martes, 27 de abril de 2021

Hasta 5 Controles Superaron las Cartas Amenazantes contra Iglesias, Maroto, Marlaska y Gámez

4M / LAS ELECCIONES GENERALES DE MADRID

Correos culpó a un vigilante, pero ni Interior ni Guardia Civil detectaron las cartas de Marlaska y Gámez

La última misiva, destinada a la ministra Reyes Maroto, también burló la seguridad postal y del ministerio

OKDIARIO ha tenido acceso a las primeras conclusiones de los investigadores que han reconstruido el itinerario de las cartas

Las cartas amenazantes a políticos no fueron detectadas ni en Correos ni en los ministerios de los destinatarios.

ACTUALIZADO: 27/04/2021 08:42

Tres sedes ministeriales y una sede policial de ámbito nacional han fallado estrepitosamente en la detección de las cartas amenazantes recibidas por dos ministros, Fernando Grande-Marlaska y Reyes Maroto, una directora general, María Gámez, y el ex vicepresidente segundo del Gobierno Pablo Iglesias. La última carta de las tres primeras en ser detectada fue la de Iglesias, que estuvo a punto de ser devuelta por no estar él ya en el Gobierno y carecer de sede propia. La decisión de un policía hizo posible que se conociera su contenido antes de avisar al líder de Podemos, que fue quien decidió hacerla pública.

El pasado miércoles día 21 de abril saltaron todas las alarmas. Las secretarías del Ministerio de Interior y de la dirección General de la Guardia Civil, dos presuntos paradigmas de la seguridad en España, se tragaron literalmente sendas cartas amenazantes hacia sus máximos representantes y con munición real en su interior. Pese a que el escándalo de las cartas con balas saltó por la imprudente y desaconsejable revelación del ex presidente del Gobierno, Pablo Iglesias, OKDIARIO ha podido saber que la suya fue la última misiva en ser detectada. Y lo fue además por la desconfianza y perspicacia de un policía.

Durante la mañana del miércoles las cartas destinadas a Fernando Grande-Marlaska y a María Gámez llegaron a sus respectivas sedes después de burlar las medidas de seguridad de la oficina de clasificación de Correos. Las cartas, con dos y una bala respectivamente, llegaron al Ministerio del Interior y a la Dirección General de la Guardia Civil sin que nadie se percatara de su contenido en su paso por los respectivos controles de seguridad de ambas instituciones.

Fuentes de ambos lugares consultadas por OKDIARIO ponen el acento en que ni Marlaska ni Gámez se encontraban en sus respectivas oficinas. Él estaba en un acto oficial fuera de su sede y ella fuera de la provincia de Madrid. Marlaska ha llegado a decir que las medidas de seguridad funcionaron “relativamente bien”, pero lo cierto es que en ambos casos fueron un completo fiasco, ya que las cartas con balas las descubrieron sus respectivas secretarias, a escasos metros de sus despachos.

Hay un elemento diferenciador en el caso del Ministerio y la Dirección General de la Benemérita con respecto a la oficina de Correos a cuyo vigilante se culpa de las primeras brechas de seguridad en forma de cartas con bala: el vigilante no dispone de un escáner con alarma. Fuentes policiales aseguran que los escáneres ministeriales y los policiales son mucho más contundentes a la hora de avisar.

Iban a devolver la de Iglesias

Pero si para algo sirvió la cadena de errores en la detección de las cartas amenazantes contra Marlaska y Gámez fue para detectar la carta contra Pablo Iglesias. Su misiva llegó a la sede de Interior de la calle Amador de los Ríos de Madrid. Allí, tal y como se ve en la fotografía del sobre, fue donde se colocó el sello “a su procedencia” al no ser un lugar en el que Pablo Iglesias reciba correo por no ser su lugar de trabajo.

Sin embargo, hasta esa sede de Interior ya había llegado la información de lo que había sucedido esa mañana con las cartas a Marlaska y Gámez, así que uno de los policías encargados de la seguridad de Interior decidió revisar a fondo la carta a Iglesias, lo que permitió descubrir la amenaza y las balas.

Es curioso que en el caso de la última carta con amenazas hecha pública, la recibida en el Ministerio de Industria y Comercio a nombre de la ministra Reyes Maroto, la experiencia previa no haya servido tampoco para evitar su llegada.

La carta está enviada desde una oficina postal, lo delata el sello automático que lleva el sobre, y para colmo lleva otro sello que confirma que ha sido revisado por el departamento de seguridad del ministerio. O sea que esta última carta ha vuelto, como las tres anteriores, a saltarse los filtros de seguridad.

Algunos han atribuido este fallo reincidente a que la navaja de tamaño medio y con unas manchas rojizas en su hoja llegó en un sobre entre dos discos compactos. Sin embargo, los expertos en radioscopia consultados por OKDIARIO insisten es que esa excusa no justifica el último fallo de seguridad, ya que lo único que puede cegar un escáner es una pieza de plomo; además, una mancha lo delataría. Así que la carta a Reyes Maroto tampoco debió haber llegado más allá del control de seguridad de su ministerio.

Al menos en este último caso el autor de la carta a Maroto tuvo el detalle de poner sus datos reales en el remite.

https://okdiario.com/espana/hasta-5-controles-superaron-cartas-amenazantes-contra-iglesias-maroto-marlaska-gamez-7145698

El modelo de escáner de Correos avisa de las balas con una alarma acústica y otras alertas al vigilante


El modelo de escáner que opera Correos.

