Asistimos perplejos a la quiebra del principio de responsabilidad: el estado, abandonando su deber de protegerte, puede ordenar que te envenenen, desentendiéndose de las consecuencias de su imposición.
El sueño de la industria farmacéutica: todo beneficio sin ningún riesgo.
Si la vacuna te causa secuelas graves de por vida -o la muerte, sin ir más lejos- nadie te compensará por ello.
Bill Gates declaró en una entrevista la pasada semana que para poner fin a la pandemia de COVID-19 se necesitan 7 mil millones de dosis de vacunas, el número de personas que actualmente viven en el planeta.
Bill Gates, ya esta asumiendo que toda la población mundial se ofrecerá voluntariamente para recibir esta vacuna, y las compañías farmacéuticas cuentan con el hecho de que serán obligatorias …
El mayor fabricante de vacunas del mundo, el Instituto del Suero de India, que produce 1.500 millones de dosis de vacunas al año para una variedad de enfermedades, dijo que no iba a esperar la aprobación de una vacuna COVID-19, pero que comenzaría a fabricarlas de inmediato. comenzando con 40 millones de dosis. Actualmente están trabajando con el Oxford Vaccine Group.
Parece que las compañías farmacéuticas que fabrican una vacuna COVID-19 están confiando en el hecho de que la Organización Mundial de la Salud impondrá que sean obligatorias.
Existen buenas razones por las cuales los expertos de la industria de las vacunas se opusieron a la idea de desarrollar una vacuna de ARNm tan rápidamente al principio.
Han tratado de desarrollarlas en el pasado, con resultados pésimos. No tuvieron éxito al tratar de desarrollar este tipo de vacuna para otros coronavirus, como el SARS y el MERS.
El Dr. Fauci y el NIH, en colaboración con Bill Gates, también tuvieron malos resultados en el desarrollo de este tipo de vacuna contra el VIH / SIDA.
Pero todo eso ahora ha sido olvidado con la “pandemia” mundial de COVID-19.
El presidente Trump ahora podría eliminar las pruebas de seguridad que normalmente se requieren para la aprobación de medicamentos y vacunas por parte de la Administración de Drogas y Alimentos, FDA, invocando la autoridad de “Autorización de uso de emergencia” que “permite a la FDA ayudar a fortalecer las protecciones de salud pública de la nación contra las amenazas de emergencia quimicas, biologicas, de radiacion y nucleares (QBRN) al facilitar la disponibilidad y el uso de Contramedicas Médicas, MCM necesarios durante emergencias de salud pública “.
Un sueño hecho realidad para las compañías farmacéuticas. Una pandemia les permite obtener fondos del gobierno para investigar nuevos medicamentos.
Les permite evitar las pruebas de seguridad normales de la FDA con inmunidad legal en caso de que las cosas salgan mal y las personas resulten heridas o mueran por los efectos secundarios.
Y esto en las vacunas «ordinarias». Piensa en las fabricadas a toda prisa y sin garantías.
.Luego, el gobierno, que pagó por la investigación y el desarrollo, termina gastando más de los fondos de sus contribuyentes para comprar estas vacunas a través de los CDC, y luego exige que la población estadounidense las reciba, mientras vende el exceso de vacunas producidas a la Organización Mundial de la Salud para que se ordene a los ciudadanos de otros países.
Adivina, lector español, cuál va a ser uno de esos países …
He mantenido una interesante conversación con @melindagates sobre la lucha contra el #COVID19 y cómo unir todos los esfuerzos internacionales, públicos y privados, en la búsqueda de métodos de diagnóstico, tratamientos y vacunas accesibles a todos. #UnitedAgainstCoronavirus
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(Fuente: https://cienciaysaludnatural.com/)
http://astillasderealidad.blogspot.com/2020/05/eeuu-anuncia-inmunidad-legal-para-los.html
Millones de estadounidenses Rechazarán la Vacuna contra el Coronavirus según una encuesta
Mientras la carrera para desarrollar una vacunaCOVID-19 continúa, las encuestas muestran que cuando los científicos finalmente la entreguen, millones de estadounidenses se negarán a recibirla.
