Te vamos a decir cómo dominar el universo en tres sencillos pasos: primero, recolecta todos los recursos de tu planeta; segundo, haz lo mismo con toda la energía de tu estrella más cercana; ahora cosecha toda la energía de todas las estrellas en tu galaxia local, para luego pasar a otra galaxia. ¡Enhorabuena! Ahora tu especie ahora tiene todo el espacio necesario para convertirse en una superpotencia universal.
Esta es la teoría de un astrofísico ruso llamado Nikolái Kardashov, quien propuso por primera vez en 1962 tres fases (Nivel I, II y III) de expansión galáctica, a las que se refirió como los tres “tipos” de civilizaciones tecnológicamente avanzadas, como una forma de medir el consumo de energía de sociedades cada vez más poderosas. Pero si pensábamos que la ciencia no se podía superar, ahora los científicos acaban de confirmar una sorprendente teoría de hace 50 años.
El comienzo de una gran teoría
Una teoría propuesta hace 50 años comenzó como una especulación sobre cómo una civilización extraterrestre podría usar un agujero negro para generar energía. En 1969, el físico británico Roger
Penrose propuso que la energía podría generarse al bajar un objeto a la ergosfera del agujero negro, la capa externa del horizonte de sucesos del agujero negro. Los físicos en ese momento pensaron que necesitarían una máquina imposible para probar su teoría, pero ahora, los investigadores de la Universidad de Glasgow han encontrado un agujero negro en la vida.
La idea es simple, al menos para los estándares cuánticos y de agujeros negros. En la boca de un agujero negro, la combinación de densidad infinita y extraña dentro del agujero negro y la ergosfera externa que rota rápidamente haría que el objeto colgante viajara más rápido que la luz.
Piensa en esto cómo una aguja que permanece en equilibrio sobre la superficie de un disco de vinilo giratorio: el disco gira rápidamente mientras la aguja se detiene. En 1969, el físico Roger Penrose desarrolló esta teoría y planteó la hipótesis de que el objeto tendría “energía negativa”.
Entonces, ¿dónde entra la generación de energía?
“Al soltar el objeto y dividirlo en dos para que una mitad caiga en el agujero negro mientras la otra se recupera, la acción de retroceso mediría una pérdida de energía negativa; efectivamente, la mitad recuperada ganaría energía extraída de la rotación del agujero negro”, explica la Universidad de Glasgow en un comunicado. “Al interactuar con las diferentes capas de masa, fuerza y más, un observador de este fenómeno podría aprovechar el déficit de energía.»
Ese observador tendría que avanzar más allá de lo que los humanos puedan imaginar hoy, como los creadores de una hipotética esfera de Dyson o cualquier otra estructura de poder cósmico. Por esta razón, esta teoría siempre se ha relacionado con alguna civilización extraterrestre dentro de la larga escala de tiempo del universo.
Dos años después de que surgiera la teoría de Penrose, el físico soviético Yákov Zeldóvich sugirió una forma de probarla en la Tierra, pero incluso su prueba requería algo más allá de lo que los humanos podían diseñar: un cilindro como el de la teoría, girando casi tan rápido. Ahora, los investigadores han encontrado una manera de subvertir las condiciones de la prueba original utilizando sonido en lugar de luz.
“Este concepto, que es un paso clave hacia la comprensión de que los agujeros negros pueden amplificar las fluctuaciones cuánticas, no se ha verificado experimentalmente debido al exigente requisito experimental de que la velocidad de rotación del cilindro debe ser mayor que la frecuencia de onda entrante”, dijo el equipo de Universidad de Glasgow. “Aquí, demostramos experimentalmente que estas condiciones pueden satisfacerse con ondas acústicas.”
Las ondas sonoras viajan mucho más lentamente que la luz y ocupan un rango de frecuencias mucho más bajo. Los científicos citan el efecto Doppler, que explica cómo el sonido se distorsiona cuando un automóvil que pasa toca la bocina.
Colocaron un anillo de altavoces alrededor de un disco de espuma que absorbe el sonido y gira rápidamente.
“Lo que está sucediendo es que la frecuencia de las ondas de sonido se desplaza de Doppler a cero a medida que aumenta la velocidad de giro”, explica el investigador Marion Cromb. “Cuando el sonido comienza de nuevo, es porque las ondas se han desplazado de una frecuencia positiva a una frecuencia negativa.
Luego, el sonido comenzó de nuevo y se registró como un 30 por ciento más alto, porque las ondas de frecuencia negativas habían almacenado energía, como predijeron Penrose y Zeldóvich.»
Según los científicos, están “encantados” de poder verificar una teoría propuesta hace medio siglo sobre la generación de energía a través de un agujero negro en su laboratorio en Escocia, que según ellos también abre muchas nuevas oportunidades para “exploración científica”.
Sin duda alguna esto demuestra como los científicos están convencidos de que existen civilizaciones extraterrestres tecnológicamente avanzadas y cómo utilizan la energía que hay en el universo para poder desplazarse entre mundos, que por cierto es lo que llevan años asegurando muchos expertos en la materia. Como podemos comprobar, la comunidad científica necesita ver para creer, mientras que parta otros no es necesario.
¿La confirmación de esta teoría significa que los científicos reconocen que los extraterrestres utilizan agujeros negros para repostar sus naves?
Por MEP
Publicado el 29/06/2020
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