Gran Oriente de Italia
Por Carlos Esteban | 16 mayo, 2020
El Gran Oriente de Italia ha dedicado un artículo en el órgano masónico Nuovo Hiram a loar la iniciativa papal de ‘hermandad entre las religiones’, coincidiendo con la jornada interreligiosa de ayuno y oración convocada desde Roma contra el coronavirus.
“Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común; un documento innovador y prometedor con dos firmas autorizadas, las de @Pontifex_it y el Gran Imán Ahamad al-Tayyeb”, reza el comentario publicado por el Gran Oriente de Italia desde su cuenta de Twitter, @GrandeOrienteit. “Lea el ensayo de P. Cascioli en #NuovoHIRAM. #Massoneria #Cultura”.
Fratellanza umana per la pace mondiale e la convivenza comune; un documento innovativo promettente con due autorevoli firme, quelle del @Pontifex_it e del Grande Imam Ahamad al-Tayyeb.
Leggi il saggio di P. Cascioli in #NuovoHIRAM.#Massoneria #Cultura
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No es la primera vez en este pontificado que los masones -miembros de la sociedad que ha sido objeto de un mayor número de condenas papales- aplauden las iniciativas vaticanas, y muy especialmente esta de la ‘hermandad interreligiosa’. Ya lo hizo la Gran Logia de España en enero del año pasado, asegurando que “todos los masones del mundo se unen a la petición del Papa por “la fraternidad entre personas de distintas religiones”.
Los movimientos de acercamiento mutuo entre la masonería y la Iglesia han sido numerosos en este pontificado, aunque no se ha levantado la condena católica oficial contra la pertenencia a la sociedad secreta, que hasta el pontificado de San Juan Pablo II conllevaba la excomunión automática, latae sententiae.
En el ensayo que nos ocupa, Pierluigi Cascioli se centra en el documento de Abu Dabi, del que nació el Alto Comité que ha hecho el llamamiento a la jornada de ayuno y oración del pasado 14 de mayo. Dice de él el autor masónico, como recoge el vaticanista Edward Pentin, que se trata de “un fármaco de efecto retardado” que podría anunciar una “nueva era” y representan un “punto de inflexión para una nueva civilización”.
Cascioli insiste en que, lógicamente, para cumplir la promesa de este documento igualitario la Iglesia tendrá que realizar profundas reformas doctrinales, morales y de estructura eclesial, pero confía en que la iniciativa en sí sea un primer paso hacia esta transformación integral que liberaría al catolicismo de dogmas y de su estructura jerárquica.
La Iglesia siempre ha mantenido que los principios de la masonería son incompatibles con la fe católica, y pertenecer a ella sigue siendo un “pecado grave” que impide recibir la Sagrada Eucaristía.
El historiador Alberto Bárcena, de la Universidad San Pablo-CEU, ha escrito varias obras en las que expone el carácter luciferino de la masonería en todas sus modalidades aceptadas.
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