ACTUALIZADO: 27/04/2021 08:30

El modelo de escáner con el que opera Correos en su almacén de Vallecas tiene una serie de sistemas de alerta y mecanismos de seguridad para evitar que un fallo humano permita el paso de una carta con balas. Por ello, técnicos de seguridad que trabajan habitualmente con este modelo ponen en duda la versión de Correos, que carga toda la responsabilidad en el vigilante que estaba al frente del escáner cuando pasaron las cartas.

Correos difundió el pasado viernes la imagen obtenida por el escáner a través del que pasaron las cartas con balas dirigidas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaksa, la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y el candidato de Podemos al 4M, Pablo Iglesias. En esa radiografía podía verse el contenido de la saca que un funcionario de Correos recogió en el buzón donde el autor de las amenazas depositó las cartas.

La imagen no deja lugar a dudas: un total de 7 balas fueron supuestamente fotografiadas por el escáner sin que, según la versión de Correos, el trabajador de seguridad hiciese nada para dar la voz de alarma. Sin embargo, a quienes operan habitualmente y conocen al detalle esa máquina, una Smiths Detection HI-SCAN 7555i, les resulta extremadamente chocante esta versión.

En primer lugar, resaltan el hecho de que la máquina está diseñada para ser eficaz «ofreciendo muy pocas falsas alarmas», explica un técnico a OKDIARIO. Lo habitual en los escáneres menos potentes es que la alarma salte con frecuencia, lo que puede llevar a que los técnicos se relajen al minimizar la amenaza. Los modelos más avanzados, como este 7555i (de 600 kilogramos), han reforzado sus sistemas para minimizar las falsas alarmas. Es decir, «si el escáner advierte de algo, es muy posible que sea algo preocupante», explican. Y en este caso, el escáner lo detectó.

En un primer vistazo a la imagen difundida por Correos hay un detalle que salta a la vista: hay un recuadro sombreando las dos balas. Por lógica, son las dos que acompañarían a la amenaza a Marlaska. Ese recuadro, en un tono amarillento, significa que el escáner ha detectado las balas «a través del sistema HI-SPOT» de la máquina.


Imagen de las balas al pasar por el escáner de Correos.

Según refleja el manual de instrucciones del escáner, esa función ‘HI-SPOT’ permite «alertar la atención» del operario automáticamente hacia «objetos de alta absorción de rayos X», siempre que la máquina esté correctamente configurada para detectar objetos de ese tamaño. El hecho de que la imagen muestre ese recuadro viene a confirmar que la máquina sí detectó las balas.

Extracto del manual del escáner de Correos.

Sistemas de seguridad

Entonces, ¿pudo haber pasado inadvertido el aviso para el vigilante en caso de que no estuviese mirando la pantalla? Para quienes conocen las labores de ese puesto es prácticamente imposible. En primer lugar, el escáner 7555i va equipado con «señal acústica», tal y como consta en la documentación técnica del fabricante. En esa ficha, en el apartado de ‘capacidades adicionales’, se recoge el sistema acústico de marcado de equipaje. Se trata de un pitido de duración variable y configurable que permite alertar de forma inequívoca al operario de que hay algo sospechoso en la máquina. Si hay bala, pita.

¿Pudo desactivar el operario el sonido para no ser molestado? El escáner, como figura en su documentación, viene por defecto con esa alarma sonora activada con una duración de algunos segundos. Se puede desactivar en la configuración, pero para acceder a ese menú «es necesario tener permisos de ‘superusuario’ que no están al alcance de los operadores», explican técnicos conocedores del modelo.

Además, explican, el sistema tiene otro sistema de seguridad en caso de que el operario haya pasado por alto todas las alertas: la de la presencia de un objeto extraño y la acústica. En ese caso la máquina se detiene y exige validación humana para seguir adelante. En algunos modelos más avanzados, como los que se usan en aeropuertos, las cintas transportadoras cambian de sentido para alertar al operario de que hay algo sospechoso. «En esta simplemente se detiene a la espera de un follow».


Hoja de especificaciones técnicas del fabricante.

Los escáneres cuentan con este tipo de sistemas para evitar que a los vigilantes se les pueda pasar nada de forma accidental o intencionada. Si no, cualquier malhechor podría diseñar una distracción a los operarios para que no detectasen el paso de un paquete con armas o explosivos.

Son todos esos detalles los que llevan a pensar a miembros de la vigilancia privada que la versión ofrecida por Correos debería investigarse más a fondo y no quedarse simplemente en echarle la culpa al operario y pedir su retirada del servicio. Algo que han reclamado sindicatos como UGT, CCOO, CSIF por parte de Correos o Alternativa Sindical por parte de los vigilantes de seguridad.

Por si fuera poco, consideran que el informe emitido por Correos ha sido «chapucero»: incluye fallos garrafales como incluir un ‘5’ de más en el modelo del escáner o situar la fecha de detección el 19 «de abriol», en vez de abril. Algo que delata que esos datos fueron escritos a mano y no automatizados por el sistema.

https://okdiario.com/espana/modelo-escaner-correos-avisa-balas-alarma-acustica-otras-alertas-vigilante-7146598

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