© Andrew Caballero-Reynolds/AFP a través de Getty Images
Un médico observa las muestras de proteínas en los laboratorios Novavax en Rockville, Maryland, el 20 de marzo de 2020, uno de los laboratorios que desarrolla una vacuna para COVID-19.
El presidente Donald Trump dijo recientemente a Fox News que confiaba en que hacia finales de año estará disponible una vacuna para COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
El Dr. Anthony Fauci, jefe del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas y miembro del grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre el coronavirus, dio una estimación similar sobre la disponibilidad de dicha vacuna, cuando el 30 de abril anunció que estaría lista para enero de 2021.
© Getty Images
Una vista general del Campus Old Road de la Universidad de Oxford, que alberga el Instituto Jenner y es donde se están llevando a cabo los primeros ensayos en humanos de una vacuna contra el coronavirus desarrollada por investigadores de la Universidad de Oxford en Oxford, Inglaterra, el 29 de abril de 2020.
Pero incluso cuando una vacuna COVID-19 esté lista habrá un obstáculo en el camino para la construcción de la inmunidad colectiva, debido a que alrededor del 14% de los estadounidenses dicen que no se la aplicarán, de acuerdo con una encuesta de Morning Consult.
La encuesta, realizada del 1 al 3 de mayo en una muestra de 2200 adultos estadounidenses, también arroja que el 64% de los estadounidenses comentó que se pondría la vacuna, mientras que el 22% señaló que no tenía una opinión sobre el tema o que estaba indeciso.
Además, según Morning Consult, el grupo de edad que tiene más probabilidades de decir no a una vacuna son las personas entre 35 y 44 años. Solo el 53 % de los estadounidenses de este grupo de edad expresó que se pondría la vacuna COVID-19 cuando estuviera disponible, mientras que el 18% manifestó que no lo haría.
Según Kristin Lunz Trujillo y Matt Motta, coautores de un estudio previo sobre las actitudes hacia la vacuna, algunas estimaciones muestran que entre el 50 y el 70% de los estadounidenses necesitarían desarrollar inmunidad al COVID-19, ya sea de forma natural o por medio de una vacuna, para eliminar la pandemia en su camino.
© Pedro Vilela/Getty Images
Extracción del material genético para llevar a cabo una vacuna del virus del PCCh, el 24 de marzo de 2020 en Belo Horizonte, Brasil.
Mientras tanto, el fabricante de medicamentos Moderna ha obtenido la autorización de la Administración de Alimentos y Fármacos para realizar un ensayo más amplio de su candidato a la vacuna COVID-19.
Mientras tanto, el fabricante de medicamentos Moderna ha obtenido la autorización de la Administración de Alimentos y Fármacos para realizar un ensayo más amplio de su candidato a la vacuna COVID-19.
El estado de la fase dos del ensayo es "inminente", mencionó el director general de Moderna, Stéphane Bancel, en un comunicado.
La compañía de biotecnología manifestó que el ensayo incluirá 600 participantes y que espera comenzar un estudio de fase tres incluso este verano.
© Douglas Magno/AFP/Getty Images
Un investigador trabaja en el desarrollo de una vacuna contra COVID-19, en Belo Horizonte, Brasil, el 26 de marzo de 2020.
No hay vacunas o tratamientos probados para el virus del PCCh o COVID-19.
El virus causa principalmente enfermedades graves en los ancianos y en aquellos con problemas de salud subyacentes.
Un número significativo de personas que se infectan nunca muestran síntomas, mientras que otras experimentan síntomas leves o moderados.
Los síntomas incluyen fiebre, fatiga, escalofríos, así como dolores generales y molestias.
Tom Ozimek
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