después donde la marca se había desvanecido.
La mujer dijo que en 2011 tuvo el recuerdo de una vida pasada en donde era una mujer llamada Helen que había muerto cuando una bala perdida alcanzó su cuello en 1927.
La marca de nacimiento estaba en el mismo lugar donde habría pegado la bala. Luego de recordar esto, la marca fue desapareciendo de forma gradual el cuello de Karen.
Izq. Foto de graduación; der. foto actual.
Otra persona comentó que tenía una marca de nacimiento en la parte de atrás de su pierna. Decía recordar una vida pasada en donde fue mordida por una serpiente en ese mismo lugar. Pocos años después de recordar esto, la marca en su pierna comenzó a desaparecer.
Dijo que el área donde estaba la marca no estaba muy expuesta, por lo que no le puede echar la culpa a la exposición solar u otros factores externos.
19 julio, 2018
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