sábado, 8 de febrero de 2020

Torra exigirá a Sánchez que perdone la deuda de 55.000 millones de Cataluña con todos los españoles

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat de Catalunya, Joaquim Torra. (Foto. Moncloa)

08/02/2020 06:45

La mesa de negociación de Pedro Sánchez será escenario de peticiones políticas radicales y solicitudes económicas igualmente radicales. Quim Torra planteará en este foro de negociación bilateral entre La Moncloa y la Generalitat –donde no se encuentran el resto de regiones españolas– un impago de facto de la deuda que Cataluña mantiene con el conjunto nacional, que asciende a 78.600 millones. 

Y el volumen de ese pasivo que recae sobre los hombros de España supera el 70%. Es decir, que más de 55.000 millones de euros de ese volumen está financiado por el conjunto de España. Torra quiere negociar su impago con Sánchez.

Se da la circunstancia de que este planteamiento no viene sólo de las propuestas radicales del representante de la Generalitat, JxCAT y Puigdemont: también estas propuestas tienen eco en el PSOE. No se trata de una idea nueva. José Luis Ábalos ya defendió antes de ser ministro la reducción de la carga financiera y la condonación de parte de la deuda catalana con el Estado. 





Y los separatistas pretenden aprovechar estos brazos abiertos para proponer que se les cronifique la deuda y se les permita un impago camuflado.

Cataluña ha sido, de hecho, la comunidad autónoma española que más dinero ha obtenido por medio del sistema de rescate del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). 

Especialmente porque, por culpa de su gasto en separatismo, ha sido la comunidad más necesitada de ayuda. Incluso de territorios menos ricos. El montante de ayudas procedentes del FLA destinados a Cataluña alcanzó los 78.000 millones a cierre de 2018 y en 2019 se plasmó el pago de otro 8.000 millones adicionales.

Difícil devolución

Pero la Generalitat sabe que el FLA es un sistema de créditos blandos para auxiliar a las autonomías con problemas financieros. Es decir, que todo ese dinero percibido debe ser devuelto. 

La realidad de Cataluña revela que el deterioro económico provocado por el separatismo hará difícil la devolución de una montaña de deuda que supera en más del doble los 33.692 millones de la Comunidad de Madrid, por poner un ejemplo.


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