domingo, 23 de febrero de 2020

El Rover Chino Yutu-2 ha descubierto Anomalías durante su más reciente exploración de la Cara Oculta de la Luna.

¿Qué es esa roca?  El rover Yutu-2 halla algo extraño en la cara oculta de la Luna 


El rover chino Yutu-2 ha descubierto anomalías durante su más reciente exploración de la cara oculta de la Luna. Durante el día 13 de la misión Chang’e-4, el rover ha fotografiado rocas con una apariencia más brillante que el resto del terreno circundante, según informa un comunicado emitido por el blog chino Our Space. 





Estos especímenes, que son muy diferentes a los estudiados hasta ahora, podrían redondear la perspectiva de la historia geológica y evolución del área explorada, llamada cráter Von Kármán. Una inspección más cercana de la rocas por parte del rover, reveló cierta erosión, que en nuestro satélite es causada por micrometeoritos y los grandes cambios de temperatura entre los extensos días y noches lunares. 

La anomalía sugiere que los fragmentos son relativamente jóvenes, ya que con el tiempo las rocas tienden a erosionarse en suelo. La luminosidad de las rocas también indican que tal vez se originaron en un área muy diferente a la que está siendo explorada por Yutu-2.

 La misión Chang’e-4 hizo historia cuando, en enero de 2019, hizo el primer alunizaje en la cara oculta de la Luna. Von Kármán, un cráter de casi 180 kilómetros de diámetro, tiene una antigüedad de 3.600 millones de años. 

La lava ha fluido en él múltiples veces desde su formación, dejando su superficie relativamente pareja y oscura. A la vez, este cráter yace dentro de la cuenca Aitken en el polo sur, un cráter aún más masivo y antiguo. 

Uno de los fragmentos de roca visto por la cámara evita obstáculos de Yutu-2. (Crédito: CNSA/CLEP/Our Space). 

Dan Moriarty, del Centro Espacial Goddard de la NASA en Maryland, dice que el tamaño, forma y color de las rocas encontradas proveen pistas sobre sus orígenes.

 «Dado que estas rocas lucen similares en tamaño y forma, es razonable pensar que todas están relacionadas entre sí», dijo a Space.com. 

«Chang’e-4 alunizó en un mar volcánico, un terreno basáltico, y esos materiales volcánicos son mucho más oscuros que la corteza en las tierras altas lunares. 

Si estas rocas son más brillantes que el suelo que las rodea, obviamente significa que tienen una composición diferente». 

Imagen de la superficie del cráter Von Kármán tomada por Yutu-2, publicada en febrero de 2020. (Crédito: CNSA/CLEP). 

Moriarty señala que solo imágenes de mayor resolución sobre estas rocas proveerán información más certera. 

«Si la roca tiene la apariencia de muchos fragmentos heterogéneos “soldados” juntos, esto podría indicar brechas de regolito», que se forman por el inmenso calor producto del impacto de un meteorito», explica.

 «Si la roca es más coherente, entonces puede ser roca de corteza primaria excavada por el impacto». 

China recientemente publicó un gran lote de datos y sorprendente imágenes tomadas por el aterrizador y el rover. 

Sin embargo, dentro de éste no se incluían los datos del día 13, lo que quiere decir que las imágenes de alta resolución sobre estos intrigantes especímenes aún no se han hecho públicas. Yutu-2 mirando las huellas dejadas en su camino. (Crédito: CNSA/CLEP). 





En cuanto a la antigüedad de las rocas, Moriarty resalta que «jóvenes» es un término relativo: «En este caso, significa que las rocas se formaron luego de eventos mayores de resurgimiento en el cráter Von Kármán.

 Por lo que podrían tener entre 10 a 100 millones de años, o entre 1 y 2.000 millones, es difícil de decir por ahora». 

Fuente: Space.com.


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